Córdoba

"Las universidades tenemos que llegar a resultados comunes, como un único equipo"

  • Juan José Ruiz afronta el reto de dirigir el Campus de Excelencia, el único de Andalucía, con la intención de unir el mundo académico y empresarial, separados hasta ahora

Durante los últimos cuatro años ha estado al frente del Vicerrectorado de Planificación y Calidad de la Universidad de Córdoba (UCO). Sin embargo, su trayectoria profesional ha cambiado por completo esta semana al ser designado como máximo responsables del Campus Internacional de Excelencia. Catedrático de Química Física y Termodinámica Aplicada, entró en la UCO el 1 de octubre de 1976 como profesor agregado interino y, ahora, 33 años después está al frente de un proyecto único en Andalucía del que forman parte cinco instituciones académicas.

-Su llegada al Campus Internacional de Excelencia ha provocado su marcha del equipo de gobierno de la UCO, ¿cómo se ha tomado esta decisión?

-Tengo el corazón partido, pero el vicerrectorado se queda en buena manos y estoy tranquilo. Por otra parte, ya no soy miembro del consejo de dirección, ni del consejo de gobierno, ni no voy a participar directamente de las decisiones que se tomen en la Universidad. Sin embargo, esto es muy importante y realmente aún no nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene el Campus de Excelencia Internacional.

-¿El mundo académico o la sociedad?

-La sociedad e incluso la Universidad. Yo no soy cordobés de nacimiento, pero llevo 33 años aquí y los cordobeses cuando tienen una cosa buena no se lo creen. Para ellos, es bueno todo lo que viene de fuera y la tentación es buscarlo siempre fuera porque aquí no se puede encontrar.

-¿Es éste es el campo de batalla de los últimos años de la UCO?

-Sí, por ejemplo, el estudio realizado por la Universidad Complutense de Madrid coloca a la de Córdoba entre las primeras. Cuando lo vi, pensé que a la Complutense no le debió sentar bien porque no ha quedado bien parada y Córdoba está en el pelotón de cabeza; eso es algo de lo que la sociedad debería de convencerse, de que tiene una buena Universidad. Es así, porque está reconocido además por un comité internacional, como el Campus de Excelencia, que ha seleccionado nueve proyectos de 52. No quiero que la de Córdoba sea la mejor universidad, sino que sea buena. El Campus de Excelencia debe llenar de orgullo a los cordobeses, pero aquí no se valora mucho lo que tienen. Tenemos que estar orgullosos de lo que se ha conseguido. Este equipo ha jugado bien las cartas, pero esto no se improvisa.

-La agregación de las universidades de Jaén, Almería, Cádiz, Huelva y Córdoba fue sin duda un acierto para hacerse con la designación.

-El campus es una agregación de universidades, es un campus disgregado geográficamente en cinco espacios. Esa ha sido nuestra apuesta y nos ha salido bien: ir de humildes, no como las universidades de Sevilla o Granada, que fueron solas. La elección del tema también fue importante. Las universidades de tamaño medio podemos competir con garantía de éxito en unas cosas y en otras no. Podíamos competir, por ejemplo, en biotecnología, pero nosotros no tenemos suficiente capacidad para ir solos, ni tampoco agregados en otros campos. Pero en el campo agroalimentario, pocas regiones de España nos pueden hacer sombra. La producción agrícola, ganadera y piscícola que hay en Andalucía es un valor que tenemos y con eso es muy fácil competir frente a otras regiones que no tienen ese potencial. Si a esto se une que tenemos cinco universidades, con un profesorado dedicado a la agroalimentación y en las que se imparten una serie de titulaciones como Química, Tecnología de los alimentos o Veterinaria. Son áreas en las que jugamos con buenas cartas.

-¿Cómo se va a poner en marcha el proyecto?

-Hay que poner en contacto dos partes que se complementan: Universidad y empresa. Por un lado, la Universidad forma profesionales y genera conocimientos a través de la investigación; la Universidad innova y todo eso lo necesita la empresa para mejorar. El sector empresarial necesita que en ella trabajen buenos profesionales y si nosotros formamos buenos profesionales, ellas van a ir mejor. Si investigamos y sacamos conocimientos como un descubrimiento o una solución contra una determinada plaga o un cultivo resistente a la sequía, todo eso son beneficios y hay dos partes complementarias que se necesitan, que hasta ahora estaban haciendo la vida por su cuenta sin mirarse. Pero desde hace unos años, ambas se están acercando aunque no se aprovechan del todo. Lo que se pretende desde el campus es transferir el conocimiento a la empresa.

