Educación La aplicación de los nuevos criterios del proceso de matriculación

La odisea de encontrar plaza

  • La ampliación de las zonas de escolarización y el nuevo baremo desconciertan a las familias · Los colegios concertados apenas cuentan con puestos en Primaria

Vivir justo en frente del colegio que se quiere ya no es garantía de conseguir una plaza escolar. La ampliación de las zonas de influencia ha provocado que algunos centros registren una avalancha de peticiones por parte de las familias que antes ni siquiera veían la posibilidad de encontrar un hueco en ellos. Los cambios introducidos por la Delegación de Educación abren un nuevo panorama en el proceso de escolarización que ya comienza a registrarse en los centros y que no deja indiferente ni a los colegios ni a las familias. Se trata de una serie de transformaciones con las que los centros han visto rebajar su carga de trabajo a la hora de conceder las plazas -ya no se harán cargo de los clásicos sorteos- y con las que la Junta aspira a conceder el mayor número de puestos en primer lugar.

Sin embargo, la realidad es bien distinta de esta aspiración, ya que sólo el hecho de la ampliación de las zonas de influencia y de que el domicilio familiar prime sobre el laboral, va a dejar a numerosos padres sin la plaza en el colegio que han elegido para sus hijos como primera opción. Por ello, tendrán que conformarse con la segunda, la tercera, la cuarta o la quinta, en el el peor de los casos.

La capital está dividida en ocho zonas diferentes y cada una de ellas tiene una serie de centros. Esto significa que todas las familias que pidan plaza en uno u otro colegio de la misma zona tendrán los mismos puntos. Las zonas de Brillante Oeste y Brillante Este concentran 27 colegios y llegan a barrios bastante dispares, puesto que incluye desde la zona de Noreña, hasta el Parque Figueroa, Las Margaritas o Santa Rosa. El Calasancio es uno de los colegios que más demanda registra cada proceso de escolarización y fuentes de la dirección explican que ante el nuevo sistema están "expectantes". Eso sí, reconocen que el reparto de zonas en algunos centros "es ilógico e incoherente". El colegio, como todos los concertados, ya no cuenta con plazas en Primaria y su oferta para el ciclo de Infantil llega a 50.

"Es una zona muy amplia y habrá muchas más solicitudes", apunta el director pedagógico de Infantil y Primaria del colegio La Salle, Antonio Palacios, quien asegura que la demanda en este colegio siempre es superior a la oferta. Como ejemplo, recuerda que hace dos años "unos 40 alumnos se quedaron fuera" por la falta de plazas. La oferta de la que disponen este año es de 75 puestos para niños de tres años.

Pilar Romero es la directora del colegio Cronista Rey Díaz, incluido en la zona Brillante Este. Considera que el nuevo reparto de calles y la puntuación ha generado "incertidumbre" entre las familias, sobre todo por "la ampliación de la zona de influencia". Así las cosas, Huerta de la Reina, Santa Rosa y Valdeolleros son los barrios de los que proceden la mayoría de los alumnos de este colegio. Romero apunta que la mayoría de los padres lo solicitan por la cercanía del domicilio familiar, que este año vale 14 puntos.

La visión es completamente distinta en centros como el Santos Mártires, que forma parte de la zona que engloba los barrios del Zoco, Parque Cruz Conde, Ciudad Jardín y Vista Alegre. Su director, Francisco López, hace hincapié en los efectos de la ampliación de la zona de influencia, ya que su centro se encuentra en la zona del Casco Antiguo, pero "el 50% de los alumnos llega de las zonas limítrofes, como el Sector Sur, el Campo de la Verdad y la avenida del Aeropuerto". López también incide en toda la documentación que tienen que presentar las familias, algo que genera algún que otro problema a la hora de conseguirlos. Sin embargo, para agilizar el proceso la Junta ha puesto en marcha este año un sistema por el que las familias pueden ahorrarse este trabajo y dejar constancia en su solicitud que los documentos -tales como la declaración de la renta o los certificados de residencia- los consiga la Junta.

