Apenas unas horas después de desembarcar en Córdoba y hacerse cargo del proyecto blanquiverde, Miroslav Djukic puede que ya haya recibido su primer regalo. José Carlos demostró en la sesión de trabajo de ayer que la lesión que le ha tenido en el dique seco los últimos meses ya está olvidada por completo, por lo que ante la Real Sociedad podría verse por primera vez en la lista de convocados. El onubense es, junto a Saizar y Carlos Caballero, el único jugador del plantel sin minutos aún, aunque al contrario que sus compañeros él ni siquiera ha podido sentarse en el banquillo. Un recurso, de muchos quilates, con el que no pudo contar Albert Ferrer y que su sustituto parece que podrá disfrutar desde el primer momento.

Sin duda alguna, José Carlos es uno de los hombres más esperados por el cordobesismo. Con una calidad reconocida, su estado físico siempre ha creado dudas, sobre todo desde que fichó tras haber sido descartado horas antes por el Deportivo. Pero el club siempre ha mantenido la plena confianza en el onubense, a pesar de que los plazos de recuperación impuestos por todas las partes sufría semana tras semana un retraso inesperado. Ahora parece que todo eso ya es historia y el jugador está listo para reaparecer.

El futbolista ya trabajó la pasada semana a un buen ritmo con el resto del grupo, aunque con evidente falta de confianza en algunos ejercicios. Dudas que ayer, en la siguiente ocasión que pudo vérsele sobre el césped, quedaron totalmente disipadas. Tirado siempre a la banda derecha, para actuar a pierna cambiada, dejó varios detalles de calidad, pero lo más importante es que pudo ejercitarse en igualdad de condiciones que sus compañeros. Incluso participó en el partidillo final con intensidad, metiendo el pie, ofreciéndose y pidiendo el balón constantemente. Quizás lanzando a Djukic el mensaje más esperado y que no es otro de que está a su plena disposición para ayudar ya desde el sábado.

Un partido, el de la Real Sociedad, para el que también se apuntan Carlos Caballero y Ekeng. Los dos centrocampistas se cayeron de la última convocatoria de Ferrer por diversas molestias físicas -una leve recaída del madrileño, nada que ver con su lesión de rodilla, y una contractura muscular el camerunés- que ya han superado, a tenor de lo visto sobre el irregular verde de la Ciudad Deportiva. Ambos completaron sin ningún tipo de problemas un entrenamiento en el que sólo Crespo estuvo al margen. El sevillano, que sufrió una rotura en el bíceps femoral de su pierna izquierda en Getafe, apareció con el grupo, pero luego trabajó en solitario con el recuperador, Esaú Sánchez, para retirarse media hora antes que el equipo hacia El Arcángel y ponerse en manos de los fisios.

Pero al margen de las buenas sensaciones que transmitieron los últimos inquilinos de la enfermería, la sesión ofreció alguna pista más sobre las ideas que el técnico serbio en mente de cara a su estreno en el banquillo del Córdoba del sábado. Las primeras pistas otorgan muchas papeletas a Campabadal para ocupar el lateral derecho, mientras que el resto del equipo podría ser parecido al que utilizó Ferrer ante el Málaga. Las incógnitas se abren en la portería, donde Saizar podría discutir el puesto a un Juan Carlos que empieza a transmitir algunas dudas, y el doble pivote, donde Luso aparece como fíjo y busca pareja, con Rossi y el capitán Abel Gómez como alternativas principales.

Aún así, esto es sólo un aperitivo, pues Djukic tiene aún dos sesiones de trabajo para perfilar su equipo titular ante la Real Sociedad. Pero que nadie espere un cambio de cromos brusco. Como dijera Del Bosque tras la debacle de Eslovaquia en clara alusión a Casillas, la transición en cuanto a nombres será dulce; en actitud y otros aspectos, ya ha comenzado. Y ese es el primer paso para tratar de conseguir el sábado la primera victoria de la temporada.