Córdoba

Una cicatriz que no se cierra

  • Vecinos de Alcolea crean una plataforma, que asegura que irá donde tenga que ir, para conseguir una demanda histórica: sacar el ferrocarril de la barriada periférica

Hay miles de demandas vecinales en la ciudad, que si el asfaltado de una calle, que si la construcción de una piscina, un centro cívico o de salud, que si la eliminación de barreras arquitectónicas... Cientos de reivindicaciones con distinta prioridad incluso para los propios vecinos, que argumentan en un sentido u otro dependiendo de la proximidad del problema o del uso del equipamiento. Sin embargo, en Alcolea, como en Fuenteovejuna, todos van a una. El asunto no es otro que la supresión del trazado férreo que cruza la barriada. Y no sólo la eliminación del paso a nivel. Una reivindicación que cumple más de una década y que por el momento no tiene visos de ser resuelta. Por esta razón, los vecinos de Alcolea se están grabando a fuego dos dichos populares, ese que dice que la unión hace la fuerza y el de que la esperanza es lo último que se pierde. Tras años de lucha sin éxito, los habitantes de Alcolea se han unido ahora en la plataforma Fuera vías de Alcolea, con la que pretenden llegar "hasta donde haga falta", aseguró el presidente de este colectivo, Carlos Ballesteros.

Los últimos acontecimientos en este sentido tuvieron lugar en el mes de septiembre, cuando los residentes de Alcolea rechazaron por "enésima vez, un proyecto que no queremos, ni ahora ni hace una década cuando vino Luis Martín a presentarlo cuando gobernaba el PP en el Ayuntamiento y en el Gobierno central", señaló el presidente del Consejo de Distrito de Alcolea, Teodoro Camacho. El principal escollo que presenta la demanda vecinal es el coste económico que tendría eliminar el trazado férreo a su paso por esta barriada periférica, de ahí que "desde ADIF, el Gobierno y todos los políticos que llegan a Alcolea con un proyecto en la mano, la única solución que se platee sea el soterramiento de la antigua N-IV", mucho menos costoso, aseveró Camacho.

El presidente del consejo de distrito, como el resto de habitantes de Alcolea, hizo hincapié en el peligro que trae el trazado férreo, ya que "hay muchos puntos por los que se puede cruzar sin que haya paso a nivel". Por esta situación, aseguró que "ningún político ni técnico del Ministerio de Fomento sabe realmente en qué situación está Alcolea", de ahí que "sólo se dé la solución más barata y que no satisfacen a nadie, al menos, no a los que vivimos aquí". Los vecinos de esta barriada tienen que cruzar más de una decena de veces las vías, ya que al quedar dividido el distrito en dos "los servicios están en un lado y muchas viviendas en otro", apuntó Ana Gómez, tesorera de la Asociación de Vecinos Fraternidad. Pero el tren no sólo trae problemas a la hora de tener que cruzar sus líneas diariamente, bien en coche bien andando, si no también contaminación acústica, la cual "es considerable para las viviendas que están más cerca", manifestó Ballesteros. Los residentes han contabilizado el paso de 35 trenes diarios, cifra que se va a incrementar cuando se ponga en marcha el intercambiador de la línea de alta velocidad a Jaén, aseguró Gómez. Los habitantes de Alcolea indicaron, tras años sin encontrar una respuesta certera a su demanda vecinal, que "no se ha trasmitido a las claras el sentir del pueblo", ya que de haber sido así "no nos hubieran intentado colar el mismo proyecto mil veces".

Los residentes son conscientes de que la solución que ellos proponen, tras rechazar el paso a nivel subterráneo y de que los técnicos no vean viable el soterramiento de la vía por la cercanía del río, es cara, muy cara, pero su respuesta es que en "todo este tiempo se podía haber dispuesto el dinero necesario, que cuando quieren sí que lo hay", aseveró Camacho.

Alcolea está quemada, muy quemada, como los propios vecinos señalan, pero no ceden en su empeño de dar a su barriada "la calidad de vida que tiene el resto de zonas de Córdoba", porque "como el resto, nosotros también pagamos nuestros impuestos", dijo Gómez. Y es que la reivindicación vecinal suma ya "demasiadas muertes", apuntó Gómez, quien recordó que en los 50 años que vive cerca de las vías ha visto morir "a unas 15 personas", un hecho que "es difícil de olvidar".

De la solución aportada por la administración competente, en este caso ADIF, los vecinos critican que "no es integradora y terminaría por hundir Alcolea", manifestó Ballesteros. En este sentido, y plano en mano, los residentes analizan cómo quedaría el barrio de hacer un paso subterráneo. "Habría que poner unas mamparas antirruidos, con lo que parecería el Muro de Berlín", indicó Gómez, quien prosiguió en su argumentación señalando que calles como Cuartel, Cabo Carmona o Rivera Baja quedarían sin salida, lo que conllevaría "un trastorno para los vecinos que viven en ellas, además del cierre de los comercios de la zona, ya que no se podría acceder en coche ni se podrían poner las terrazas al aire libre". Los residentes no están dispuestos a que el barrio se adapte a un proyecto "cuando se pueden buscar otras soluciones", dijo Ballesteros, quien manifestó "no hemos visto nunca una voluntad de integrar las vías en Alcolea y han seguido erre que erre con la misma solución". Para la delegada de la alcaldesa en Alcolea, para el consejo de distrito, para las asociaciones de vecinos y para la plataforma recientemente constituida, así como para el resto de vecinos de la zona, la culpa la tienen los políticos que "nos han apoyado si estaban en la oposición y cuando gobernaban no", afirmó Camacho, quien recuerda cómo "IU y PSOE en su momento votaron a favor de la supresión de las vías en el Congreso de los Diputados" y de como el PP no estaba a favor. Ahora, los populares sí los apoyan mientras el PSOE "casi nos obliga a asumir un proyecto que no queremos", apuntó Gómez.

En esta campaña, IU se ha mantenido en un segundo plano, quizás porque hasta el momento no ha sido quien se tendría que rascar el bolsillo para buscar la financiación necesaria para llevar a cabo el proyecto vecinal. Mientras, los habitantes de Alcolea recuerdan que tanto PP como PSOE han cambiado de parecer según tenían o no el poder en la mano. Todo es cuestión de dinero, de prioridades y de voluntad, señas que los residentes de Alcolea dicen encontrar en los partidos "sólo cuando hay campaña electoral, que vienen y prometen el oro y el moro". El viernes, los vecinos vuelven a la carga con una concentración en el paso a nivel.

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