Un individuo aceptó ayer una condena de dos años y un día de prisión por un delito continuado de robo cometido al extraer cable de cobre del alumbrado público para su posterior venta. El procesado, que se encontraba en prisión preventiva desde que fue detenido el pasado 23 de septiembre, también ha sido condenado a indemnizar al Ayuntamiento de la capital con una suma que supera los 6.300 euros por las pérdidas y las molestias ocasionadas.

El robo de cableado de cobre se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para las administraciones públicas y para las empresas. Y, aunque los detenidos se cuentan por decenas, son pocos los que en realidad acaban en la cárcel por este delito pese a ser condenados. En el caso de ayer, excepcional, el individuo se encontraba ya en prisión preventiva y la condena de dos años y un día garantizará que la pena, al superar los dos años, no pueda ser suspendida. Según fuentes judiciales, el individuo tiene otras dos causas pendientes por hechos similares.

F. P. O. asumió que durante el pasado mes de septiembre, al menos en cuatro ocasiones, salió a la calle para robar cable del alumbrado público. La primera vez fue el día 11. Sobre las 18:00, el individuo fue sorprendido por agentes de la Policía Local en la calle Bilbao, en las Electromecánicas, cuando hacía palanca sobre la arqueta de una farola con la finalidad de llevarse el cableado de cobre. El acusado consiguió darse a la fuga, pero fue arrestado por los agentes en el antiguo Hostal Mirasierra. En el momento de la detención, llevaba en su poder una maleta con 15 metros de cable, guantes y numerosos útiles para cometer el delito. Los agentes, además, encontraron en el acerado de la calle Bilbao más rollos de cable.

Esta primera detención no sirvió para que F. P. O. depusiera su actitud y, sobre las 09:30 del 14 de diciembre, fue sorprendido por otra patrulla policial en la calle Tartesos, en Las Margaritas, después de abrir las arquetas del alumbrado público de aquella zona. El individuo había vuelto a utilizar un objeto para hacer palanca y, al darse cuenta de la presencia de los uniformados, se ocultó debajo de un coche que estaba aparcado y después huyó hasta un solar cercano, donde fue sorprendido por los agentes. En su vehículo llevaba 50 kilos de cable de cobre.

Sobre las 12:30 del día 20, volvió a ponerse en acción. En esta ocasión, el sospechoso fue identificado por una patrulla en la carretera de Palma del Río cuando llevaba más cable. F. P. O. asumió ayer en la sala de vistas otros dos robos. En la madrugada del 22 de septiembre, actuó en la calle Cañada Real Mestas, en Arroyo del Moro, y aquella misma mañana y en la misma zona, volvió a llevarse cable de las farolas. La Fiscalía solicitaba provisionalmente tres años de cárcel para el individuo, que ayer aceptó cumplir dos años y un día.