El gran damnificado por el cambio de estilo introducido por Albert Ferrer en las últimas tres semanas es, sin lugar a dudas, José María López Silva. El onubense ha pasado de ser intocable en el once a un habitual en el banquillo, hasta el punto de que en Alicante no jugó ni un solo minuto por primera vez en la temporada. El volante sólo se había perdido tres partidos -todos por sanción-, lo que hasta semana lo convertía en el jugador de campo con más participación, sólo por detrás del portero Saizar. Curiosamente, ahora ninguno de los dos está sobre el verde, si bien los motivos de uno y otro son muy diferentes.

Renovado a final de la temporada pasada hasta junio de 2015 con la posibilidad de una tercera y una cuarta por objetivos, López Silva ha sido un jugador fundamental desde su llegada en junio de 2011. El onubense participó en 39 choques (3.173 minutos) el primer año (4 goles) bajo las órdenes de Paco Jémez y se quedó en 35 (2.459) con el mismo número de dianas el último ejercicio con Rafa Berges y Juan Esnáider.

En el curso actual, sus números hasta la fecha (31, 2.514, 2) reflejan igualmente la importancia del ex del Cádiz en el proyecto. Pablo Villa le mantuvo los galones desde el inicio y, durante la etapa del madrileño al frente del CCF sólo se perdió el compromiso a domicilio en Lugo al cumplir su primer ciclo de amonestaciones. Anotó el gol de la victoria en Riazor.

Su única suplencia llegó ante el Eibar (0-2), a la postre el partido del cambio de ciclo en la temporada. Una semana más tarde, bajo la interinidad de Luis Carrión, volvió a quedarse en el banquillo ante el Numancia (3-0) y cuando saltó al campo vio una amonestación más, la décima, que le impidió estar en el estreno de Ferrer con el Jaén (0-0). Su tercera ausencia por castigo administrativo coincidió en el arranque de esta racha victoriosa en El Molinón (1-2) como consecuencia de la expulsión sufrida ante el Murcia en un partido en el que firmó su segundo tanto en este campeonato.

Esa acción, que no tuvo reprimenda pública alguna por el técnico luego en su comparecencia de prensa postpartido, sí ha resultado fundamental para que López Silva desaparezca de los esquemas de Ferrer. Ante el Alcorcón, el volante diestro vivió su tercera suplencia por decisión técnica. Pero aún quedaba algo más. En Alicante ante el Hércules, el onubense volvió a empezar el encuentro en el banquillo, aunque esta vez ni siquiera llegó a saltar al terreno de juego. Juanlu, que aporta bastante más equilibrio defensivo, parte ahora con ventaja.