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Adiós sincero y elegante

  • Ferrer se va con el cordobesismo "en el corazón" seguro de que tendrá "una segunda oportunidad" Desea "toda la suerte del mundo" a Djukic

Con sinceridad y elegancia, agradecido a un club, una ciudad y una afición que llevará siempre "en el corazón", confiado en que el fútbol le dará "una segunda oportunidad" de regresar al CCF y sin la necesidad de buscar explicación a su salida más allá de la normal de los resultados. Así se despidió Albert Ferrer en la tarde de ayer, dos días después de que se anunciara oficialmente su destitución como máximo responsable del conjunto blanquiverde. El técnico puntualizó que aún sigue negociando su finiquito y que no se despidió de la plantilla porque "no era el momento ni la situación de hacerlo". Desde ahora, el Córdoba tiene un seguidor más que desea lo mejor a Miroslav Djukic para que sea capaz de encauzar el camino del actual colista de la clasificación.

Con "la obligación de despedirme de todos, de una manera más oficial que dos simples tuits", aunque la situación "no es fácil", Ferrer apareció en la sala de prensa de El Arcángel acompañado de su equipo de trabajo -Javi Sánchez Jara y Marc Huguet, que se van de su mano; y Luis Carrión y Jorge Romero, que siguen en el club- y el director de comunicación de la entidad, Javier Bonache. "Quiero trasladar la gratitud por estos meses y decir lo que hemos disfrutado tanto yo como mi cuerpo técnico, consiguiendo un objetivo que no era fácil y orgullosísimos de poder irnos a casa con ese logro", comentó el catalán, si bien quiso recalcar que se va con una espina clavada: "Hay un pero, quizá no haber podido disfrutar un poco más de lo que entre todos conseguimos, que no era fácil, un ascenso a Primera".

¿Por qué terminó de forma tan abrupta la aventura? Ferrer tiene claro que no hay un único culpable, sino que "han fallado un cúmulo de cosas. Todos fallamos: jugadores, entrenadores y directivos. Todas las cosas que he hecho han sido muy pensadas y consensuadas, y pensando que eran lo mejor para el club. ¿Que nos hemos equivocado? Puede ser, pero no es cuestión de mirar lo que ha fallado". "No tengo por qué entender nada, soy un trabajador de este club y se ha decidido que esta etapa termina aquí. Tomaba la decisión que creía que era mejor en el campo y el club ha hecho lo mismo. Les doy las gracias por la oportunidad que me han dado", insistió el técnico barcelonés.

Eso sí, el ya exentrenador blanquiverde puntualizó que "estamos aún en fase de negociación del despido" y matizó que "no es cuestión de esperártelo o no, sabemos que el fútbol da muchos giros y lo que un día es blanco otro es negro, y entraba dentro de lo normal". "Hablando de los resultados, era algo complicado, por el inicio que hemos tenido", comentó, aunque al igual que en sus últimas comparecencias públicas se mostró seguro de que "podíamos dar la vuelta a la situación".

Por cierto, que Ferrer no quiere pensar en que nadie le haya hecho la cama desde dentro del vestuario. "No he tenido nunca mala relación con nadie, por lo menos no me lo han demostrado. No me he despedido porque no era el momento ni la situación de hacerlo. Con la mano en el corazón no lo creo. Sólo que se le pase por la cabeza no rendir, me indicaría a mí que es un mal profesional, entonces creo que no lo han hecho. No creo que ningún jugador no haya dado el cien por cien", argumentó.

De hecho, al margen de agradecer personalmente a todo su equipo de trabajo y a la prensa "todo lo que ha hecho por nosotros, aunque ha habido momentos malos, pero que son cosas del fútbol y no tendré en cuenta", Ferrer tuvo un emotivo mensaje para la afición, que siempre le tendrá presente por su hazaña: "Quiero dar todo mi apoyo, sobre todo a la afición, para que no decaiga; los buenos momentos seguro que llegarán, que estén a la altura de las circunstancias como han estado en todo momento. Ahora es el momento en que más unidad debe haber". Y continuando con la emotividad, el técnico ahondó en sus palabras: " Me llevaré muy, muy buenos recuerdos, me llevaré a Córdoba y al cordobesismo, a esta ciudad, en el corazón. Que este club creciera poco a poco era la ilusión que teníamos todos; espero que en un futuro la vida me dé una segunda oportunidad de poder disfrutar de este club en Primera. Estoy seguro de que nos dará una segunda oportunidad".

Para terminar, Ferrer tuvo también un lugar para desear "toda la suerte del mundo" a Djukic, del que no tiene dudas de que "lo dará todo para que este club funcione y para que el equipo pueda salir de esta situación. Me alegraría que el equipo lograra el objetivo marcado desde el principio". No podía haber otro final para la despedida de un hombre que siempre estará ligado al cordobesismo. Muchas gracias por todo, Albert.

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