Economía El complicado proceso de fusión entre dos cajas andaluzas

El Banco de España dice a Cajasur que o se fusiona ya o la interviene

  • El órgano regulador cita a Santiago Gómez Sierra para exigirle que encauce la integración antes del 1 de diciembre · La fecha tope para que los dos consejos de administración la aprueben es el próximo día 7

Ultimátum del Banco de España a Cajasur. Ultimátum definitivo. Ya no valen dilaciones. O Cajasur acata los planes de negocio que hay planteados sobre la mesa y pone a trabajar a sus técnicos con los de Unicaja en el camino de la integración o se producirá la intervención por parte del órgano regulador. El plazo: cinco días. La fecha: 1 de diciembre. Precisamente, el consejo de administración de Unicaja aprueba en esa misma jornada el informe de la consultora The Boston International Group, que plantea que existe un excedente de casi 1.000 empleados en la plantilla de la caja cordobesa, lo que podría suponer un elevado número de despidos de consumarse la fusión, según afirman fuentes de Cajasur cercanas al Cabildo. Y es que para el día citado se espera el acatamiento del texto por ambas partes -el comité director de Unicaja ya lo ha hecho- y para antes del 7 de diciembre, lunes festivo, la aprobación definitiva de los consejos de administración. De no ser así, el día 10 de diciembre, jueves, se produciría la intervención, acompañada de la consiguiente liquidación y la posterior subasta de la caja. Todo ello se realizará según el artículado del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), sin garantías laborales y con la frialdad propia que aplica el Banco de España en estos procesos. Sólo hay que recordar a Caja Castilla-La Mancha. Fuentes de Cajasur señalaron sin embargo a Efe que el Banco de España no fue tan tajante al hablar de intervención.

Los plazos se acortan y el Banco de España se pone firme porque ve que las posturas de ambas entidades son inamovibles pese a las continuas recomendaciones que se llevan realizando en los últimos meses. Unicaja respalda un plan de negocio que en Cajasur se presenta, al menos por una parte del consejo de administración, como una sangría de puestos de trabajo. El presidente de la entidad cordobesa, Santiago Gómez Sierra, estuvo ayer de nuevo en Madrid después de que el consejo de administración de la entidad que preside aprobara por mayoría el rechazo al plan de negocio que plantea la citada consultora. La llamada para exigirle su presencia se produjo casi de inmediato tras conocerse esa postura contraria. Fuentes de toda solvencia indicaron ayer a este diario que el presidente de Unicaja, Braulio Medel, también estuvo ayer en las oficinas del Banco de España, aunque desde la entidad malagueña señalaron, por su parte, que Medel no acudió a Madrid.

Aunque según precisaron desde Cajasur, los términos en los que se expresa la consultora son "inadmisibles", la realidad de o acontecido ayer gravita en torno a que el órgano supervisor no entiende de matices laborales más allá de que si la entidad cordobesa no se une a la malagueña según el tiempo y la forma acordada el pasado viernes 20 en su sede principal, el futuro de Cajasur está abocado al camino que ya siguió Caja Castilla-La Mancha; con todo lo que ello conlleva para el empleo y para los órganos directivos de la caja. Y es que las fuentes consultadas señalaron que si Cajasur y Unicaja no llegan a un acuerdo antes del 1 de diciembre la entidad cordobesa sufrirá la intervención y con ello Cajasur saldría a subasta en un mes sin ninguna garantía para los trabajadores que prestan sus servicios en la entidad con sede en Ronda de los Tejares.

La cronología que han seguido ambas entidades después de que el citado viernes 20 el Banco de España les dejase claro cuál era el calendario que debían seguir es complicada y está llena de encuentros y vaivenes. A final de la semana pasada se celebró el conocido encuentro en el Banco de España en el que el órgano regulador advirtió de que o la fusión se fraguaba antes de final de año o las consecuencias para Cajasur serían gravísimas. Según ha podido saber El Día, la palabra intervención, como tal, no salió en la conversación a las claras pero planeaba en el ambiente de un encuentro en el que los grados de tensión fueron en aumento. La dura advertencia del Banco de España caló de tal manera que el lunes pasado se produjo un encuentro en Sevilla entre los presidentes de las dos entidades que no ha trascendido a los medios de comunicación. "Debe ser el primero que no se ha radiado", decían ayer fuentes de la caja. En la reunión estuvieron, aparte de Medel y de Gómez Sierra, los directores generales de ambas entidades, Antonio Barral -Cajasur-, y Miguel Ángel Cabello -Unicaja-, además de Santiago Cabezas, hombre de confianza de Gómez Sierra que se ha convertido en uno de los urdidores del proceso.

En este encuentro ya se trabajó con los supuestos que planteaba la consultora The Boston International Group -los primeros borradores estaban listos el mismo lunes-, aunque la versión definitiva no llegó a Cajasur hasta el martes por la noche, según las fuentes consultadas. Al día siguiente, el presidente de Cajasur sometió a votación su propuesta sobre el informe de la citada consultora, que fue rechazado por la mayoría de los consejeros. Así, los seis miembros del Cabildo, los cinco del sector de impositores y los representantes de IU y de los trabajadores -de Aspromonte- se sumaron al rechazo de plan de negocio. Por otra parte, los representantes del PSOE -excepto la alcaldesa de Peñarroya Pueblonuevo, Luisa Ruiz, quien se ausento-, y uno de los dos del PP -el otro, Miguel Contreras, se abstuvo- votaron en contra de la petición del presidente, que solitaba una censura del citado plan de negocio ya que consideraban que el documento era un punto de partida a partir del cual negociar la fusión.

En cualquier caso, fuentes del PSOE y del PP manifestaron ayer que en este proceso se están planteando muchas situaciones inexplicables. Una de ellas es el hecho de someter un informe como el de la consultoría a votación y otra reside en la gestión que realiza Santiago Cabezas, antes director de Recursos Humanos, al frente de las negociaciones cuando es el director general, Antonio Barral, quien debería capitanear el proceso junto al presidente.

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