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Fran o un giro al 'clasicismo'

  • Las bajas seguras de Obiora, Pelayo y López Garai dejan a Ferrer con sólo tres futbolistas para el doble pivote de contención Con Luso fijo, el canterano es la alternativa más sólida y Abel Gómez, la natural

El doble pivote se ha convertido en la base de los equipos en el siglo XXI. La ubicación de dos futbolistas por delante de la defensa es una tónica habitual en la mayoría de entrenadores. Pero no todos optan por el modelo compensatorio de unir a un jugador de carácter más defensivo con otro de corte más creativo. Albert Ferrer es uno de ellos. El técnico del CCF en sólo nueve partidos al frente de la nave ha variado del dibujo clásico a una pareja jugona para al final quedarse con un dúo de stopper que no pierdan nunca la posición y le permita tener siempre a seis hombres por detrás de la pelota. Es el patrón con el que ha despertado el equipo, el que ha otorgado una serie de tres triunfos consecutivos, y del que difícilmente se moverá el técnico en lo que resta de campeonato. Sólo las bajas, como las que esta semana con vistas a la visita del Mirandés se le acumulan, podrían hacer al barcelonés cambiar de opinión, aunque opciones mantiene en el plantel para no tocar lo que le está funcionando.

De momento, lo único seguro es que el Córdoba tendrá que mover nuevamente su alineación el sábado. Ayer se confirmó la baja de López Garai, que se suma a la ausencia, también en el centro del campo, de Pelayo, por sanción. Si a eso se le añaden las lesiones de larga duración de Carlos Caballero y el nigeriano Obiora -el meta Saizar es el otro inquilino de la enfermería en estos momentos-, el resultado es que a Ferrer sólo le quedan tres mediocentros: Luso, Abel Gómez y Fran Cruz.

Atendiendo al modelo y la elección del técnico blanquiverde en las últimas semanas, Luso aparece como intocable por delante de la línea de cuatro defensiva. Es cierto que no ha tenido ese cartel desde la llegada de Ferrer, pero las circunstancias mandan. El aragonés ya fue el elegido en Alicante para tapar el hueco que dejaba Obiora, titular las dos semanas precedentes, antes que Abel Gómez, al que no le valió de nada su gran actuación en la remontada al Alcorcón.

Este dato, al que se suma el hecho de que ante el Hércules fue Pelayo el que entró para suplir al lesionado López Garai, es el que coloca a Fran Cruz como la alternativa más sólida para situarse junto a Luso ante el Mirandés. Al canterano no le es extraña esa posición, ni mucho menos. Al margen de sus actuaciones ahí durante la pasada campaña en el filial y en los primeros meses de este 2014 aún con Villa en el banquillo, Albert Ferrer lo ha utilizado también con relativa asiduidad en ese puesto.

De hecho, ante Las Palmas formó pareja con Pelayo, en la que es su última titularidad hasta ahora. Aquella tarde, el técnico achacó a su tendencia a meterse atrás los problemas que tuvo el equipo para controlar a los insulares, sobre todo en la primera mitad. Sin embargo, eso no le frenó en semanas posteriores. De hecho, en la visita posterior del Lugo, Fran Cruz ingresó en el campo a falta de 15 minutos para colocarse junto a Luso y tratar de aguantar el 1-0 que reflejaba el marcador; no salió bien la jugada, los gallegos empataron y la sensación fue muy mala. Mejor estuvo la cosa en Gijón, cuando volvió a juntarse con el aragonés después del desfallecimiento físico de Obiora. Ya entonces, el CCF ganaba 0-2, un resultado que pudo mantener para iniciar una trayectoria ascendente que el sábado tiene una nueva reválida ante el Mirandés.

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