Córdoba

Los funcionarios elevan el tono de sus quejas y boicotean los actos de la Junta

  • Empleados de la Administración autonómica se concentran ante la Delegación de Cultura y el Rectorado y exigen a Griñán la paralización del decreto de reordenación del sector público-

De las concentraciones silenciosas ante la Delegación del Gobierno de la Junta durante toda esta semana a la sonora y contundente pitada que ayer dieron al presidente de la Administración autonómica, José Antonio Griñán. Y es que los funcionarios y empleados públicos han decidido boicotear con sus concentraciones y protestas cualquier acto en el que algún dirigente autonómico esté presente para exigir la paralización del decreto-ley 5/2010, que supone la reordenación del sector público. Y para prueba, la de ayer.

El presidente de la Junta tuvo que entrar escoltado y a toda prisa en la Delegación de Cultura, ya que más de 300 empleados públicos se concentraron ante la entrada principal. Es más, la presencia de todos estos funcionarios provocó el corte de algunas calles de acceso a la Capitulares, donde se encuentra ubicada la Delegación de Cultura e, incluso, la Policía tuvo que vallar la zona para evitar mayores altercados. Silbidos, abucheos, insultos fue lo que recibió Griñán, tanto a la entrada como a la salida del acto institucional.

Los funcionarios exigen "igualdad, mérito y capacidad en el acceso a la función pública para garantizar la imparcialidad administrativa", según explicó José María Herrera, uno de los empleados que acudió a la protesta. "Vamos a llegar hasta donde haga falta y no nos van a parar", sentenció. Los empleados públicos iniciaron sus protestas en toda Andalucía el pasado verano, cuando la Junta aprobó el decreto 5/2010 de medidas urgentes para la reordenación del sector público dentro del paquete exigido por el Gobierno para reducir el déficit. Con ello, este sector se reorganizará mediante la supresión o absorción de 111 empresas públicas que originará un ahorro de 115 millones hasta 2013 sólo por la supresión de puestos directivos, pues el empleo público no se toca. La integración tiene la forma de diez grandes entes en el que se adscribirán funcionarios, personal laboral de la Junta y personal laboral no de la Administración. Una decisión que cuenta con el rechazo manifiesto de los empleados públicos, que no cejan en su empeño de que la Junta dé marcha atrás. "Vamos a llegar hasta donde haga falta y esto le va a doler mucho al PSOE si no lo paralizan ya", subrayó Herrero.

No obstante, el presidente de la Junta no fue el único que tuvo que aguantar una pitada ensordecedora o gritos como el de: "¿Cuánto cobra y estudia un delegado?". El turno por la tarde fue para la consejera de Igualdad, Micaela Navarro, quien también acudió ayer a Córdoba para inaugurar el Feminario 2010 Laicismo, religiones, educación y cultura, en el Rectorado de la Universidad de Córdoba, ubicado en la avenida Medina Azahara. Hasta allí que fueron más de medio centenar de empleados públicos de todas las delegaciones provinciales de la Junta a las 17:00 para intentar boicotear el acto. Sin embargo, a pesar de los silbidos y gritos, Navarro sorteó la entrada principal y apareció en el Rectorado por la puerta de atrás para evitar el abucheo. A pesar de ello, asistentes a esta cita feminista aguardaron algunos minutos la llegada de la consejera en la puerta principal e, incluso, llegaron a remedar a los funcionarios a modo de baile. "Nos han provocado bailando y eso demuestra la calidad humana que tienen", consideró uno de los funcionarios.

Miguel Sánchez fue otro de los que se citó junto a sus compañeros de trabajo en frente del Rectorado y recordó que con sus protestas "sólo queremos que se derogue un decreto ley  que no se ha negociado". Indicó también que "seguiremos hasta donde haga falta" y reconoció que "algo se va consiguiendo".

Quien también acudió hasta el Rectorado fue José María Herrera, que se ha convertido en el portavoz de los funcionarios, que no cuentan con apoyo sindical. Allí incidió en las demandas de este colectivo y llegó a afirmar que "cada vez tenemos más amenazas" por las protestas. Como ejemplo, expuso el caso de estos días en los que "han pasado el parte de permanencia en algunas delegaciones para comprobar si estás trabajando". La Junta, continuó, lo ha hecho porque durante esta semana los funcionarios han utilizado los 20 minutos de los que disponen cada día para desayunar para concentrarse de manera "espontánea" en San Felipe -sede de la Delegación del Gobierno- y en el edificio conocido popularmente como los Ministerios, en el que se encuentran diversas áreas autonómicas. Herrera detalló que al no firmar a la hora a la que se pasa ese parte "pueden abrirnos expedientes".

A pesar de ello, los funcionarios inciden en que continuarán con sus protestas, la próxima dentro de una semana en Sevilla.

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