El Camp Nou acoge un partido de riesgo ante el Sevilla, un encuentro en el que el Barcelona pondrá a prueba su consistencia y su credibilidad después de la derrota sufrida ante el Celta (0-1) en el último partido disputado en casa.

Después del impasse por el aluvión de partidos internacionales de selecciones, el Barça necesita volver a creer en sí mismo y Luis Enrique podría dar un giro al equipo tras darse cuenta de que el camino no es el correcto.

Tiene unos cuantos frentes abiertos la entidad. En estas semanas han aparecido unas declaraciones de Leo Messi que ponían en duda su amor eterno al Barça y también ha florecido el eterno debate electoralista, con la presencia en escena de Joan Laporta y las respuestas del presidente Bartomeu y del candidato Benedito.

También Luis Enrique tiene que tomar una decisión sobre Gerard Piqué, ausente del equipo ante el Celta, el Ajax y el Almería. El central ha sido llamado al orden por el club, según admitió Bartomeu, por un par de episodios puntuales: una discusión con la Guardia Urbana y la utilización de su móvil en el banquillo en un partido de la Supercopa Catalana. Mala cosa cuando en el Camp Nou no se habla de fútbol. Ahora el equipo necesita un nuevo impulso para afrontar un exigente calendario antes de las fiestas navideñas.

Para el partido ante el Sevilla, Luis Enrique recupera a Mathieu y Rafinha, ya solventados sus respectivos problemas musculares. La principal duda es Andrés Iniesta, que no tiene aún el alta médica. Sin el manchego, el centro del campo será propiedad de Xavi Hernández y de Ivan Rakitic. Sergio Busquets será quien juegue por detrás de ellos dos.

En defensa, Luis Enrique podría recuperar a Piqué haciendo pareja con Mascherano, mientras que Dani Alves y Jordi Alba tienen todos los números para ser los laterales titulares. Adelante no hay demasiada discusión. Salvo sorpresa jugará el tridente formado por Messi, Neymar y Luis Suárez.

El partido también será especial para Luis Suárez. El uruguayo, que fue decisivo en la victoria del equipo ante el Almería, puesto que dio las dos asistencias de gol, necesita estrenar su casillero de goles después de tres partidos.

Pese a la necesidad del cuadro de Luis Enrique de redimirse ante su afición, los de Unai Emery, que nunca ha ganado al Barcelona y ha perdido en sus nueve visitas al Camp Nou, están ilusionados con plantar batalla y sacar algo positivo del feudo azulgrana.

A pesar de sus últimos tropiezos, al perder 1-0 en Bilbao y empatar 1-1 en casa con el Levante, el Sevilla, quinto con 23 puntos, está motivado para volver a dar la campanada doce años después en el Camp Nou, donde no gana en Liga desde diciembre de 2002 (0-3), con Joaquín Caparrós en el banquillo nervionense.