La fecha ya está puesta: el 10 de septiembre. Tras numerosas protestas por parte de los sindicatos, los profesores y los padres e, incluso, el rechazo del propio Consejo Escolar de Andalucía, la consejera de Educación, Mar Moreno, zanjó ayer la polémica y determinó que será el jueves 10 de septiembre el día que dé comienzo el curso escolar para los ciclos de Infantil y Primaria.

Se trata de una decisión que Moreno ha tenido que tomar, después de que su antecesora Teresa Jiménez decidiese que las clases del próximo curso escolar dieran comienzo una semana antes de lo habitual. Se trató de una decisión que no contó, desde el principio, con el beneplácito del profesorado, ya que los argumentos dados por la Junta no les convencían. Mejorar la conciliación de la vida laboral y familiar, así como aumentar la calidad y el rendimiento de los alumnos fueron las razones esgrimidas desde Educación.

Sin embargo, la nueva consejera aseguró que el nuevo cambio de fechas no está motivado "por ninguna presión", a pesar de las protestas y de las razones que presentaron los sindicatos, tales como la imposibilidad de que las plantillas estuvieran completas el 7 de septiembre o que las obras que se llevan a cabo durante el periodo veraniego estuvieran listas en ese tiempo. Es más, Moreno consideró que la fecha "es la que la que armoniza más la distintas posiciones y permite alcanzar los objetivos previstos: adelanto del curso, incremento de horas lectivas, y que Andalucía comenzase el curso en Infantil y Primaria prácticamente cuando lo hacen el resto de comunidades autónomas".

La respuesta de los sindicatos no ha sido del todo complaciente para Educación y algunas organizaciones creen que la nueva fecha "carece de sentido". Aunque destacan "el avance" que se ha producido con la Junta, consideran que el inicio del curso va a ser "caótico", según CSI.F. Ésta organización indicó que la fecha acordada ahora "es insuficiente" para mejorar la calidad de la enseñanza y porque el inicio del curso "necesita más días de trayectoria".

Por su parte, desde Comisiones Obreras (CCOO) valoraron de manera positiva el día fijado, aunque el portavoz de enseñanza, Francisco Javier Delmás, apuntó que los dos días de adelanto no van a significar mejoras evidentes. Recordó que este adelanto debería "ir acompañado con más medidas de mejora en los centros".

Para SADI, la forma en la que Educación ha determinado la nueva fecha no ha sido la más favorable, ya que "ha obviado en todo momento al profesorado y a sus representantes, a los que en ningún momento se les ha solicitado reunión alguna para buscar la posición más ecuánime".

El presidente de la Junta de Personal Docente No Universitaria, Sebastián Quesada, consideró que ahora "los profesores tendrán que hacer más esfuerzos" y advirtió de que el 10 de septiembre "los centros no estarán listos". Recordó que esa fecha ya la propusieron los sindicatos en las primeras negociaciones y que la propia Jiménez la desechó sin consultar con ellos.

Aunque desde un principio los padres defendieron el adelanto del curso, el presidente de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de colegios públicos -FAPA-Ágora-, Francisco Mora, criticó que con la nueva fecha "desaparezcan los días de adaptación para los niños de primero de Infantil". No obstante, destacó que gracias a la medida "Bachillerato gana cinco días" y, finalmente, el calendario escolar de Andalucía se asemejará al del resto de comunidades autónomas, al llegar a los 177 días lectivos. Mora advirtió de que "los padres seguiremos abogando por llegar a los 180 días lectivos" y reconoció que la primera propuesta "no iba a suponer un aumento en calidad de la enseñanza".

Con todo ello, la iniciativa de Educación supone adelantar en cinco días el curso en Infantil y Primaria, que pasará del día 15 al 10, mientras que Bachillerato se pasará del 22 al día 15.