Córdoba

Una oración para paliar la crisis

  • Unas trescientas personas rezan en San Nicolás, tras concentrarse en el Bulevar de Gran Capitán, para pedir que "los responsables mundiales sean iluminados"

Dicen que la fe mueve montañas, y es a lo que ayer se aferraron las trescientas personas que, llamadas por una docena de parroquias y movimientos cristianos de la capital, se concentraron en el bulevar de Gran Capitán por las "víctimas de la crisis". Durante este acto, los convocantes, que portaron pancartas con lemas como No al paro, No a la exclusión, No a los contratos basura o Desarrollo sostenible, leyeron un manifiesto en el que mostraron su esperanza en el futuro y en que "el reino de Dios es posible". Tal y como está la actual situación económica no son pocos los que ayer recuperaron sus creencias y le pidieron a la virgen quedarse como están. Fue el caso de Andrés Jiménez, un viandante que se encontró con la concentración "por casualidad" y se unió porque, "aunque no soy muy practicante, algo hay que hacer contra la crisis".

Este acto de la comunidad cristiana se justificó así en el hecho de que se está "padeciendo una de las crisis mundiales capitalistas de más hondo calado en diversas dimensiones, que abarcan desde las financieras y económicas hasta las alimentarias y ecológicas, que chocan con el plan de Dios sobre la tierra y la humanidad". Además, los convocantes insistieron en el manifiesto en que la crisis "la sufren especialmente los más pobres", y este hecho "toca a todos los humanos, por lo que de pecado estructural tiene, por la necesidad de ejercer la solidaridad y por la incertidumbre que genera".

Fue por este motivo por el que además de rezar, algunas de esas "víctimas" narraron ayer su historia de crisis durante la vigilia. En concreto, una familia de Las Palmeras en paro y un indigente que narraron como, gracias a la ayuda de Cáritas, están sobrellevando la crisis. "La idea es sensibilizar sobre los rostros que padecen la crisis y pedir que los responsables mundiales y nacionales sean iluminados", aseguró el vicario general de la Diócesis de Córdoba Joaquín Alberto Nieva, quien destacó que esta labor la lleva haciendo la Iglesia desde hace algunos meses a través de Cáritas, que "está abriendo muchas puertas para superar la crisis, aunque esperamos que sean cada vez más los benefactores".

El acto prosiguió en silencio hacia la iglesia de San Nicolás donde se llevó acabo una vigilia. La oración fue presidida por el vicario general, quien aseguró que el objetivo de la misma es rezar "por todas las personas", para afrontar la crisis "de forma justa y solidaria".

Las parroquias de San Ignacio, San Acisclo, San Vicente Ferrer, San Martín de Porres, Santas Margaritas, Nuestra Señora de Fátima, Nuestra Señora de Belén, Nuestra Señora del Carmen y Nuestra Señora Virgen de Linares, junto con HOAC, JOC, ACO, Junior, el Secretariado de Pastoral Obrera y el Consejo Diocesano de Acción Católica quisieron así hacerse "visibles y presentes como creyentes, con una actitud de servicio hacia los demás".

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