Joselu, Ayina... y Adrián Sardinero. El Córdoba ya tiene atado a su tercer refuerzo para la temporada 2012-13. El madrileño confirmó ayer que "está todo hecho" y sólo es "cuestión de horas" que se haga oficial su pase al equipo blanquiverde. El atacante, que llegará libre tras alcanzar un principio de acuerdo con el Getafe para la rescisión de su contrato, que expiraba en junio de 2014, firmará por dos o tres temporadas por un club que se ha convertido en "atractivo" tras el último ejercicio.

"Ya casi está hecho. No se ha cerrado nada porque mi agente ha tenido que viajar hoy (por ayer), pero está todo hecho, sólo es cuestión de horas", aseveró Sardinero desde Madrid, donde apura sus vacaciones tras haber disfrutado en los días previos de un viaje de placer. El futbolista, que cumplirá en octubre 22 años, espera "con la maleta hecha" la llamada de su representante para vestirse por primera vez de blanco y verde.

El verano pasado ya dijo no para aceptar la propuesta del Hércules, un club en el que jugó 30 partidos (14 titular) para acumular 1.352 minutos en los que metió cuatro goles. Porque Adrián es un hombre de banda, aunque en las últimas campañas ha actuado con relativa asiduidad como referencia. "El año pasado ya se interesaron por mí, pero decidí ir a Alicante porque creí que era la mejor opción. Ahora han vuelto a mostrar mucho interés y eso es de agradecer", apuntó el jugador, que considera que el Córdoba es "un equipo atractivo que tiene un proyecto ambicioso".

Y lo dice con propiedad, porque ya ha mantenido una conversación privada y en persona con el presidente, Carlos González, que terminó de convencerlo. "En el verano te vienen mil historias, y hasta que no firmas puede pasar de todo, pero ahora mismo si no vienen el Madrid o el Barcelona, el Córdoba es una muy buena opción. Ya me veo allí; estoy esperando que llegue ese momento", argumentó un futbolista que tiene "buenas" referencias de la ciudad y "mejores aún del equipo".

Con Adrián Sardinero, la entidad seguirá con la política de sus últimos fichajes jóvenes y quedará atado por dos o tres años porque "de lo que se ha hablado es de que sea a largo plazo". Con esta operación, el CCF se garantiza un buen sustituto para Borja si llegara a salir, aunque el madrileño no se ve como "sustituto de nadie". Porque él quiere escribir su propia historia en Córdoba. El primer capítulo está a punto de cerrarse.