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Un póquer con buena estrella

  • Cinco cordobeses vistieron la camiseta del Real Madrid a lo largo de su historia Verdugo fue el que más jugó

No estaban rodeados de la parafernalia que vive hoy en día el fútbol, aunque sus objetivos eran los mismos que tiene cualquier futbolista en la época actual: triunfar, jugar en un equipo de los grandes, ser considerado uno de los mejores, tocar el cielo futbolístico. Tampoco, ni muchísimo menos, se movía el deporte rey por los parámetros económicos que lo hace en la actualidad. Pocos, muy pocos cordobeses han tenido la fortuna de jugar en la élite y más concretamente en el Real Madrid. Habría que remontarse a la temporada 65-66 para ver en las alineaciones merengues a un cordobés: Ramón Tejada. Después pasaron Juan Verdugo, García Navajas, Paco Ortiz, José Alberto Toril y, aunque no llegaron a debutar oficialmente, Fede Sánchez y Pedrito González. Otro cordobés que sí vivió una época dorada en el club blanco fue José Villalonga Llorente, aunque lo hizo desde el banquillo, pues dirigió al conjunto merengue desde la mitad de la campaña 54-55, completando después dos excelentes cursos en la 55-56 y 56-57. Villalonga conquistó dos Copas de Europa, dos Copas Latinas y dos títulos de Liga.

El primer jugador cordobés en vertir la zamarra blanca del Real Madrid fue Ramón Tejada. El centrocampista, tras curtirse en el Córdoba en Primera División en las campañas 63-64 y 64-65, en las que disputó 40 partidos ligueros con los blanquiverdes, firmó en el conjunto merengue, aunque su presencia fue poco más que testimonial. En la campaña 65-66 jugó seis encuentros de Liga y tres de la Copa de Europa, competición en la que se proclamó campeón el equipo madridista. Tejada debutó con los merengues en la primera jornada de Liga frente al Sabadell, en la que un tanto de Pirri permitió a su nuevo equipo conseguir el triunfo (1-0). En la Copa de Europa, jugó la eliminatoria frente al Feyenoord, viviendo una de las remontadas europeas madridistas, pues tras caer 2-1 en la ida, vencieron 5-0 en la vuelta en un choque en el que Puskas logró cuatro de los cinco tantos merengues; después, disputó el choque de ida frente al conjunto escocés del Kilmarnock (5-1). Ramón Tejada, tras jugar en el Castellón, el Alcoyano, el Sporting y el Granada, regresó al Córdoba para jugar de nuevo en Primera con el equipo de su tierra en la campaña 71-72 y permaneciendo hasta la 73-74 en el plantel cordobesista.

El jugador cordobés que más encuentros ha disputado con el Real Madrid ha sido el montillano Juan Verdugo. Llegó al conjunto de Chamartín después de lograr el ascenso a Primera con el Córdoba. Con los blanquiverdes no llegó a jugar en la máxima categoría, en la que sí se enfrentó a ellos como jugador madridista. Verdugo, a las órdenes de Pepe Juncosa logró el ascenso con el CCF a Primera en la temporada 70-71, pero al final de ese brillante ejercicio fue traspasado al Real Madrid por ocho millones de las antiguas pesetas y la cesión de dos jugadores: Fermín y Del Bosque. El 22 de agosto de 1971, acompañado por el presidente Rafael Campanero firmó con los merengues por cuatro temporadas. Comenzó siendo titular aunque su presencia en los onces iniciales del Madrid fue decreciendo a medida que pasaban las temporadas y se hacía fuerte un joven José Antonio Camacho, con el que rivalizaba en el lateral izquierdo, y prácticamente se tiró en blanco la última de ellas. En el año de su debut, Verdugo disputó 34 encuentros de Liga más cuatro de la Copa de la UEFA, dos ante el Basilea y dos ante un PSV que los eliminó de la competición. Su estreno como jugador merengue fue en la primera jornada de Liga frente al Betis, al que derrotaron 2-0 con goles de Aguilar y Amancio. Esa fue la primera victoria de una campaña en la que logró el título de Liga. En la siguiente temporada, la 72-73, el zurdo disputó un total de 23 encuentros de Liga, más cinco de la Copa de Europa. En la tercera campaña disputó sólo 18 encuentros de Liga, mientras que en su cuarta temporada no tuvo presencia alguna en la competición oficial. Acabado su contrato con el Real Madrid, con dos Ligas y dos Copas del Rey en su palmarés y más de 80 encuentros oficiales jugados con los merengues, Verdugo se marchó al Espanyol, donde ya permaneció durante ocho temporadas, desde la 73-74 a la 82-83, club en el que coincidiría algunas campañas con su querido amigo y compañero Manolín Cuesta.

