"Bien está lo que bien acaba", dijo ayer la consejera para la Igualdad y el Bienestar Social, Micaela Navarro, para justificar la inauguración del centro de día de mayores Los Naranjos más de una década después de iniciarse las obras. Los primeros trabajos de restauración emprendidos por la Junta de Andalucía en el edificio se remontan a 1998, y ayer, 13 años más tarde, quedó inaugurado oficialmente en pleno corazón del barrio de San Pedro.

La Administración autonómica recupera así el antiguo hospital donado por Martín de los Ríos a la ciudad en 1609 después de 13 años de restauración. El centro de día ocupa un edificio catalogado con una superficie de 1.427 metros cuadrados dividida en dos plantas. Las instalaciones disponen de salas de usos múltiples, peluquería, consulta de podología, zona de talleres, gimnasio, sala de fisioterapia y biblioteca, todo ello para que los mayores se sientan "más activos, más en forma, más vivos", dijo Navarro.

El acto estuvo rodeado por la polémica, debido a que un centenar de funcionarios de la Junta acudió a San Pedro a abuchear al presidente andaluz, José Antonio Griñán, cuya visita finalmente no se produjo por motivos "estrictamente personales". Los trabajadores corearon cánticos como "Griñán, reptil, vete ya de aquí", "A la administración por oposición" o "Pumba, pumba, pumba, el cortijo se derrumba".

La inauguración contó con numerosos cargos del PSOE y responsables del Ayuntamiento, entre otros el alcalde, Andrés Ocaña. El regidor recordó que Córdoba cuenta ya con 21 centros de día, 15 de ellos puestos en marcha por el Ayuntamiento. "Falta alguno más, pero hemos dado un salto espectacular en los últimos años", subrayó.

Numerosos mayores de la zona llenaban ayer el centro, que ofrece actividades desde hace varias semanas. Uno de sus usuarios es el presidente de la asociación de vecinos Barrio de Santiago, Antonio Díaz, que mostró la "satisfacción" de los residentes por no tener que desplazarse al centro ya existente en la calle Carbonell y Morand. Otro usuario, Juan Casado, recordó que en el centro Los Naranjos se ubicaba antes la popular taberna Casa Villegas, "donde se vendían entradas de fútbol para El Arcángel". Hace varias décadas, los vecinos conocían este palacete como el refugio, porque varias familias sin recursos buscaban cobijo aquí y separaban las habitaciones "con mantas y plásticos".