Córdoba

La defensa de lo mejor de cada casa

  • Las instituciones académicas enviaron a sus delegaciones, entre ellos el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, como respaldo a sus iniciativas

La Universidad de Oviedo "tiene un plan", y el resto proyectos. La comitiva que defendió el proyecto de esta institución fue una de las llamativas, puesto que todos sus integrantes subieron al estrado con corbatas verdes. Y si la de Oviedo tenía un plan, la de Cantabria se trajo a su presidente a Madrid, Miguel Ángel Revilla, que un par de horas antes de defender el proyecto de su universidad conversaba con cualquiera que se le acercaba y, más aún, a la hora del descanso, que casi no pudo tomarse un café. "Es que estoy en todo", sentenció.

Claro que las universidades andaluzas tampoco estuvieron solas y aunque no fue el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, el que acudió en su nombre fue el consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Martín Soler, quien garantizó la financiación suficiente a las tres universidades andaluzas -Granada, Sevilla y Córdoba- que aspiran a entrar en el mundo de la excelencia en el caso de que el comité de expertos no las elija. En su intervención adoptó un tono conciliador y objetivo, es decir, que no se decantó por ningún proyecto. Por ejemplo, de la institución granadina destacó su carácter de "agregación e investigación biomédica", además de su dotación científica, mientras que del sevillano se quedó en su idea principal, que no es otra que la ciudad es el campus de la Universidad. En el caso de la UCO, Soler subrayó la importancia de la unión de las cinco universidades y su "enorme especialización" agroalimentaria. Eso sí, para el consejero los tres proyectos "representan el impuso a la financiación y la potenciación de transferencia del conocimiento" y reconoció que "hace cinco años habría sido imposible la unión de todas las universidades".

Sin duda, la jornada sirvió para que las 18 universidades seleccionadas y aspirantes a conseguir el Campus Internacional de Excelencia presentaran y dieran a conocer su mejor cara a la sociedad. También para reencuentros entre compañeros y, por qué no, para sacar pecho.

Lo que también puso de manifiesto esta jornada es la dificultad tan extraordinaria que tienen los académicos en poder sintetizar y concretar los contenidos en muchas ocasiones. Y eso, a sabiendas de que no contaban con más de ocho minutos para defender su proyecto y que el presentador de la gala, el periodista Miguel Ángel Oliver, no se cansó en ningún momento de repetirlo. Es más, amenazó, en tono irónico, en bajar los micrófonos. Pero no pudo porque la mayoría de las universidades no se ciñeron al horario y arañaron como pudieron algunos segundos al cronómetro mental. "Sólo tienen ocho minutos, así que tendrán que repartirlos entre el vídeo y la exposición", repitió una y otra vez, cada vez que presentaba a la siguiente universidad. Sin embargo, en algunos casos su intento fue en vano porque universidades como la de Valencia o la de Navarra llegaron a tardar cuatro minutos más del tiempo reglamentario. Así que al final, Miguel Ángel Oliver claudicó, se entregó al retraso y el acto no concluyó hasta bien pasadas las 14:00, tras las intervenciones de la ministra de Ciencia Innovación, Cristina Garmendia, y el ministro de Educación, Ángel Gabilondo. Éste aseguró que "esta convocatoria reconoce el sentido y el alcance de la universidad española y nos marca la dirección en la que debemos avanzar para conseguir un modelo basado en la investigación y la transferencia de conocimiento". Otro de los aspectos que destacó fue la capacidad de esta convocatoria de "unir a las universidades" con un mismo objetivo.

Así las cosas, las 18 candidatas presentaron lo mejor que saben hacer, lo mejor de su casa, sus proyectos y perspectivas de futuro para intentar convencer al jurado que, por fin, pudo conocer sus caras después de leerse sus proyectos.

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