Córdoba

El coste de vivir fuera de casa

  • Los estudiantes también padecen los efectos de la crisis y muchos de ellos tienen que afrontar cada semana sus gastos diarios y salidas nocturnas con apenas 30 euros

Desde hace apenas una semana, los universitarios han tomado Córdoba. Para los que residen en la capital, la vida no difiere demasiado a la que tenían hasta el mes de junio. La cosa cambia para los que no tienen más remedio que dejar sus casas y a sus familias y establecerse en Córdoba entre los meses de septiembre y junio. El bolsillo de los estudiantes también se resiente en estas fechas y más aún el de sus padres, debido a la crisis económica. Matrícula, alojamiento, transporte, apuntes, algún que otro libro, alimentación y, cómo no, dinero para ocio son la mayoría de los gastos que tienen que cubrir estos estudiantes.

La mayoría de los alumnos de la Universidad de Córdoba (UCO) optan por compartir piso entre compañeros. El coste medio, según el sondeo realizado por El Día, está en los 300 euros. Ciudad Jardín es la zona por excelencia de los estudiantes, tanto que los vecinos ya los consideran parte del barrio. Supermercados, tiendas ropa, cafeterías y bares forman parte de su paisaje. La cercanía con la estación de tren y el bajo coste de la vivienda son los factores que hacen que la mayoría de los alumnos de la UCO se decante por esta zona.

María José Roldán es una de ellas. Su piso está en la avenida Gran Vía Parque. Alumna de tercero de Magisterio, de la especialidad de Inglés, María José comparte piso con otras dos compañeras; cada una paga 162 euros al mes por el alquiler del piso, ubicado en la cuarta planta. "El primer año viví en la calle Previsión, también en Ciudad Jardín", detalla y añade que eligió este bario "porque es un buen sitio y está cerca de todo". La única pega que encuentra esta futura profesora es "el control de los gastos". A pesar de que cuenta con una beca, que alivia en buena parte sus gastos, sus padres le dan una asignación semanal de 35 euros. Con esta cantidad, María José tiene que hacer frente a toda una semana, que no excluye alguna que otra salida nocturna. Como es habitual, entre sus compañeras hacen gastos compartidos para las cosas de la limpieza o artículos del cuarto de baño.

Sensi Hernández es otra de las alumnas de la UCO que comparte piso en Ciudad Jardín, en concreto en la calle Infanta Doña María. En defensa de este barrio, argumenta que "aquí los pisos son más baratos y están todos los estudiantes". Natural de Nueva Carteya y alumna de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras, Sensi recuerda que la búsqueda del piso no fue tarea fácil, ya que con sus compañeras "tardamos dos días en encontrar un piso y buscamos en los anuncios de las farolas". Hasta encontrar la que ahora es su casa, Sensi y sus compañeras visitaron unos seis inmuebles. Cuatro habitaciones, dos baños, salón, terraza y comedor; y todo, por 300 euros al mes, una ganga para muchas personas. Sin embargo, para los estudiantes se trata de una cuantía algo más que suficiente. En el caso de Sensi, sus padres "me dan dinero para la semana, pero no me sobra nunca nada", reconoce y confiesa que el año pasado eran 50 euros los que recibía para sus gastos, pero que este año el dinero se ha reducido hasta los 30 por eso de la crisis. Aunque el gasto en la comida está cubierto, puesto que la suele traer de su casa, la joven incide en que "siempre buscamos las ofertas". Y las copas también al precio más asequible. El botellón en casa, que siempre sale más barato que ir a un pub.

Aunque en la mayoría de los casos, los alumnos conviven por sexos, es decir, hombres y mujeres por separados, también hay pisos compartidos. Es el caso de Julio Córdoba, quien convive con otras dos chicas cerca de Costa Sol. Alumno del segundo ciclo de grado superior de Producción Audiovisual, radio y espectáculos en el instituto Ángel de Saavedra, explica que "buscaba un piso que estuviera bien" y critica a muchos de los propietarios de los inmuebles que, en muchas ocasiones, ofrecen pisos "antiguos" para los estudiantes. Reconoce que una de las cosas más duras es enfrentarse cada semana al dinero que le entregan sus padres, entre 30 y 40 euros. Con ese dinero, "tengo que comprar el bonobús, pagar la luz y más cosas".

Universitarios en Córdoba hay cientos y otros tantos que viven fuera de su casa. Cada uno tiene sus propios métodos de subsistencia, que se basan en un ahorro fino y en evitar los gastos superfluos. Aunque gran parte de ellos residen en Ciudad Jardín, la zona del Parque Cruz Conde -en el caso de los alumnos que se decantan por Medicina, Enfermería o Ciencias de la Educación- hay otros que prefieren otros barrios, como Vista Alegre, tal y como ha hecho este año Manuel Agudo, que estudia segundo de Ciencias de Trabajo y es de Lucena. A pesar de la distancia que hay entre su piso y la facultad que dirige Federico Navarro, Agudo asegura que lo que buscaba con el piso era que la relación entre calidad y precio fuera positiva. Agudo no tiene reparos en asegurar que la oferta de pisos para estudiantes en Córdoba no es del todo tan correcta como precisan, sobre todo, porque "los enseñan mal" y, en la mayoría de los casos, "los electrodomésticos son lo peor y muy antiguos". Tras una intensa búsqueda, por fin encontró el piso que quería y que para muchos seguro que se trata de todo un lujo porque entre él y sus cuatro compañeros pagan 190 euros mensuales. El piso dispone de cinco dormitorios, tres cuartos de baño, salón y cocina repartidos en 200 metros cuadrados, pero es que la finca tiene incluso piscina.

Otra de las claves de la convivencia entre los universitarios es que los gastos comunes se comparten. "Lo tenemos todo en común, incluso la cocina, porque desde el principio quisimos tener ambiente familiar", asegura Agudo. El problema, como el de todos, es el dinero. Agudo tiene suerte porque sus padres le dan una paga de unos 70 euros a la semana, pero tampoco es que sean demasiados, ya que tiene coche y en gasolina gasta unos 20 euros. Todo un reto.

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