Un par de resultados positivos, el despegue con la zona de peligro y el hallazgo de un estilo que parece que funciona han cambiado la cara a este CCF que hace sólo un mes deambulaba casi moribundo por los campos. Ahora, el equipo vuelve a creer en lo que hace después de varias semanas de experimentos fallidos y está en disposición de dejar la temporada casi finiquitada en cuanto a sustos se refiere. La receta no es sencilla y pasa por hacer en Alicante lo que no ha logrado en todo el campeonato: ganar por tercera jornada consecutiva, con el añadido de hacerlo, además, ante un conjunto metido de lleno en el fango... y en un escenario tradicionalmente hostil. Pero, claro, también lo eran Riazor, Montilivi o El Molinón y ya se sabe qué pasó...

Tras tocar fondo con el empate casero ante el Murcia, Ferrer decidió tirar por la calle del medio. Dejó a un lado los conceptos que traía apuntados en su libreta, pasó de agitar el once en busca de algo que es imposible que aparezca y empezó a confiar en un modelo y un bloque que, por ahora, le está respondiendo. Al menos, en cuanto a resultados, pues hay mucho que pulir aún. Pero con un grupo reducido, dando continuidad al once salvo casos de fuerza mayor y con ese colchón de seguridad que da verte de nuevo con una ventaja de seis puntos con los puestos de peligro, todo es mucho más sencillo.

Una semana más, el técnico barcelonés prescindió en la convocatoria facilitada ayer del central Iago Bouzón y el lateral Samu, a los que esta vez se unió Nieto, sin protagonismo en las últimas fechas por el buen hacer de Pedro. Obiora, lesionado pese a la ausencia de parte médico que confirme la gravedad de su dolencia, y Mendi salen también respecto a la citación que estuvo ante el Alcorcón. En su lugar regresan Luso, Pelayo y Xisco, aunque en principio los tres deberán arrancar en el banquillo.

Porque si hay algo que funciona, para qué tocarlo. Con todo, surge la duda de qué hará Ferrer para taponar las vías de agua alicantinas. Su apuesta desde que perdió a Abel por lesión fue juntar a dos pivotes de marcado carácter defensivo, pero la lesión de Obi fue, sin embargo, la mejor noticia para remontar el último choque. Ahora, el sevillano ya tiene más ritmo de competición y lo normal es que se mantenga en el equipo porque equilibra y, además, tiene capacidad para jugar la pelota. Lo contrario sería sumar Luso a Garai... Aún así, lo único claro es que el CCF no saldrá a dominar al Hércules. Tratará de jugar con sus miedos, con ese recuerdo a las cinco jornadas precedentes sin vencer, con ese descenso que acecha... Situación crítica que los blanquiverdes han superado.