El CCF arrancó su carrusel de amistosos de pretemporada con un triunfo que apenas sirve para reforzar el trabajo que el equipo lleva desarrollando desde el lunes. Un solitario tanto de Havenaar, cuando el duelo caminaba hacia el 90', rompió el empate inicial dentro de un encuentro igualado en el que los blanquiverdes mostraron que, tanto a nivel físico como futbolístico, aún les queda mucho por mejorar. El japonés, el hombre al que menos minutos dio Ferrer, aprovechó la segunda de las dos ocasiones de las que dispuso para hacer diana. Sin duda, la mejor forma de estrenarse como cordobesista.

Ferrer dibujó un once en el que mezcló veteranos y noveles, teóricos fijos con algunos que tienen las horas contadas en el proyecto. Tras una primera semana con la carga física como protagonista principal de las sesiones de trabajo, al equipo le costó superar a un rival con algunos días más de rodaje, algo que a estas alturas se nota más que la diferencia de categoría.

El partido estuvo marcado desde el inicio por las continuas imprecisiones en el centro del campo, muchas pérdidas y un juego sin continuidad alguna. Todo lejos de las pretensiones de los técnicos, si bien era algo con lo que podía contarse de antemano. Sólo la superioridad de Ekeng en la medular, evidenciando las casi tres semanas más de trabajo que acumula este verano, y los destellos de calidad de Adri Cuevas evitaron que el aburrimiento fuera a más.

Fue precisamente el jerezano el que se fabricó la primera gran ocasión recién pasado el cuarto de hora, con una internada por la derecha que finalizó con un disparo al primer palo que repelió Toni. Ahí se abrieron las hostilidades, dando paso a los mejores minutos ofensivos, al menos en cuanto a presencia, del Córdoba. Xisco también acarició el tanto al anticiparse en el primer palo a su par tras un córner botado por Abel Gómez, pero su testarazo no encontró portería por poco.

El partido se animó algo, que falta le hacía porque sólo las contadas arrancadas de Ekeng parecían sacarlo del sopor generalizado. Hasta que por fin conectaron en la tercera línea de ataque Adri Cuevas y Ryder Matos. El primero dejó solo al brasileño con un medido pase interior, que no pudo hacer efectivo por la rápida salida de Toni; el punta salvó al portero, pero cayó en su presencia sin que se apreciara un toque lo suficientemente fuerte como para decretar el penalti que pedía desde el suelo.

El CCF aparecía más por campo propio, pero no conseguía imponer su teórica superioridad. Pero las fuerzas se le fueron acabando al equipo conforme el partido se acercaba al intermedio. Fue entonces cuando el Marbella, bullicioso, pero sin presencia, por fin decidió aparecer por el balcón del área contraria. Diego Segura dejó la pelota atrás y Airam empaló con la zurda para dar trabajo por fin a Juan Carlos, que respondió bien.

La segunda mitad comenzó con el habitual carrusel de cambios. Ferrer introdujo siete novedades de inicio, manteniendo sólo a Campabadal, Uxío, Adri Cuevas -ya en su posición más centrada- y Xisco, si bien el balear apenas estuvo unos minutos más antes de dejar su sitio a Havenaar. Pero fue el Marbella, que había hecho lo propio, el que salió más brioso, con más presencia.

Mientras al CCF sólo se le vio en un par de diagonales de Fede Cartabia y contadas apariciones de Fidel, pegado a más no poder a la izquierda, el cuadro malagueño presentaba más ritmo. Aunque no lo suficiente como para crear verdadero peligro. Sólo una internada de Álex Herrera por la izquierda que obligó a Uxío a emplearse a fondo para evitar el remate a bocajarro de Carlos Portero inquietó a la zaga del Córdoba.

Un equipo que con el paso de los minutos trató de controlar la situación como Ferrer quiere, a través de mover bien el balón de lado a lado, sin prisa. Sin embargo, cuando a las piernas les cuesta, a la cabeza mucho más. Y la continuidad no fue ni mucho menos la deseada. Aún así, en esa fase llegó la primera gran aparición de Havenaar. El japonés se la dejó a Luso, pero el golpeo defectuoso del onubense le volvió, sacándose un zurdazo desde la frontal que se fue ligeramente arriba.

Falló la primera, pero no la segunda. A falta de 8 minutos para el 90, tras una sucesión de acciones por la banda izquierda, Pinillos sacó un centro con la derecha al corazón del área que Havenaar llevó a la red con un cabezazo que superó por elevación a Reina. El gol desató por momentos al CCF, que pudo sentenciar acto seguido con una internada de Fede Cartabia a la que le faltó poner una buena definición.

Con el Marbella buscando un gol que le salvara la honra en los minutos finales, el estreno del nuevo CCF se fue difuminando. Las sensaciones, cómo es lógico, deben ir a más con el paso de los días y los ensayos estivales, pues aún queda un mes para que arranque el campeonato. Pero aunque, como suele decirse, el resultado es lo de menos, ayuda a mirar al futuro con optimismo cuando es favorable.