Córdoba

Cuatro puntos del Centro estarán vigilados por cámaras 'ponemultas'

  • Tráfico empieza a instalar los equipos en las Tendillas, la prolongación de Gran Capitán, Acera de Guerrita y la avenida de América · Los equipos fotografían y sancionan a quien invada el carril bus

El Ayuntamiento de Córdoba ha comenzado el proceso para instalar cámaras automáticas que sancionan de forma instantánea a los conductores o motociclistas que invadan una serie de carriles de servicio público, considerados estratégicos por el Consistorio para garantizar la fluidez. Estos cuatro puntos estarán vigilados durante día y noche por un sistema informático en el que la tecnología se utiliza por primera vez en Córdoba con efectos sancionadores.

El proyecto costará unos 600.000 euros y, entre otras cuestiones, permitirá cazar a todo aquel que utilice las zonas reservadas al transporte público para ahorrarse unos minutos. Las zonas elegidas para estas primeras cámaras sancionadoras serán el carril de servicio de la plaza de las Tendillas, la avenida de América, la Acera de Guerrita y la prolongación de Gran Capitán.

El sistema es, en realidad, bastante sencillo. Consiste en la ubicación de una cámara de vídeo, conectada a una red por fibra óptica y enganchada a un circuito de alimentación eléctrico. En el pavimento, se colocará un sensor llamado espira. Cuando el vehículo pasa sobre la espira, la cámara dispara una imagen y lee la matrícula del automóvil infractor. El Consistorio dispone de una base de datos en la que constan todos los vehículos autorizados a transitar por estas zonas (autobuses, taxis, patrullas de policía, automóviles del parque móvil oficial...). En el caso de que el sistema no encuentre la matrícula de la imagen en la lista de vehículos permitidos, el software emite automáticamente la multa con la cosiguiente sanción y la pérdida de puntos para el infractor.

El teniente de alcalde de Movilidad, José Joaquín Cuadra, explicó que ésta es la primera vez que se utilizan cámaras fijas para sancionar a quien se salte el código de la circulación en este aspecto. Hasta el momento, todos los sistemas de circuito cerrado se utilizan simplemente para ofrecer imágenes en tiempo real del desarrollo del tráfico al control central del Área de Movilidad. De hecho, una cuestión importante es que las cámaras ya instaladas no tendrán otro uso puesto que se trata de una tecnología peculiar. Las nuevas cámaras sancionadoras estarán montadas en báculos junto a un segundo objetivo que se dedicará a transmitir señal de vídeo de forma contínua. Los nuevos aparatos ponemultas se montan de forma fija; es decir, apuntan a un lugar y sólo pueden detectar a los vehículos que atraviesan esa zona determinada.

Una de las particularidades de las ubicaciones elegidas por el Área de Movilidad es que no se pretende paliar el estacionamiento indebido en los carriles de acceso restringido. Las cuatro ubicaciones no tienen ese problema, como sí ocurre en otros puntos de la ciudad, como Ronda de los Tejares o la propia avenida del Gran Capitán, donde es habitual que se utilice el carril de servicio para dejar el coche unos minutos.

Al contrario, se han elegido lugares utilizados para hacer pirulas, esos trayectos que permiten sortear rodeos, arañarle unos minutos al automóvil. El caso de Las Tendillas es paradójico. El Consistorio montará el sistema tecnológico de forma complementaria a las pilonas de Cruz Conde y Alfonso XIII, que impedirán el acceso a la zona salvo al transporte público, las emergencias y a los vecinos autorizados. Desde Tráfico, se explica que hasta tanto se instale la barrera, esa cámara permitirá controlar el tráfico de la vía de servicio, que es una alternativa a dar el rodeo por la calle Alfaros (siempre que no haya un guardia municipal cerca, lo que suele ser bastante habitual).

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