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Contador irá a por el rojo

  • El de Pinto señala su objetivo en la jornada de descanso de la Vuelta, aunque prefiere ir "día a día" "La alta montaña aún no ha llegado", avisa

Alberto Contador ya no ha esconde sus intenciones en la Vuelta y tras los test de Valdelinares y Cumbres Verdes, los dos primeros finales en alto de la carrera, se ve con opciones de poder pelear por el triunfo final. "Ahora sí que se puede decir que voy a intentar ganar la Vuelta. Otra cosa es si tengo piernas para hacerlo. La contrarreloj de Borja será un buen test para ver mi condición física, pero no para sacar conclusiones", manifestó ayer en la jornada de descanso en Zaragoza.

Contador insistió en que, de lo que se vio en el final de la estación invernal de Valdelinares, con aquel ataque que que no pudo materializar finalmente con el jersey rojo de líder, no se pueden "sacar conclusiones".

Hasta el momento su objetivo ha sido ir consumiendo días. "Pero necesito ver mi rendimiento, no he perdido tiempo y eso me da más posibilidades y tengo opciones, pero hay que ver la evolución de forma cada día".

De sus rivales ha insistido en que tanto el Chris Froome como Nairo Quintana siguen siendo "los favoritos, sin olvidar ni a Purito Rodríguez ni a Alejandro Valverde", señaló.

El de Pinto recordó que les ha tocado correr jornadas con mucho calor pero en Valdelinares tuvieron lluvia, lo que puede hacer saltar "sorpresas y también las posibilidades de salirse del guión". "Estoy mejorando cada día y eso es bueno pero me falta la confianza de haber realizado un buen trabajo de preparación con anterioridad", aseguró.

Al respecto de la contrarreloj tras una jornada de descanso de ayer, Contador declaró tratarse de "una incógnita que despierta saber cómo va a ser el rendimiento". "Hemos reconocido la contrarreloj para seleccionar el desarrollo que elegiremos y para ver tanto la subida como la bajada. Parece más dura de lo que se ve en el perfil. La parte final de la subida se agarra y luego tiene una bajada rápida, cuya carretera se complica en algunas curvas; a continuación, la parte final es para acoplarse y rodar", analizó.

También ha reconocido que a la Vuelta no llega con la misma responsabilidad que tomó la salida en el Tour en Leeds: "Lo voy a seguir viendo así porque lo que consiga va a ser un premio".

Sobre el fuerte golpe que sufrió en la rodilla que le obligó a abandonar el Tour, confesó que aún tiene "molestias muy ocasionales, pero como estás delante parece que todo va perfecto, pero no es así". El ciclista madrileño concluyó con optimismo: "Hay que ir etapa a etapa y tener en cuenta que la montaña dura aún no ha llegado".

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