Copa del rey

Una Copa con cuchara (0-1)

  • El CCF se clasifica para la tercera eliminatoria gracias a un tanto de Quero en el minuto 89 tras un gravísimo error del exblanquiverde Rubén. Los blanquiverdes estuvieron a merced del Murcia.

Mientras España certificaba el billete para la Eurocopa del año que viene, el Córdoba de los suplentes se agarró a la épica para seguir vivo en la Copa del Rey. La buena imagen sin resultados de la Liga se transformó en una victoria por la mínima y sobre la bocina en la Nueva Condomina, donde el Murcia expuso más sobre el campo. Pero su fatigado rival se apoyó en las paradas de Arias y en un golazo de Quero. Un portero y un chispazo. Y que pase el siguiente.

Paco se había dejado en casa a Alberto García, Cristian García, Tena, Gaspar, Alberto Aguilar, Borja García, López Silva y Charles, más los lesionados Pepe Díaz y Carlos Caballero. En la convocatoria sólo había tres de los que fueron titulares en Valladolid, y todos ellos se vieron relegados al banquillo: Fuentes, Javi Hervás y Patiño. El técnico sacudió la alineación para sacar un once completamente distinto al de tres días atrás, con hasta seis jugadores debutando como cordobesistas en partido oficial: el arquero internacional boliviano Carlos Arias, Astrain, Cerra, López Garai, el portugués Afonso Taira y el uruguayo Sebastián Balsas. Junto a ellos, los profesionales David Prieto, Quero y Fernández, quien ejerció como capitán y padrino de otro novato, Carlos Martínez. Como remate, Javi López, ya bautizado en Zorrilla.

El Murcia, con el ex blanquiverde Rubén Párraga y el pretendido Borja Bastón de inicio y el 4-3-3 como sistema táctico, salió con el propósito de pagar al Córdoba con su misma moneda: presionando muy arriba para evitar la salida cómoda desde atrás. Apenas habían transcurrido tres minutos cuando Arias realizó su primera intervención en España al blocar un cabezazo picado de Iván Amaya, demasiado solo tras un córner largo de Pedro. El pivote internacional chileno Iturra marcó el son en el arranque, con la adelantada defensa visitante sufriendo en cada pelotazo a su espalda.

Se alcanzó el cuarto de hora con una volea alta de Nico tras una cabalgada de Pedro por la izquierda. El CCF apenas trenzaba y llegaba tarde a casi todos los balones; Jémez se desgañitaba. Por no hablar de la primera combinación en condiciones, ya en el 18', con centro de Javi López y tímido testarazo de Balsas con todo a favor. Eso no se le puede escapar a un ariete.

Fernández vio la primera amarilla por cortar de manera aparatosa y ya en la frontal del área propia un vertiginoso contragolpe tras un córner a favor. Ay, el repliegue… Fue el preludio de un cabezazo alto de Amaya -otra vez desmarcado en una acción de estrategia-, un zapatazo sin excesiva fuerza de Javi López y una contra mal lanzada por un Carlos Martínez impreciso en su estreno. Tampoco estaba acertado Lesma López, un árbitro poco fiable. Todo estaba en al aire.

Arias salvó el 1-0 en el 34', deteniendo con los pies el remate a bocajarro de Borja tras un magnífico pase al hueco de Richi y un centro al primer toque del talentoso Cerrajería, cedido por el Athletic. Al Córdoba, sin continuidad en el juego, le quedaba el afán de Javi López, quien volvió a probar a Javi Jiménez desde fuera del área. Afinando la puntería. Mientras, el recurso del balón parado, siempre con Quero como ejecutor de roscas académicas, goteaba sin fructificar. El menudo interior, ayer pegado a la izquierda, habilitó a Balsas en una transición sin consecuencias por la lentitud del tanque charrúa e inquietó al guardameta con un buen chut tras una diagonal.

Progresivamente, el CCF se había ido enchufando. Sin embargo, el descanso le sentó mal, ya que el Murcia recobró el dominio y la sensación de peligro. Así, Arias volvió a sofocar en el 50' el fuego que pretendía activar Borja, lento en la resolución después de un pase picado del central Luciano. Ay, esa zaga tan osada… La reanudación también dejó dos zapatazos y una colada -conjurada por David Prieto- del canterano Nico, muy activo por la derecha; por la izquierda, Pedro retaba a Fernández. Sin templanza en el eje, Paco tiró de Javi Hervás en detrimento de Taira.

El asistente abortó el primer instante lúcido de Carlos Martínez, que dejó solo a Balsas con un pase medido. Así estaba el Córdoba: fuera de juego. Hasta el punto de que Jémez quitó a un central sin aparentes molestias físicas, Astrain, para reforzar la retaguardia con el imberbe Bernardo. Antes, Samuel y Patiño habían renovado las vanguardias en sustitución de Borja y Javi López, respectivamente.

El único equipo que profundizaba era el Murcia. E Iñaki Alonso metió una marcha más con Isaac Jové, que en su primera incursión propició un alboroto saldado con tarjeta para él tras una arriesgada entrada de Cerra a Cerrajería -valga la redundancia- dentro del área; no había ni 4.000 personas en la Nueva Condomina, pero la rabia retumbaba. A pesar de la evidente inferioridad, a pesar de que faltaba un cuarto de hora y la prórroga se antojaba un mal menor, Balsas acarició el gol con un cabezazo de espaldas al arco -Javi Jiménez se la había tragado por arriba- a raíz de una falta cerrada por Javi Hervás.

El Córdoba estaba frito. Con Martínez fuera con la pierna izquierda agarrotada y Cerra acalambrado, Isaac hizo gala de su energía para desbordar o tirar. Sólo cabía un milagro para pasar de ronda. Más bien, un milagrito… detrás de otro: horrorosa cesión atrás de Rubén y excelsa definición de Quero, que pasaba por allí y emuló al mejor Raúl González Blanco con una cuchara de lujo. Cuánta sangre fría en un cuerpo tan pequeño.

El Murcia se lanzó arriba con sólo un minuto por delante, más los cinco de descuento. Con el central Amaya arriba, pugnando por los balones aéreos. En una de ésas, Richi tocó por encima de Arias, que se lució con una palomita que valía una eliminatoria. Ayer al Córdoba, en un guiño copero, le tocó ganar sin merecerlo.

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