Años después llegó al conjunto de Concha Espina un joven defensa natural de Posadas: Antonio García Navajas. El maleno comenzó a jugar en el Linares, y tras brillar en el Burgos, el Real Madrid se hizo con él en el verano de 1979, abonando al conjunto castellano un montante de 35 millones de las antiguas pesetas, además de llegar al equipo burgalés jugadores como Magdaleno, Maté o Blanco. García Navajas estuvo tres campañas en el Real Madrid, hasta la 81-82, disputando un total de 36 encuentros de Liga y 15 entre la Copa de Europa y la UEFA, logrando un título de Liga y dos de la Copa del Rey. García Navajas jugó después durante cuatro campañas en el Valladolid -donde coincidiría con el también cordobés Pepín- y una en el Rayo Vallecano.

Aunque sólo se enfundó la elástica blanca del primer equipo en un partido de Liga, aprovechando la huelga de futbolistas en la campaña 84-85, también puede decir Francisco Ortiz Márquez El Perla que jugó en Primera División y en el Real Madrid. Paco Ortiz, aunque nació circunstancialmente en Mieres (Asturias), llegó cuando apenas tenía un año de edad a Montalbán, de donde procede su familia. Llegó muy joven al Castilla, de donde salió cedido al Salamanca y el Deportivo antes de hacerse con un huevo definitivo en el filial merengue, de donde salió definitivamente en la campaña 85-86 firmando en el Cartagena.

El último jugador cordobés en enfundarse la elástica del primer equipo del Real Madrid ha sido José Alberto Toril, aunque la mala suerte se cebó con él en forma de lesión, cortando su trayectoria ascendente en el conjunto blanco. Toril, natural de Peñarroya, llegó en edad juvenil al Real Madrid, ascendiendo por los escalafones inferiores de forma veloz. Con apenas 19 años, Benito Floro le hizo debutar en la ida de la primera eliminatoria de la Copa de la UEFA, en la temporada 92-93, frente al conjunto rumano del Timisoara, contra el que jugó también el choque de vuelta en el que vencieron 4-0 con goles de Míchel, Luis Enrique, Alfonso y Esnáider. Además, jugó dos encuentros de Liga, frente al Sporting de Gijón y el Albacete, en la tercera y cuarta jornada de Liga. En la campaña siguiente, la 93-94, Toril jugó en el choque de ida de la eliminatoria de la Recopa de Europa frente a los austríacos del Tirol. Tras salir de Real Madrid, Toril jugó en el Celta y el Espanyol, en calidad de cedido, y en el Extremadura, el Albacete, el Ferrol o el Numancia. Posteriormente, se incorporó como técnico a las categorías inferiores del Real Madrid, destacando su excelente trayectoria en el primer equipo juvenil y en el primer filial, al que logró ascender a Segunda División A. Además, Toril fue responsable de La Fábrica, denominación de las categorías inferiores del conjunto merengue e incluso se llegó a rumorear su pase al primer equipo en algunos momentos.

Otros dos jugadores cordobeses que en su día llegaron a firmar con el Real Madrid, pero que por unas causas u otras nunca llegaron a debutar con los blancos fueron Fede Sánchez Baena, que salió del Córdoba con destino a la casa blanca al finalizar la temporada 63-64, aunque finalmente jugó en el Recreativo de Huelva y posteriormente en el Rayo Vallecano. Otro que nunca vistió de blanco de forma oficial, aunque también estampó su firma en la cartulina blanca en la campaña 61-62 fue Pedro González Baena Pedrito.

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