El Cabildo Catedralicio correrá con la responsabilidad de la organización de las visitas nocturna que se realicen a la Mezquita y se quedará con todos los recursos económicos que se obtengan del desarrollo de la anhelada propuesta turística. El acuerdo entablado entre el Ayuntamiento y los rectores del órgano religioso tiene una serie de elementos en su letra pequeña que, en realidad, eliminan el principal proyecto que tenía el Consorcio de Turismo para autofinanciarse y, al menos, dejar de depender en parte del dinero de los presupuestos municipales.

Uno de esos elementos del acuerdo es que se respete la unidad económica de gestión del templo, sobre el que la Iglesia reclama la completa propiedad sin que permita injerencias de ningún tipo. Así, será el Cabildo quien gestione, e ingrese, las cuantías que se deriven de la venta de entradas para los distintos pases de las actividades nocturnas. Este hecho tiene relevancia puesto que la gran mayoría de los recursos que se movilicen, en torno a 600.000 euros, saldrán de recursos públicos. El Cabildo será quien planifique las fechas de venta del producto, claves para las reservas de los congresos.

Desde el primer momento, en las negociaciones sobre la visita nocturna multimedia, el órgano eclesial dejó meridianamente claro que no aceptaría ninguna fórmula de gestión que no pasase por la exclusividad a la hora de llevar a cabo la propuesta. Incluso las reticencias expresadas en el desarrollo de las negociaciones sobre el contenido no han aparcado en ningún caso las pretensiones de la Iglesia en el sentido de no ceder ni un ápice.

El segundo de los requisitos impuestos por la Iglesia durante el desarrollo de las negociaciones es de carácter técnico. El Cabildo ha expresado que el equipo de montaje será dirigido por el personal de confianza del órgano catedralicio, de forma que sean los arquitectos conservadores quienes tengan la última palabra de cada tecnología que se introduzca.

El proyecto definitivo se desprende de las proyecciones audiovisuales que se iban a realizar en el interior del templo, donde sólo existirá un juego de luces bajo tecnología led (que aportan menos consumo y mayor seguridad que la instalación actual) así como elementos de música de órgano, una cuestión incorporada en uno de los informes técnicos realizados por los arquitectos conservadores. Uno de los detalles menos conocidos de toda esta polémica es que fue el Cabildo quien redactó el primer guión, que es precisamente el que no se pondrá en marcha por sus propias presiones, a cambio de una notable compensación económica.

El Consorcio de Turismo ha nombrado una comisión de trabajo, formada por el edil Francisco Tejada, el empresario Vicente Carmona y el gerente de la entidad, Federico Rodríguez, con el propósito de cerrar los flecos pendientes de cara a poder poner en marcha una actividad que acumula ya un retraso más que notable. A cambio de las exigencias, el Cabildo ha abierto la mano en el sentido de que se va a crear un grupo de trabajo estable con el objetivo de que se aporten propuestas por las instituciones y el sector privado de cara a mejorar el desarrollo de las visitas diurnas a la Mezquita, el atractivo turístico más relevante de Córdoba y que supone el grueso de la financiación del órgano catedralicio. El último ajuste en cuanto a horarios y organización -se incorporaron las audioguías- se realizó bajo el mandato del hoy arzobispo de Granada Javier Martínez.

Desde entonces, han surgido reivindicaciones relacionadas con el templo, entre las que se encuentran la de los guías, ya que el Cabildo dispone de sus propios filtros para que sólo muestren el templo las personas que acrediten unos conocimientos. Otro elemento pendiente es la reapertura de la torre.