El italiano Fausto Rossi fue una de las sorpresas agradables del partido de Copa del Rey ante el Granada. El mediocentro volvió a completar un choque completo después de superar los problemas físicos que le han tenido apartado en las últimas semanas. "He trabajado bien esta semana y la pasada para volver y me encuentro bien físicamente, no he tenido ningún problema", comentó tras el partido ante los nazaríes. Una grata noticia para Miroslav Djukic, que comprobó de primera mano que el transalpino vuelve a estar a un nivel óptimo para competir con el resto de sus compañeros y ayudar al equipo en lo que sea necesario.

La eliminación copera supuso una pequeña decepción en el vestuario pero hay poco tiempo para lamentarse porque llega una de las grandes citas del año con la visita al Camp Nou. Es por eso que Rossi apostó por "pasar página" e "intentar sacar algo" en Barcelona. No será fácil, y el joven centrocampista es consciente de que "vamos a un estadio muy bueno" a jugar contra "un equipo increíble, pero sin miedo". Porque el temor a los grandes se quedó en San Mamés, donde el CCF puso la primera pica de la temporada y, de paso, se volvió a meter de lleno en la pelea por la salvación. De hecho, tras dormir fuera de los puestos de descenso todo el fin de semana, la permanencia se sitúa a un punto.

Eso sí, también se mostró realista y reconoció que será complicado puntuar en feudo azulgrana, más aún en la situación de urgencia que vive el equipo de Luis Enrique tras su empate en Getafe y el distanciamiento del Real Madrid. "No sé si se puede ganar pero hay que intentarlo seguro", comentó Rossi. Y es que la victoria en Bilbao cambió el ánimo en la plantilla a la hora de afrontar estas grandes citas, de ahí que ahora al Barça se le vea algo más mortal: "Son jugadores buenos pero hemos visto que jugando como sabemos podemos meter miedo a todos". El mensaje es claro, porque "en Bilbao pasó así y por qué no puede pasar en el Camp Nou".

Lo dice además un futbolista que ya sabe lo que es derrotar al conjunto azulgrana. Fue el año pasado, durante su estancia en el Valladolid, algo de lo que se acordó el transalpino, al reconocer que "me encantaría ganarles otra vez", y si puede ser con gol suyo como la campaña anterior, mejor que mejor, aunque al final "lo importante es que el equipo se lleve algún punto de allí".

En la misma línea se expresó Florin, que no pudo culminar su debut copero como le habría gustado, ya que su gol no bastó para un final feliz con el pase a octavos de final. Por tanto, hay que hacer "borrón y cuenta nueva e ir al Camp Nou a sacar algo positivo". Pese a que no se le escapa que "es un campo muy complicado", el ariete rumano aseguró que el equipo viajará "con la mentalidad de sumar, de hacer nuestro partido y a ver si tenemos suerte de traernos por lo menos un puntito". Sería ese un botín preciado para un encuentro en que la derrota, en principio, entra dentro de lo lógico. Pero el vestuario ha perdido definitivamente el miedo a los grandes escenarios y guarda la esperanza de hacer saltar la banca en el momento más inesperado.