El obispo, Juan José Asenjo, defendió ayer el derecho de la institución eclesiástica a evangelizar, argumentando que ello no supone un ataque para "la libertad religiosa de los demás".

En su carta semanal, dedicada al sentido de la labor misionera y evangelizadora de la Iglesia Católica, Asenjo señaló que "para la cultura moderna todo intento de convencer a otros en cuestiones religiosas supone una falta de respeto a su libertad, es un signo de intolerancia y un desprecio del pluralismo religioso". Para el prelado, habría que llegar a la conclusión de que "la actividad misionera de la Iglesia hoy carece de sentido, pues pone incluso en peligro la paz entre los pueblos".

Asenjo defendió también la "relación entre el mandato misionero del Señor y el respeto a la conciencia y a la libertad religiosa de los demás", pues, "contra quienes afirman que no existe la verdad objetiva, puesto que puede encontrarse en doctrinas distintas y aún contradictorias, la respuesta de la Iglesia es que la verdad existe, como existe también la capacidad del hombre para llegar a ella, que además es para todos una necesidad y un deber moral".

En su misiva semanal, el obispo hizo hincapié en la "urgencia de la evangelización, tarea confiada por el Señor a los apóstoles y que concierne a todos los bautizados". Consideró que esta tarea es "muy necesaria, ya que hoy son muchas las personas que viven en el desierto de la oscuridad de Dios, del vacío existencial y de una vida sin sentido".