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Huguet relega a Ferrer

  • El técnico pasa a un segundo plano en los dos primeros días en Marbella, donde la carga física se impone al balón En principio, no habrá triples sesiones ni visitas al campo de golf o la playa

"Habéis tenido mala suerte, porque estas últimas sesiones en Marbella han sido más físicas, pero el míster ha dado mucho protagonismo al balón siempre que ha podido desde su llegada, y eso no ha cambiado este año". Iago Bouzón restó importancia al hecho de que la pelota haya sido relegada a un plano secundario en los dos primeros días de trabajo en el stage de concentración de la Costa del Sol. Porque aunque no ha sido la nota predominante hasta la fecha, lo cierto es que las jornadas iniciales de trabajo en el Marbella Football Center han sido de una tralla física notable, de esas que gustan poco o nada a los profesionales, lo que motivó que Albert Ferrer decidiera dar la primera tarde libre al grupo ayer. Hoy volverán las dobles sesiones, con vistas ya al primer compromiso de mañana ante el Marbella, en las que la pelota, instrumento indispensable en la forma de entender el fútbol del preparador cordobesista, volverá a tomar bastante importancia.

El actor principal en el arranque de la concentración es Marc Huguet. Albert Ferrer ha dado un paso al lado para dejar en manos de su preparador físico de confianza las riendas. Después de unos primeros días de pretemporada en Córdoba bajo un intenso calor, la suavización de las temperaturas está permitiendo que el equipo técnico trabaje de una forma más exigente el aspecto físico. Porque en los dos primeros entrenamientos a orillas del Mediterráneo poco más se ha podido ver. El balón apenas como elemento disuasorio para la mente de los jugadores, explotados con ejercicios de fuerza, potencia o resistencia que luego harán más llevadera la exigencia de la temporada. Sobre todo ahora que toca lidiar con los mejores del mundo en Primera División.

Algo que, en principio, llama la atención. Porque la metodología de trabajo del técnico cordobesista pasa inexorablemente por el contacto con la pelota. Ya lo intentó a su llegada en febrero, aunque luego las particularidades del grupo le obligaran a buscar un nuevo camino hacia el éxito; y ahora lo está exponenciando, entendiéndose así la llegada de tanto jugón para la línea de tres cuartos. Una idea que ya expuso el miércoles el barcelonés en su primera comparecencia de prensa del verano y que a buen seguro podrá verse cuando el balón empiece a rodar con la ronda de amistosos estivales.

Como corresponde a estas alturas de la pretemporada, las tres horas escasas que la plantilla del CCF acumula de trabajo en la Costa del Sol, han sido de una exigencia máxima. El jueves, poco después del comienzo del stage, los futbolistas ya sudaron de lo lindo bajo la batuta de Huguet. Ayer, en la única sesión, matinal, tres cuartos de lo mismo. Con la instalación al completo del MFC a su servicio, Ferrer volvió a ceder la vara de mando a Huguet, que dibujó otros circuitos para exprimir a sus pupilos. Los primeros de velocidad y resistencia; los segundos de fuerza y potencia. Siempre bajo la atenta mirada del resto del cuerpo técnico, que apenas si tuvo que intervenir. El final de la sesión fue un campeonato de futvoley, con equipos de tres. Una forma de relajación tras la batalla.

Aunque nada comparable a la tarde libre que el preparador blanquiverde regaló a los suyos. Es la primera de la que disfrutan desde que regresaran las vacaciones el pasado lunes. Desde entonces, siempre han estado exigidos mañana y tarde -ese primer día con los reconocimientos- hasta que ayer pudieron disfrutar de las bondades de la zona. Algunos jugadores tomaron el autocar con destino a Puerto Banús, la capital del lujo en la Costa del Sol, donde dar rienda suelta por unas horas antes de volver a calzarse hoy las botas. Los técnicos quedaron al margen, trabajando. Primero cerrando el método de utilización del tema audiovisual durante la temporada y luego visionando en directo el terreno de juego del Municipal de Marbella,que será el escenario mañana del primer amistoso del verano, con el conjunto local como enemigo.

Hoy tocará trabajar la táctica, con el balón como fiel aliado. De hecho, esa particular forma de entender el fútbol de Ferrer hará difícil que se repitan imágenes de otras pretemporadas veraniegas. En un principio, la expedición no tiene previsto realizar sesión alguna a orillas de la playa, entre los distintos veraneantes de la zona; tampoco parece que pisarán ninguno de los varios campos de golf de la zona, salvo para practicar algunos hoyos los que de verdad le pegan a los palos, que son varios en la plantilla. Eso empuja a que no habrá ninguna triple sesión. Sólo dobles, como la de hoy, y simples, como la de ayer y presumiblemente mañana. Porque el cuerpo técnico es poco amigo de entrenarse antes de afrontar un partido. Quizás por estar inmerso en la fase de preparación cambia el guión, pero eso hasta esta noche no se conocerá.

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