Con varias novedades en el once, pero sobre todo con un estilo distinto se presentó el CCF en Elche. El 4-2-3-1, con Borja subiendo algunos metros para alinearse con Ghilas, a la hora de defender pasaba a un 3-3-3-1 con balón. Esto permitía mayor libertad a los volantes, lo que originó unos primeros 25 minutos notables en los que llegó el 0-1. Luego, el equipo se hundió atrás y dio aire a un Elche que, a pesar del 0-2, empató.

La primera parte salió a pedir de boca, aunque ayudó el fallo en el penalti de Jonathas. El CCF dio el golpe en su primera llegada, lo que le permitió asentarse más. La inclusión de Deivid como libre y la proyección de los laterales permitía los movimientos interiores de los extremos, por lo que el equipo controlaba a su rival a su antojo, lo que provocó una pitada. Pero los de Djukic pasaron a contemporizar demasiado pronto, renunciando a atacar, lo que oxigenó a los locales, que poco a poco fueron ganando metros, teniendo un disparo al larguero.

El segundo acto comenzó con el Elche volcado, aunque el CCF frenó ese acoso teniendo la posesión, aunque olvidando las pretensiones iniciales. Duró poco ese escenario. Los visitantes apostaron por la contra y le salió bien porque hicieron el 0-2. Pero un penalti regalado dio alas a los locales que apretaron hasta firmar el 2-2.