La asamblea de Rabanales 21 ha acordado el alquiler del suelo necesario para que Prasa construya en esta zona próxima al campus universitario un moderno hospital, el segundo totalmente privado de la capital tras el de Cruz Roja. Así lo confirmaron ayer a El Día fuentes consultadas de este grupo empresarial al abordar la situación en la que se encuentra un proyecto del que comenzó a hablarse hace ya algunos años, pero que, después de un paréntesis, parece haberse recuperado totalmente y ve ya la luz del túnel. La aceptación de esta fórmula por parte de Rabanales 21 permitirá que Prasa se ahorre los 15 millones de euros necesarios para la compra de esta parcela y pueda marcarse plazos para que el centro sea una realidad. Según la información facilitada a este periódico, las obras pueden iniciarse este mismo año para acabar en el plazo de 26 meses –en el primer tramo de 2012–, siempre y cuando ni el Servicio Andaluz de Salud (SAS) ni la Gerencia de Urbanismo pongan trabas tanto a la apertura de las instalación como a la licencia de obras.

Prasa dispondrá de este solar los 25 años siguientes a la firma de la cesión por parte de Rabanales 21, una sociedad en la que están representados diversos sectores empresariales e instituciones como la Universidad de Córdoba (UCO) o la Junta. Durante este periodo, el grupo cordobés sólo estará obligado a pagar el precio del alquiler que le marque el titular de los terrenos. La superficie reservada a Prasa es una parcela de cerca de 22.000 metros cuadrados. En este solar se ubicará una moderna ciudad sanitaria que estará dotada prácticamente de todas las especialidades médicas y que contará con las últimas tecnologías aplicadas a la Medicina e infraestructuras adaptadas a los requerimientos del personal sanitario.

El complejo de Prasa, que parte con un presupuesto de 140 millones de euros, se parecerá bastante a las instalaciones de alta tecnología sanitaria que hay en otras capitales y está concebido como “un hotel de lujo”, como así lo calificaron desde la empresa al describir sus servicios y matizar en que “éste debe ser el objetivo de todo hospital privado”. Habrá un edificio de 22.000 metros cuadrados, bastante superior en tamaño al de Cruz Roja, que apenas si llega a los 8.000, como así lo pusieron de manifiesto las personas de Prasa consultadas.

Llama la atención que, al compararlo con otros centros sanitarios –sobre todo los de titularidad pública–, dispondrá de pocas camas de hospitalización. En total, según figura en el proyecto, habrá 200 camas que estarán repartidas en cinco plantas. Todas ellas son individuales, algo muy habitual en complejos de estas características, y habrá dos suites por planta. Estos dormitorios –diez en total– dispondrán de lujosos servicios para aquellas familias que deseen contratarlos durante el tiempo que permanezcan hospitalizados. Desde Prasa explicaron que la escasez de camas guarda relación con el objetivo de que la permanencia en el centro, salvo en los casos que revistan una mayor gravedad, no sea superior a los dos días.

El ambicioso proyecto de Prasa, realizado por los arquitectos Alfonso Casares y Justo Fernández –los mismos autores del Hotel AC Córdoba Palacio–, apuesta asimismo por los espacios ajardinados y la inexistencia de aparcamientos en superficie. Las fuentes consultadas señalaron que las zonas verdes marcarán la estética del complejo sanitario y detallaron que habrá una sola planta de parking subterráneo con capacidad para unos 500 vehículos.

El apartado económico resulta igualmente llamativo. Así, de los 140 millones de euros que Prasa invertirá en la ejecución del proyecto sanitario, alrededor de 65 millones van dirigidos en exclusiva a la ejecución de las obras propiamente dichas, una cifra similar al presupuesto global del centro de congresos que el Ayuntamiento tiene previsto edificar en la zona de Miraflores. El resto del presupuesto va destinado a la adquisición tanto del mobiliario como de las infraestructuras y los equipos necesarios para el personal sanitario.

La renovación de las tecnologías también ha sido contemplada a la hora de planificar el hospital, ya que su sustitución requiere de gastos millonarios cada pocos años. Para tratar de optimizar los recursos, el grupo cordobés pretende negociar con el proveedor de las tecnologías para que aquellos aparatos que vayan quedando obsoletos puedan venderse a otros países y poder afrontar así el pago del nuevo material.

Falta por concretar las vías de financiación del hospital para poder hacer frente a este importante desembolso económico. La sociedad cordobesa informó a este respecto que los contactos con los bancos se iniciarán una vez que el proyecto cuente con el apoyo tanto del colectivo médico –“fundamental” para la constructora– como de las propias administraciones públicas, que tienen que dar su visto bueno. Sin embargo, desde el grupo cordobés manifestaron que algunas entidades, como es el caso de Bancaja, ya han mostrado su “predisposición” a negociar la financiación de este centro hospitalario.