El colegio Europa también pertenece a esta zona y, según cuenta su directora, Rafi Ramírez, "la demanda se centra en Infantil de tres años". El temor con el que llegan las familias "es los puntos que tienen con el cambio de la norma", aclara. La docente tiene ya hecha una opinión doble sobre la ampliación de la zona. "A algunas familias se les ha beneficiado porque tienen más opciones, pero otras se pueden quedar fuera", sostiene. Ramírez también alerta de la prevalencia del domicilio familiar por el laboral, una circunstancia que perjudica a los padres que trabajan en su área,donde hay muchas oficinas y se encuentran numerosas delegaciones provinciales de la Junta.

"Por un lado nos han ampliado la zona y, por otra nos han recortado calles", aseguran desde el colegio de los Trinitarios, incluidos en el área de Levante-Fátima, de la que forman parte una decena de centros más. Las mismas fuentes también temen, al igual que los otros colegios consultados por El Día, que muchas familias que viven a escasos metros del centro, de régimen concertado, no cuenten con plaza.

La zona Centro es, sin duda, la que agrupa el mayor número de colegios -un total de 19- y al que los padres acuden, en su mayoría, por la cercanía de su domicilio, como el Colón, centro muy próximo a oficinas, despachos y empresas de la capital. De todos los centros incluidos, una docena de ellos son concertados y reciben cada año solicitudes que nunca pueden cubrir. Uno de estos colegios en el Santa Victoria y su director, Camilo Contreras, es crítico con los cambios introducidos en el proceso. Contreras lamenta, además, la tardanza en la publicación de las zonas de influencia y las calles y critica los problemas del programa informático Séneca. Y es que, apenas dos semanas después de haber comenzado el problema de escolarización, "no hemos podido grabar los datos en él". Otra de las dificultades que encuentra el director es el cruce de datos que se produce entre los que reciben los colegios y los que maneja la Junta. Contreras también hace alusión al cambio de baremo, por el que este año tiene más importancia el domicilio familiar que el laboral, ya que "la mayor parte de las solicitudes llegan por el domicilio laboral de las familias". "Todavía es difícil hacer previsiones acerca del proceso de escolarización", añade y apunta que su centro sólo cuenta con 50 plazas en Infantil, de las que cinco están reservadas para niños con necesidades educativas especiales.

La situación cambia radicalmente en zonas como la de Miralbaida y Parque Azaraha, en la que hay cinco centros adscritos y donde la demanda no es tan elevada como en el resto. Buena prueba de ello es el colegio Duque de Rivas, donde apenas esperan recibir una decena de alumnos para Infantil el próximo curso. Su director, Rafael Tapia, señala que esta escasa demanda se debe a que "no recibimos niños de fuera de la zona". El comportamiento de las familias de esta parte de la capital también es diferente al del resto, ya que según Tapia, "suelen agotar el plazo, a pesar de la campaña de información que se hace en el barrio". No en vano, continua, "saben que tienen su plaza".

En el colegio Algafequi, que forma parte de la zona que incluye los barrios Fuensanta, Cañero y Fidiana, comparte una situación parecida al último centro. Su director, Miguel Vigara, indica que sus aulas tienen una media de 15 alumnos. Ante la ampliación de la zona de influencia y la nueva puntuación aprobadas por la Consejería de Educación, reconoce que "no sería extraño que recibamos alumnos que han solicitado plaza en otros centros y no lo han conseguido".

Otro de los centros que forman parte de esta zona es el Cervantes, de carácter concertado. Su director, Manuel Parras, señala que este año "vamos tener mucha demanda" y como ejemplo destaca el hecho de que puedan llegar solicitudes de barrios como el de Cañero. "Si antes se quedaban fuera muchas personas, ahora serán más", vaticina.

Los barrios del Sector, Campo de la Verdad y el Guadalquivir reúnen a otros 11 colegios; uno de ellos es el de Nuestra Señora de las Mercedes, desde el que señalan que hasta la fecha no tienen problema. Su oferta para el próximo curso es de medio centenar de plazas de Infantil para niños de tres años. Reconocen que las familias eligen este centro simplemente porque "quieren y les gusta", pero también advierten de que el año pasado 33 familias se quedaron fuera del centro por falta de plazas.

El Federico García Lorca es otro de los 11 colegios de esta zona y aseguran que "no hay mucha demanda" de plazas, al menos, hasta la fecha, ya que el proceso de escolarización no concluye hasta el próximo 31 de marzo.

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