El perfil del candidato · José Luis Vilches

Un hombre inquieto acostumbrado a las curvas

  • El aspirante de Ciudadanos regresa más de diez años después a una ciudad donde ya mandó mucho. Su salto a la política no sorprende.

JOSÉ Luis Vilches es un hombre acostumbrado a la velocidad y a las curvas cerradas desde muy joven y eso ha marcado su vida. Campeón de rallies aterrizó en Córdoba en los setenta para protagonizar en pocos años un ascenso meteórico que le situó como presidente de la Confederación de Empresarios (CECO) y de la Cámara de Comercio y en uno de los protagonistas de la vida de aquella Córdoba de Julio Anguita. Eso fue hace treinta años; ahora, con la misma determinación y estrategia planificada, este manchego de nacimiento de 73 años se plantea su entrada en Capitulares como cabeza de cartel de Ciudadanos para ocupar un lugar determinante en la futura gestión municipal. Y lo hace movido por "la misma inquietud que le ha caracterizado como empresario, no por otros motivos", destacan desde su entorno.

El aspirante del partido naranja puede ser un desconocido para la gran mayoría de los cordobeses, pero aquellos que se mueven en ámbitos empresariales y políticos de la ciudad desde hace tiempo lo conocen bien, muy bien podríamos decir. Tan bien que a pocos ha extrañado su incursión en la política local pues ya en los años 80 y 90 José Luis Vilches no ocultaba sus aspiraciones. Eso era cuando tenía una posición dominante, estaba bien situado en la sociedad cordobesa y daba muestras de una energía y unas ganas de movilizar a una ciudad anquilosada que hasta sus más furibundos detractores le reconocen. Ahora la situación es diferente, el candidato tiene más de siete décadas a sus espaldas y regresa a la ciudad tras una profunda reflexión y una amplia ronda de consultas. Fiel a su estilo, Vilches ha planificado con esmero todos sus movimientos para liderar la lista naranja aunque eso -también en su mejor estilo- haya venido acompañado de cierta polémica dentro del propio partido. Pero volvamos al principio.

Triunfador en su faceta como piloto de rallies, José Luis Vilches aterriza en Córdoba a mediados de los 70 para ser gerente de la famosa Renault de Millán y alcanzar desde allí la presidencia de la Federación Andaluza de Talleres de Automóvil. Son buenos años que le hacen subir en la escala de representación empresarial. En 1984 llega a la presidencia de CECO y hasta el 87 realiza una ingente labor para profesionalizarla y abrirla a la provincia y a otras organizaciones. Es una etapa brillante que lleva a que incluso le miren con buenos ojos desde la sede central de la CEOE en Madrid por su dinamismo e inventiva. No obstante, en esa época ya comienza a dejar muestras de su carácter "especial", tal y como le define una persona que trabajó con él varios años. Un carácter que es el principal punto débil que ofrece el candidato de Ciudadanos. Tras CECO vienen la Cámara de Comercio, una aventura periodística en la puesta en marcha de Nuevo Diario que acabó como el rosario de la aurora, una efímera presencia en el Consejo Social de la Universidad, un regreso fallido a la presidencia de CECO -con ruptura de relaciones con el alcalde Merino incluida- y la presidencia de la DO Montilla-Moriles. Como se ve, todo un currículum en la vida local tras el que decide marchar a Marbella para afrontar allí varias aventuras empresariales.

¿Y por qué tras más de una década decide volver a Córdoba y embarcarse en la aventura política? Quienes le conocen insisten en que esa era una idea que le rondaba la cabeza desde hace muchos años y para cuya consecución ha encontrado en Ciudadanos una vía espléndida con la que hacer realidad sus ganas de sentarse en un sillón de edil de Capitulares. "Está aquí para reconfortarse personalmente", afirman los más críticos, "porque no tiene necesidad económica alguna". Otros más benévolos atribuyen esta decisión a su "inquietud por Córdoba, de cuyo arte y cultura siempre ha estado enamorado". (Hablan maravillas de una casa que compró cerca de la casa del pañuelo). Cierto es que Vilches no ha engañado a nadie para alcanzar la posición que tiene y que desde el primer momento en el que decidió embarcarse en esta lucha dijo que él venía a ganar y a ser la cabeza visible del proyecto naranja. Las cosas claras, una característica muy suya. Una claridad (o vehemencia si se quiere) que le ha llevado en más de una ocasión a tener sonados enfrentamientos con quienes le han llevado la contraria; enfrentamientos que en los ochenta llegaron incluso a las manos con algún representante sindical que osó desafiarlo. Muchos atribuyen esa dificultad para aceptar las argumentaciones ajenas a un carácter "complejo" y con aires soberbios y un tanto despótico y despectivo. "José Luis no negocia", señala otro conocedor de su trayectoria, "él siempre lleva la razón", concluye.

Sin embargo, al candidato todas estas críticas le dan igual. Confiado en sus posibilidades no se cansa de repetir que él viene a traer a Córdoba su experiencia como empresario y "a trabajar por Córdoba". Reconoce que ha habido tensiones en el seno de Ciudadanos alrededor de su candidatura -sucedidas, cierto es, después del éxito de las autonómicas, pues antes nadie había dicho nada-, pero tiene tal fe en sus opciones que muchos dicen que hasta ha puesto de su bolsillo el piso que sirve de sede a la organización e incluso está sufragando parte de la campaña con sus ahorros. Como se ve, un proyecto personal que habrá que ver cómo encaja en el liderado por Albert Rivera y que está llamado a ser la llave del gobierno en toda España.

Por ahora, Vilches se limita a decir que tras las buenas expectativas que le dan las encuestas -el sondeo de Commentia para el Día le otorga cuatro actas de concejal- será la mesa nacional la que decida los pactos. Habrá que ver hasta qué punto es cierto eso, si los años han limado las aristas de un "carácter complicado" y si el aspirante no hace realidad la frase con la que le define un antiguo colaborador: "José Luis Vilches es, sobre todo, de José Luis Vilches".

josé luis vilches

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios