Córdoba

Al menos 216 viviendas desalojadas por la crecida del Guadalquivir

  • Afecta a varias zonas de Córdoba capital y a municipios del Valle del Guadalquivir, desde Villa del Río hasta Palma del Río.

El consejero de Gobernación de la Junta de Andalucía, Luis Pizarro, avanzó este miércoles que entre 1.200 y 1.500 personas se han visto obligadas a desalojar sus viviendas, un total de 410 inmuebles, en Sevilla, Córdoba y Jaén como consecuencia del aumento de caudal del río Guadalquivir por las precipitaciones, que también ocasionaron el corte de veinte carreteras en toda la región, la mitad de ellas en estas tres provincias.

Tras la reunión del comité asesor del Plan de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones en Andalucía, Pizarro informó de que los desalojos se produjeron principalmente en Córdoba, en la capital y Palma del Río, con 216 viviendas afectadas.

Asimismo, el servicio de emergencias 112 gestionó en Córdoba, Sevilla y Jaén entre las 00,00 y las 10,00 horas de este miércoles un total de 2.404 llamadas, tras las que se desarrollaron 380 actuaciones por parte de alguno de los operativos de seguridad implicados.

El desembalse de los pantanos como consecuencia de la acumulación del agua de lluvia a lo largo de los últimos dos meses puso en jaque a Córdoba desde primera hora del martes, con incontables incidentes en todo el término municipal.

Tampoco escaparon de la crecida los municipios del Valle del Guadalquivir, desde Villa del Río hasta Palma del Río, desde Encinarejo hasta Villafranca. El agua provocó numerosos incidentes en las infraestructuras, con cortes en cuatro carreteras autonómicas y problemas en el tráfico ferroviario, sin contar con los numerosos daños causados en los campos de cultivo.

Los problemas empezaron en la madrugada del martes, aunque fue a primera hora de la mañana cuando el río empezó a descargar su fuerza en las parcelaciones próximas al Aeropuerto -donde confluyen varios cauces- y en la barriada periférica de Alcolea. A las 09:30 del martes, el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) tuvo que emplear una balsa neumática para rescatar a una pareja que se había quedado aislada en su vivienda en la Ribera Baja. Fue la primera tarea de salvamento de las numerosas que los bomberos realizaron durante toda la jornada.

En pocos minutos, los sucesos se precipitaron y a las 10:37 el Centro de Coordinación de Emergencias (Cecem) 112 ofreció el primer balance de daños: una docena de personas desalojadas en Fontanar de Quintos y más de 30 incidencias en la provincia como consecuencia de las anegaciones. A esa hora, sin embargo, las administraciones todavía no habían puesto en marcha ningún plan especial para evitar sucesos. La delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio, reconoció más tarde que la Junta de Andalucía no activó hasta las 10:45 el denominado Plan de Riesgo de Emergencia, un dispositivo para coordinar y "asegurar que lleguen los medios" a los damnificados.

Según pudo comprobar El Día, sólo dos agentes de la Policía Local se dejaron ver en el desalojo de las más de 40 familias de la Altea realizado por la mañana; en esos momentos, la plantilla estaba volcada en el plan especial de seguridad montado por la visita privada del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. En cuanto al Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS), el Ayuntamiento desplazó a las parcelaciones próximas al Aeropuerto un destacamento constituido por siete bomberos, que usaron una zodiac para rescatar a animales que habían quedado atrapados en las casas. Por la tarde, la Policía Nacional reforzó la vigilancia para evitar robos.

La información sobre la magnitud de las anegaciones fue suministrada con cuentagotas a lo largo de la mañana del martes y los desalojados criticaron la tardanza de las administraciones en ofrecer una explicación y en mostrar el respaldo a los damnificados. A las 14:00 de ayer, cuando el río ya había devorado decenas de viviendas en la Altea, Guadalvalle, Majaneque, Alcolea y Encinarejo y la situación de emergencia era ya evidente, se reunió en la Delegación del Gobierno el comité asesor provincial, constituido por las fuerzas de seguridad, la Junta de Andalucía, la Subdelegación y el Ayuntamiento para analizar la situación y coordinar esfuerzos. El comité activó el nivel dos de alerta.

Tras el encuentro, la delegada del Gobierno, Isabel Ambrosio, mandó un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía y explicó que el alto caudal del río Guadalquivir se debió a las lluvias de los últimos dos meses y al desembalse de los pantanos. Ambrosio insistió en que la suelta de agua de las presas se realiza "de manera controlada" y justificó que, "si no se sigue desembalsando, pueden darse problemas de mayor grado" para la seguridad de los vecinos. Todos los pantanos de la provincia, a excepción de Iznájar y La Breña, se vieron obligados a arrojar agua, y 32 en toda la cuenca del Guadalquivir al mismo tiempo, lo que empeoró la situación. Ambrosio advirtió, además, de que la presa de Iznájar apenas podrá aguantar seis días más sin verter.

El alcalde, Andrés Ocaña, concretó que los desalojos en la capital se produjeron en las parcelaciones de la Ribera Baja y el Pilar de la Vega -en la barriada periférica de Alcolea- y en la Altea y Majaneque -en las inmediaciones del aeropuerto-, todas ellas construidas sin autorización y en zonas catalogadas como inundables por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). El cauce también causó problemas en las obras de amplicación del Aeropuerto y puso al límite Miraflores, la Calahorra o el Jardín Botánico.

Para realojar a las personas, el Ayuntamiento ha habilitado el pabellón de Las Margaritas y la residencia de mayores del barrio Guadalquivir. La Concejalía de Servicios Sociales, además, planteó la posiblidad de buscar una solución para los afectados que puedan tardar hasta varios días en volver a sus hogares.

La Junta de Andalucía no concretó hasta cuándo continuarán los desembalses ni cuándo mejorará la situación en las zonas inundables. El comité asesor provincial, eso sí, permanecerá activo por tiempo indeterminado. Las fuentes consultadas concretaron que el caudal alcanzó los 2.000 metros cúbicos por segundo por la tarde y llegó hasta los 3.000 metros en torno a las 03:00, provocando nuevas anegaciones.

Los responsables políticos iniciaron por la tarde del martes un tour por las zonas afectadas. El alcalde, Andrés Ocaña, visitó la barriada periférica de Alcolea y la Altea, donde conminó a los vecinos que continuaban allí a que dejaran sus casas por cuestiones de seguridad. Debido a que la crecida del Guadalquivir cortó la carretera de acceso a Fontanar de Quintos a su paso por las obras de ampliación del Aeropuerto, el Ayuntamiento habilitó un camino a través de la instalación aeroportuaria para agilizar los desalojos. La consejera de Obra Públicas, Rosa Aguilar, y la delegada del Gobierno también acudieron a las zonas anegadas.

Según la información facilitada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Córdoba capital ha recibido más de 560 litros de agua desde mediados de diciembre y, desde que comenzó el año hídrico el 1 de septiembre, ha acumulado 662,1 litros por metro cuadrado. La media acumulada a esta altura de la cosecha suele ser de 340 litros, por lo que el diferencial se sitúa en un 94%. Para rematar la situación, ayer siguió lloviendo. Según la Aemet, la capital registró 15 litros por metro cuadrado entre las 20:00 del lunes y las 08:00, y otros ocho litros hasta la noche. Toda esta lluvia ha dejado al 100% cuatro pantanos de la provincia: Yeguas, San Rafael de Navallana, Martín Gonzalo y La Breña.

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