-Vuelve cada verano como El Almendro por Navidad. ¿No está cansado? ¿Cuándo se cortará la coleta?

-Por mi cabeza pasan muchas cosas y depende del día. Quiero asumir los retos y los periodos con ilusión, se marcan por algo: en el primero, con la consecución del Eurobásket, el crecimiento femenino, el saneamiento económico; el segundo, con la preparación de la Copa del Mundo y el impulso de otros proyectos; y este tercero está marcado por la ejecución de la Copa del Mundo, la consecución del Universo Femenino en 2018 y consolidar la visión de la FEB. ¿Cuál es la diferencia? Hay que hacer reflexiones cada dos años. Cuando acabe el 14 y conozcamos cómo ha terminado el Mundial y qué ha pasado con la candidatura para 2018, tomaremos una determinación.

-Pero su mandato acaba en 2016...

-Sí, pero es básico que se hagan por periodos. Estamos a mitad de una legislatura. Debemos pensar qué es lo que hay y qué hay que afrontar. Es muy normal que si piensas en 2016 vayas más lejos, al 18, pero para eso queda aún.

-Casi un mes para el Mundial, ¿le preocupa más la imagen o el resultado?

-Los dos. La imagen organizativa es la de tu país y no sólo eso, sino el resultado económico y de proyección de futuro de otras actividades que puedas plantearte. Y el resultado deportivo es nuestro corazón, jugar en tu casa una Copa del Mundo con este equipo, aspirar a lo más alto, pensar que ese 14 de septiembre vas a tener a la selección peleando por el oro. Somos muy respetuosos, aunque sabemos que podemos estar ahí.

-¿Va la organización con la soga al cuello en las sedes?

-No, porque lo más problemático era la construcción del Gran Canaria Arena y se ha llegado a tiempo. Se ha testado muy bien y ahora tenemos que hacerlo con el resto. Bilbao no tiene problema, Barcelona tampoco y veremos Sevilla y Granada, que son las que han hecho algunas readaptaciones.

-Usted que siempre ha sido muy hincha...

-...ahora me parece que menos.

-¿Acabar fuera del podio sería un varapalo?

-No me gustaría quedarme sin podio en casa, pero más que por el presidente, por los jugadores. Tienen calidad, compromiso, esta fecha está en su cabeza desde hace tiempo. No me gustaría por ellos. En esta Copa del Mundo se junta todo: una buena edad de los jugadores, un país, una racha buena. Si nos toca la cruz, la asumiremos, pero evidentemente no estamos preparados ahora para eso.

-Tiene fama de mimar mucho a los jugadores, ¿qué les ha prometido si consiguen medalla?

-No hablamos más allá de las cuestiones organizativas previas. Están cuidados como no puede ser de otra manera. Hay que ser profesionales y darles cariño para que se sientan a gusto ellos y sus familias. Es una parte importante para que haya compromiso. Con ellos no hablamos en esta primera fase más allá de la concentración, los viajes...

-Las primas estarán habladas.

-Nunca tratamos ese asunto hasta que no termina el último partido. Entonces hablamos con el capitán. Es una muestra de confianza hacia mí y yo también en ellos. Es así desde hace años y nos ha ido bien.

-¿Pau Gasol es menos líder con el paso de los años?

-No, es el líder, una persona muy respetada en el campo, muy admirada fuera, con una madurez tremenda. El líder clarísimo en todos los aspectos. No ha tenido una temporada fácil y por tanto creo que lo es aún más. Es un jugador diferente. Nos ha dado un salto de calidad brutal y ayudado a que otros crezcan y a ser lo que somos: una selección de primerísimo nivel y un equipo por encima de los demás. Hay otras con mejores jugadores pero tenemos mejor equipo.

-¿Cómo es la relación con Marc, dos gallos en el mismo corral?

-Cuando se enfrentan son competencia, pero tienen una estrechísima relación y se complementan. Aquí trabajan para el mismo equipo y cada uno nos aporta un grado de excelencia diferente. Tienen muy claro todos que el reto final no es el de Pau, el de Marc, el de Juan Carlos, sino el general y trabajan como equipo.

-¿Inquieta que Navarro estuviera entre algodones todo el año?

-Lo conozco muchísimo y sólo sé que tiene que estar muy muerto para no jugar a su nivel. Lo hemos visto otras veces. Me quedé sorprendido en Londres, lo veías y pensabas que era imposible que pudiera rendir antes de la final olímpica. Y te mete 19 puntos en el primer tiempo. Son jugadores de otra historia. Hay gente a los que esos partidos no les gusta perdérselos de ninguna manera.

-¿Qué le transmite Orenga cuando despacha con él?

