Bruno Márquez y Loli Jiménez Guardeño lograron la victoria en Cañero, que un año más volvió a ofrecer todos los ingredientes que hacen grande a una prueba popular. Una mañana soleada, una excelente puesta en escena, mucho atletismo del bueno y una multitud en las calles fueron el contexto de una cita que vibró especialmente aplaudiendo a su mejor atleta, a Alfonso Mármol, el Abuelo.

Porque Cañero volvió ser una de las carreras más bonitas de la temporada, gracias sobre todo a que los atletas pusieron el espectáculo desde el primer metro. A todo eso colaboró el hecho de que los principales favoritos vieran en la línea de salida a José Bueno, un enemigo inesperado para los atletas que están luchando por las victorias en este inicio de temporada. Con el castreño en liza el gallinero comenzó a revolucionarse provocando una salida en tromba en la que hasta una decena de corredores quisieron tomar posiciones en la lucha por el triunfo.

Bruno Márquez forzó la máquina con su particular versión del Test de Cooper, tratando de romper la carrera en los primeros 12 minutos con un ritmo altísimo. José Bueno aceptó el reto y se fue como una gacela tras sus pasos, mientras que un grupo formado por el marroquí Aliz Malid, Laureano García, Juan Moreno, Medro Yuste y Carrillo Pizarro miraban la pelea desde algo más lejos.

Los dos primeros kilómetros, a un ritmo propio de la pista, hicieron que la cabeza se estirase con los dos primeros marcando la pauta y una larga hilera al primer paso por la línea de meta con Juan Moreno algo más descolgado. Entonces Márquez cambió el ritmo y despegó en unos metros a un Bueno todavía lejos de su mejor forma y que acabó optando por la retirada. El magrebí Malid fue perdiendo fuelle, mientras que por detrás Laureano García tomó el protagonismo con una remontada que le permitió alcanzar al líder al paso por el kilómetro siete.

El nuevo escenario de la carrera se planteó en el kilómetro ocho, cuando a Márquez y García se les unió Juan Moreno, que recuperó metros superando a cinco corredores hasta plantarse en la pelea por la victoria. El montillano se deshizo de Laureano y se fue a por Bruno, pero éste supo dosificar su escasa ventaja para plantarse en la meta como vencedor con un tiempo de 29.12, por delante de Moreno (segundo con 29.21) y de Laureano García, que completó el podio con 29.29.

Menos competida fue la prueba femenina, con una escasa participación y dominada de principio a fin por Loli Jiménez. La corredora egabrense ya tenía una ventaja abrumadora al primer paso por la línea de meta, distancia que mantuvo hasta vencer cómodamente con 34.38, sacando más de seis minutos a la segunda clasificada, Miguela Cerro (40.44) y a su hermana Azahara (42.08).