-¿Y cómo va a ser posible compaginar ambas áreas?

-Lo que quiero hacer son dos catálogos. Uno de los grupos de investigación que hay en cada universidad será dirigido a la agroalimentación y otro irá con las empresas del sector y las necesidades que tienen. Por ejemplo, esto serviría en el caso en el que una universidad hiciera un descubrimiento y se le ofreciera a una empresa del sector. Ese es uno de los objetivos campus, el de complementar y potenciar la relación de las universidades con el tejido productivo.

-Sin duda, es un trabajo de coordinación complejo.

-Sí, es una tarea complicada, pero las cinco universidades estamos concienciadas de que tenemos que llegar a resultados comunes, como un único equipo. Los buenos resultados se los apunta el equipo y si falla alguien, fallamos todos; los beneficios van a repercutir en las cinco universidades.

-Y todo esto, ¿cómo se traduce, cómo se hace llegar a la sociedad, cómo se ven los resultados?

-Tenemos que convencer a la gente de lo que realmente significa el campus para la Universidad y también para la empresa. A las instituciones llegarán estudiantes para especializarse en el sector agroalimentario. Si a alguien le interesa ese sector, sabe que en este campus va a tener un profesorado, buenas investigaciones e infraestructuras; será un foco de atracción para los estudiantes.

-Dice esto y esta semana la Universidad de Cantabria ha presentado el libro Universidad, sociedad y territorio, en el que se advierte de que las universidades españolas van a perder unos 220.000 alumnos hasta 2016 y en el caso de Córdoba unos 2.000. ¿Cómo va a ser posible aumentar el número de estudiantes en estas cinco universidades que forman el campus?

-Bueno, la pérdida de alumnos no tiene por qué ser lineal. No todo el mundo va a perder el 10% de sus estudiantes y por el prestigio del campus puede que nosotros aumentemos el número de alumnos. El Campus de Excelencia es como si nos hubieran dado una estrella Michelin: si vas a un restaurante con esta distinción sabes, con toda seguridad, que vas a comer bien. Por eso, cualquier estudiante que venga aquí sabe que va a hacer un buen grado, un buen doctorado o una buena investigación porque también sabe que hay buenos profesionales. El Campus de Excelencia tiene mucho alcance y calado y, por eso, lo tenemos que hacer bien.

-En su día, los cinco rectores aprobaron la creación de un consorcio para gestionar el campus. ¿Se ha constituido ya?

-Aún no se ha constituido. Los cinco rectores tendrán una reunión en febrero en la que se hará un diseño y la forma de trabajo que se va a llevar a cabo. También se definirán una serie de aspectos y en ese encuentro contaré lo que quiero hacer como coordinador.

-El proyecto de campus CeiA3 contemplaba la puesta en marcha de una evaluación anual. ¿Cómo se va a implantar?

-Sí, era una de las propuestas de nuestro proyecto y, por eso, una de las cosas que quiero hacer es una evaluación para ver si los resultados y objetivos que hemos planteado se están cumpliendo. Con esa evaluación también queremos conocer si los estudiantes que están realizando un grado o un master están contentos o si las empresas están satisfechas. Será una evaluación externa porque es un examen y tu no puedes ser juez y parte. Para ello, tendrá que venir alguien independiente que haga una valoración.

-¿En qué situación se encuentra el sistema andaluz de universidades.

-Tiene sus puntos fuertes y débiles. Por ejemplo, la financiación debería ser mayor porque estamos a la cola de España. Las universidades catalanas, la asturiana o la gallega tienen más financiación; eso no es una opinión, es un hecho y creo que se debería hacer mejor política. Los políticos deben apostar más por la educación, lo malo es que es una inversión a largo plazo. Pero la mejor inversión que se puede hacer en un país es en la educación.

-¿Y la Universidad de Córdoba?

-Creo que tiene buena salud, pero no quiere decir que no la pueda tener mejor. Insisto, no tengo interés en que la Universidad de Córdoba sea la mejor, sino que sea muy buena.

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