El calentón tras el partido ante el Málaga se reflejó en las palabras de los protagonistas. Era un día duro para salir ante los medios de comunicación y dar la cara y ese papel le tocó al capitán frente a los malaguistas, Luso Delgado. El aragonés no se escondió a la hora de reconocer lo evidente: "No ha sido nuestro mejor partido; hay que ser autocríticos y saber que teníamos una buena opción de conseguir la primera victoria, y no ha sido así".

El centrocampista reconoció abiertamente que el vestuario pensaba en este partido como el día clave para estrenar el casillero de triunfos. "Teníamos marcado este día en el calendario desde hace quince días para conseguir la primera victoria. Veníamos de dos empates, compitiendo bien, pero hemos caído en la trampa del Málaga", reflexionó el capitán, para apuntar que el equipo debe "ajustar varias cosas y sobre todo ser más contundentes, que no fuimos todo lo que debíamos ser. Con eso se puede mejorar mucho".

Y es que actuando como local, a juicio de Luso, el CCF no debe "dejar jugar al rival y tenemos que llevar nosotros el peso del partido, que ante el Málaga al menos lo intentamos, pero había que estar muy precisos y, sobre todo tras los goles en contra, no lo estuvimos".

En el tema que menos se mojó el mediocentro fue, lógicamente, sobre la continuidad de Ferrer, para afirmar que eso "son cosas del club", aunque sí dejó claro que la plantilla está "con él a muerte, confiamos en él y creemos que podemos sacar esto todos juntos". También reconoció Luso que tras el duelo de Getafe "hablamos las cosas, de forma muy constructiva, aunque no se ha podido apreciar". Pese a todo, el futbolista maño tampoco quiso dramatizar sobre la situación del equipo, y añadió que "con una victoria llega todo más rodado. Ahora, sabiendo de donde venimos, tenemos que salir a morder ante la Real. Tenemos que puntuar ya de tres en tres".

Y para finalizar, un claro mensaje a la afición: "Sólo querría decirles que queda mucho y que estén con nosotros, porque nos vamos a dejar los cuernos y no vamos a bajar los brazos". Y es que el centrocampista aragonés entiende que la hinchada "estaba muy ilusionada, ya que llevábamos siete partidos sin ganar y van pasando las jornadas", por lo que "es normal que la afición demuestre su descontento".

También tuvo que dar la cara en un día complicado uno de los más jóvenes del vestuario, Eduard Campabadal, que volvió al equipo en la segunda parte y demostró un buen tono, pese al desastre colectivo. El catalán reconoció que los blanquiazules "fueron mejores; empezamos 0-2 al minuto 20 y eso te condena", aunque no vio la derrota como "un punto de inflexión, ni este ni ninguno". En todo caso, ante el Málaga el equipo dio una imagen horrible, algo que el lateral atribuyó a que "enseguida nos pusimos 0-2 y no sabes cómo reaccionar".

Respecto al ambiente en el vestuario, Campabadal explicó que no vio "desánimo; estamos cabizbajos pero no vamos a tirar la toalla. La esperanza es lo único que queda y vamos a ir contra la Real Sociedad buscando sacar esa primera victoria", tras lo que apostilló, en la línea de su compañero Luso, que ahora lo que queda es "hacer autocrítica y dar lo mejor de sí cada uno".