La tasa de obesidad infantil se ha disparado en los últimos 25 años. Así lo revela un estudio sobre nutrición que dio a conocer el doctor Carlos Bousoño durante la presentación del I Curso Avanzado sobre Gastroenterología que acogió ayer el Hospital Reina Sofía. Según informó el médico del Hospital de Asturias, en torno al 17% de los niños andaluces son obesos, un porcentaje que deja a esta comunidad como la segunda tras Canarias. El facultativo aportó los resultados de un análisis similar que se llevó a cabo en 1984, en el que se apuntaba que sólo el 4,7% de los menores sufrían esta enfermedad. Bousoño destacó la gravedad de la situación al concluir que las estadísticas son cuatro veces más elevadas de lo que eran hace 25 años.

Los resultados que ofreció el facultativo asturiano no se quedan sólo en la tasa de obesidad infantil, sino que abordan también los problemas de sobrepeso. Bousoño señaló que en provincias del sur de España, como es el caso de Córdoba, el porcentaje de menores con sobrepeso se encuentra en el 32%. Estos últimos, sumados a los citados niños obesos, arrojan una cifra cerca al 50% de problemas de peso en la población infantil, una tasa muy alta si se tiene en cuenta que en provincias de la zona norte del país, como Asturias, la obesidad infantil ronda el 7% y el sobrepeso se sitúa en torno al 17%, la mitad de los que se estima que hay en Andalucía.

La ingesta de golosinas y otros productos que cuentan con calorías vacías -refrescos con azúcares añadidos y bollería, entre algunos más-, el sedentarismo y el escaso o nulo ejercicio físico figuran entre los principales motivos que conducen a la obesidad en los niños, según detalló el médico del hospital ovetense. A todo ello se le une otro factor desconocido hasta hace muy poco: la herencia genética. Bousoño señaló así que el código genético de un niño sin antecedentes familiares puede dar cabida a esta patología pese a no tenerla al nacer. "Será un obeso crónico y sus hijos podrán sufrir una enfermedad que nunca antes hubo en su familia", manifestó. Bousoño añadió que el 40% de los niños obesos acabarán siendo diabéticos y tendrán una alta probabilidad de padecer enfermedades cardiorespiratorias.

A la presentación del curso acudieron también el gerente del Reina Sofía, José Manuel Aranda; el director de las jornadas, Francisco Sánchez, así como la doctora Isabel Polanco, del Hospital de la Paz (Madrid), y el doctor Federico Argüelles, del Virgen Macarena (Sevilla). Polanco, que abordó el capítulo de los niños celíacos, destacó que sólo el 10% de quienes sufren esta enfermedad están diagnosticados. También subrayó que una familia con un niño celíaco gasta 1.500 euros más que otra que no lo tenga.