La polémica en torno a la limpieza del cauce del río y las competencias del Ayuntamiento y la Junta continua. El alcalde, Andrés Ocaña, aseguró ayer que ha remitido una carta a la Agencia Andaluza del Agua -dependiente de la administración autonómica- para que inicie las labores de retirada de lodo y recuperación del cauce del Guadalquivir a su paso por el casco urbano, que ha quedado muy perjudicado tras las últimas inundaciones. El regidor aseguró que esta tarea es fundamental para evitar posibles desbordamientos del caudal e insistió en que corresponde a la Junta realizarla. La Agencia del Agua, sin embargo, no tiene ninguna iniciativa en camino para retirar las toneladas de lodo que ese acumulan en esta zona y asegura, por su parte, que la limpieza de las orillas es responsabilidad municipal.

Lo que sí ha hecho la Junta es iniciar los trabajos de acondicionamiento del entorno del Puente Romano y la Torre de la Calahorra, una zona del Casco Histórico cuyo mantenimiento corresponde a la administración autonómica, a la espera de que culminen definitivamente los trabajos y se transfiera la propiedad y el cuidado al Ayuntamiento de la capital. Los operarios de la Consejería de Obras Públicas comenzaron la semana pasada las actuaciones que pretenden devolver todo el lodo arrastrado al cauce. La zona en la que están trabajando comprende el entorno de la Calahorra y el paseo ubicado en el Puente Romano, cuya pasarela se encuentra prácticamente intransitable por las acumulaciones de barro, aunque no tocarán el cauce.

Por su parte, el Consistorio también prepara su proyecto de actuaciones, que se centra en la limpieza de parques y jardines como es el caso de las zonas bajas del Balcón del Guadalquivir y el Parque de Miraflores.

Ocaña recordó que tras las últimas inundaciones en la capital, registradas en el mes de diciembre, se crearon cuatro mesas de trabajo en las que participaron tanto la Junta como los ayuntamientos para definir las actuaciones necesarias para evitar más desbordamientos. En ellas se acordó el arreglo de carreteras que habían quedado en muy mal estado tras las lluvias, así como la remodelación de los planes de riesgo de algunos municipios afectados. En otro de los grupos de trabajo se planteó la necesidad de limpiar los cauces de los ríos, una cuestión que ha reabierto la polémica entre las competencias locales y autonómicas en la gestión del Guadalquivir. Ocaña, por ahora, ha movido ficha y ha remitido el escrito a la Agencia Andaluza del Agua para exigirle la remodelación de esta zona que ha quedado tan afectada.