-Hablamos bastante y él con los jugadores. Se ha pegado una paliza importante con Garbajosa yendo a muchos sitios. Me transmite sosiego y nosotros a él lo mismo. Tenemos un torito fuerte, pero sabemos que si las cañas se vuelven lanzas van a ir siempre a los mismos sitios. Y lo asumimos tanto el seleccionador como el presidente.

-¿A él o a usted?

-Un ratito a él pero más tiempo a mí. Entra dentro de tu profesión.

-Dos sedes andaluzas, ¿cómo va el ritmo de entradas?

-La presencia de la selección en Granada hace que la demanda sea muy alta. Sevilla es otra sede fuerte en la que los dos más outsiders son Filipinas, que vendrá con un equipo muy bueno y estará bastante arropado, y Senegal, aunque ojo con los africanos en la primera fase. En el ritmo de entradas estamos por encima de la proyección en todas las sedes. Aparte del overbooking de Madrid, Barcelona, Granada y el que habrá en Bilbao, espero que en Sevilla y en Gran Canaria lleguemos al 80% de venta.

-¿El Mundial femenino 2018 es la guinda del pastel?

-El congreso de la FIBA es importante con la renovación de cargos, de la gobernanza de la propia organización, de proyección del ciclo en los aspectos estratégicos, en sistemas de competición. Hay una renovación del Central Board y en esa renovación me gustaría seguir siendo uno de los miembros europeos. El Mundial femenino de 2018 no se decidirá aquí, será en noviembre o diciembre en Ginebra y espero contar con una candidatura potente.

-¿Cuáles son los rivales?

-Francia está muy interesada e Israel, que ha presentado candidatura a masculino y a femenino.

-¿Si no se lo dieran a España el Mundial 2018 sería un bocado importante para las arcas federativas en cuanto a patrocinios?

-No. Hemos consolidado el patrocinio en la Federación y fidelizado bastante. Hay varios que terminan su vinculación, pero mis noticias son que continuarán y otros hasta 2016. ¿Que ayudaría el Mundial femenino? Claro. A lo que ayuda es al deporte femenino y a poder consolidar un producto con características diferentes. Pero la estabilidad de la FEB es sensata porque siempre ha crecido de manera estructural basándose en un sistema flexible: si tenemos equis, abordamos determinados proyectos; si no lo tenemos, no los abordamos.

-¿El baloncesto está hecho unos zorros sin dinero público?

-El deporte tiene una dependencia muy alta del dinero público y de la gestión del mecenas. Eso ha tenido una parte muy negativa porque muchos creían que ese sistema iba a estar permanentemente y no han mejorado en la gestión. No sé si es adecuada la palabra zorros, pero sí es un toque de atención importante. Cuando hacemos el presupuesto, la FEB mira el dinero que va a entrar y el que tiene un altísimo porcentaje de hacerlo. Así suelen salir los presupuestos equilibrados y al incorporarse otras partidas podrán ejecutarse otros proyectos. ¿Qué ha pasado en el deporte? Todo lo contrario.

-Recalca su proyecto Universo Mujer, ¿qué opinión le merece que Susana Díaz sea la presidenta de la Junta de Andalucía y su proyección nacional?

-Susana, a la que conocemos desde hace muchos años en Sevilla, se está reafirmando como una líder política. Aquí ha logrado aunar un partido en un momento complicado, pero sus decisiones están calando a nivel nacional. En estos momentos tiene la responsabilidad de actuar en la política nacional e incluso diría que en la internacional de acuerdo con un país que necesita partidos fuertes. El PSOE y el PP son necesarios para la estabilidad de España, deben estar muy coordinados. Y una de las personas que tendrá mucho que decir será Susana.

-¿Cómo ven España en el extranjero con tanta corrupción?

-Negar la existencia de un problema no es bueno. Pero España no es sólo corrupción. Es admirada fuera por ser un país muy rico en cultura, en posibilidades turísticas, en infraestructuras, muy bien dotado en sectores como la investigación. Detectados los problemas, hay que resolverlos. No creo que la imagen de España sea la de un país corrupto, sino la de una nación que lo tiene todo para salir de una crisis y para darles respuestas a los problemas que la asuelan.

-Si la selección se pega un tortazo como la de fútbol, ¿le cortaría el pescuezo a Orenga?

-El pescuezo de Orenga estará sujeto a la evaluación de por qué hemos conseguido un éxito o un fracaso. Si nos ha llevado a un fracaso, qué parte de culpa es de él, qué parte asume el presidente y qué parte los jugadores. No me gusta ponerme en la idea de un fracaso, sino en la normalidad. Si somos normales y los partidos van normales, la incidencia del entrenador será más positiva que negativa.