Hoy puede ser el día clave para que Dani Pacheco acabe siendo jugador del Córdoba. El club blanquiverde ya ha reconocido abiertamente que el mediapunta malagueño es uno de sus objetivos para dejar la plantilla cerrada, tanto que el presidente aseguró ayer que "o vienen Pacheco y Uli Dávila o no viene nadie". El problema es que la solución a ambos casos no depende del CCF, sino de sus clubes de origen, que deben liberar a los futbolistas para que lleguen a El Arcángel. González anunció el pasado lunes la llegada de los dos futbolistas "para esta semana", aunque el sábado tuvo que recular consciente de que no maneja todas las cartas. El sábado indicó que ambos quieren venir al Córdoba y que la entidad ya ha llegado a un acuerdo con sus agentes, pero ahora toca cerrar las operaciones con dos de los clubes más grandes de la Premier: que el Liverpool rescinda el contrato de Pacheco y que el Chelsea apruebe la cesión del mexicano.

Hasta entonces, el jugador sigue entrenándose en solitario en su ciudad mientras negocia su rescisión de contrato con el Liverpool, algo que podría suceder en las próximas horas. "Mañana espero saber algo", indicó ayer el futbolista, al que sus representantes -la empresa Bahía, con José Antonio Mártín Petón a la cabeza- han recomendado que no haga declaraciones hasta que se zanje su vínculo con el club de Anfield.

Todo después de que el entrenador de los reds, Brendan Rodgers, le comunicara que no cuenta con él, algo que constató el pasado 16 de julio cuando no le incluyó en la lista de expedicionarios que hicieron la gira por Asia y Australia. Hasta entonces, Pacheco había completado las primeras semanas de pretemporada, llegando a jugar en el amistoso ante el Preston, pero su sueño de formar parte de la primera plantilla del Liverpool quedó frustrado una vez más.

Y todo en el último de sus seis años de contrato con el equipo de Merseyside. El futbolista (Pizarra, 5 de enero de 1991) firmó por los reds en 2008 y antes de cumplir los 18 años debutó con el primer equipo tanto en la Premier League como en la Liga de Campeones, llegando a vestirse en 14 ocasiones la camiseta roja. Sin embargo, no tuvo continuidad y comenzó una serie de cesiones que le llevaron al Norwich (2011), Rayo Vallecano (11-12) y Huesca (2013), una dinámica que Pacheco quiere romper zanjando el año de contrato que le queda y negociando en libertad su próximo equipo. Celta y Alcorcón sonaron como posibles destinos este mismo verano, pero el Córdoba ha tomado la delantera y a estas alturas parece la única opción cuando apenas faltan cinco días para empezar la Liga.

Algo distinto y con un plazo más largo es el caso de Ulises Dávila, que también vive días clave para saber cuál será su futuro. El mexicano no cuenta para Mourinho en el Chelsea y se entrena con el conjunto sub 21. De hecho, ha completado toda la pretemporada con el equipo, pero el pasado viernes no jugó ni un minuto en el primer partido de la liga de filiales que los blues jugaron contra el Tottenham, lo que confirma que su salida es inmediata. El delantero, que la pasada temporada militó en el Sabadell, está buscando un nuevo préstamo, ya que además no puede jugar profesionalmente en Inglaterra al no tener el permiso de trabajo. El Córdoba es posiblemente su opción favorita, pero no es la única.

Y ése es el problema. La pasada semana se dio por hecho un acuerdo con el Twente de la Eredivisie holandesa -Ulises ya jugó hace dos años en el Vitesse-, pero la operación no está cerrada. El representante del jugador, Matías Bunge, no suelta prenda y deja abierta la puerta del cuadro holandés, limitándose a decir que "son cosas que se están hablando. El tema todavía está muy abierto y se está analizando". Al mismo tiempo, reconoce la opción del CCF y de un tercer club europeo interesado en el jugador. Con todos los frentes abiertos, el agente apuntó a esta semana para tomar una decisión, pero ayer estiró aún más el plazo: "hasta el 31 de agosto".