A las 17:00 de esta tarde, cinco horas antes del inicio de un Betis-Córdoba de alta trascendencia -deportiva y económica-, la sociedad anónima blanquiverde celebrará en las dependencias del estadio El Arcángel su Junta General de Accionistas. El consejo de administración expondrá ante los asistentes las cuentas de la entidad, marcadas por tintes austeros, aunque el presupuesto que se presentará para su aprobación será finalmente algo más alto que el que Carlos González, presidente y dueño de la mayoría del paquete accionarial, anunció a su llegada. Aunque las estimaciones del empresario tinerfeño rondaban los cinco millones y medio de euros, la cantidad final será de 7,1. Con todo, se trata de la cifra más baja de los últimos tiempos, inferior a los 8,1 que se presupuestaron en el ejercicio anterior y que finalmente se dispararon hasta los 10,3 millones.

La cita se ajustará a los patrones habituales, con el informe de gestión del presidente, el examen de las cuentas de la temporada anterior y la propuesta del presupuesto para su aprobación. Se espera también que se aborden otros temas de actualidad, como la situación del Concurso de Acreedores en el que está inmersa la SAD, además del estado en que se encuentran las conversaciones con el Ayuntamiento para lograr, a través de una empresa mixta, la cesión del uso del estadio El Arcángel para su explotación comercial. De la concreción de este proyecto, que podría ser inminente, depende gran parte del futuro económico del Córdoba y su plan para salir del concurso de acreedores, en el que entró el pasado mes de mayo.

El consejo de administración presentará unas partidas de gastos mucho más ajustadas que las del anterior equipo de gobierno, cuyos errores de cálculo resultaron muy dañinos. Entre las principales previsiones se encuentran los ingresos por taquilla (322.000 euros, mientras que en el ejercicio anterior se presupuestaron 1,3 millones por venta de localidades que luego se quedaron en 405.000). Los ingresos por traspasos de futbolistas, sin sustancia otros años, cobran ahora fuerza con los nombres de Borja o Hervás, piezas muy apetecibles.