Los propietarios de seis parcelas que se encuentran construidas en las proximidades del arroyo del Molino, en la barriada de Trassierra, recibirán una parcela en lugar de sufrir la expropiación forzosa del terreno. Así lo informó ayer el presidente de la Gerencia de Urbanismo, Francisco Tejada. Este movimiento se producirá como consecuencia de que el suelo en el que están edificadas las viviendas dejará de ser urbanizable tras la innovación al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que aprobó ayer la Gerencia de Urbanismo en su fase inicial. Será entonces la junta de compensación la que tendrá que adjudicar un solar a cada uno de los afectados por esta medida. En total, estos seis propietarios suman algo más de 6.000 metros cuadrados y todos disponen de casa en los terrenos a los que tendrán que renunciar.

Según informaron las fuentes municipales consultadas por El Día, el objetivo que persigue Urbanismo a través de esta operación no es otro que evitar una expropiación "que podría dilatarse demasiado en el tiempo". Detallaron asimismo que el suelo sobre el que están construidas estas casas pasarán a formar parte del sistema general de espacios libres del TR-2, una figura que prohíbe la presencia de inmuebles y que deja esta zona para la creación de un espacio verde.

Con esta innovación el citado sistema general de espacios libres incrementa su superficie en más de 25.000 metros cuadrados frente a los 225.329 iniciales y, según aclaró Tejada, "en ningún caso, la propuesta prevé incluir viviendas que están en suelo no urbanizable, ni clasificar terreno para construcción de viviendas".