Córdoba

Vecinos de Las Palmeras se quejan porque se desaloja a familias y no a 'okupas'

  • Los colectivos sociales de la zona piden explicaciones a EPSA sobre el desarrollo de los desahucios y exigen más vigilancia

La paciencia de los vecinos de Las Palmeras está llegando a su límite. Los últimos acontecimientos ocurridos en el barrio han indignado a los residentes de una zona de la ciudad en la que "la falta de seguridad" se hace patente cada noche en la plaza central, donde se hacen candelas diariamente. El caso es que el pasado miércoles una familia del Patio Veleta fue desalojada por impago reiterado del alquiler. Esta circunstancia, normal en Las Palmeras, ha llenado, sin embargo, de dudas y contradicciones la vida de este barrio. Y es que se da la circunstancia de que en este mismo patio, los vecinos denunciaron públicamente a través de este periódico, así como en la Comisaría de Policía, que varias familias ocupan desde el verano varios locales de forma ilegal, enganchando la luz de las farolas y amenazando al resto de residentes.

Por este motivo, los vecinos, que eluden identificarse por miedo a posibles represalias, se preguntan que "dónde está la justicia". Para ellos no es lógico que la Policía eche antes de su casa "a una familia que no puede pagar el alquiler que a unas personas que han ocupado los locales de forma ilegal y que encima amenazan al resto de vecinos".

Los colectivos sociales de la zona van a solicitar al gerente de la Empresa Pública de Suelo de Andalucía (EPSA), Rodrigo Barbudo, una reunión para que les explique por qué "siempre que se desahucia a alguien tiene unas características similares". Los vecinos dan a entender con sus palabras, presas del miedo, que "los gitanos parece que son intocables aquí y que todo son ayudas para ellos", mientras que recriminan a las administraciones su falta de compromiso con el barrio y con el resto de vecinos.

En este sentido, una de las vecinas señaló que "parece que hay que ir comido de piojos y sucio para que te tengan en cuenta". Esta situación está desesperando a los vecinos, que no saben cómo afrontar este nuevo problema en el barrio, de por sí castigado por la falta de empleo y formación. El hecho del último desahucio no hace más que ahondar en el sentimiento de "abandono" que los residentes en este barrio sienten de las distintas administraciones.

Por otro lado, otra de las denuncias que hacen los vecinos de Las Palmeras, a colación de la ocupación de los locales, es que "hay personas que extorsionan a familias para que se marchen de sus pisos y quedarse ellos con el control de los mismos". Los colectivos vecinales aseguran que hay personas que controlan varios pisos para "traerse a su familia de fuera de la provincia o para trapichear con droga". Cabe señalar a este respecto que "las viviendas más demandadas son los bajos, por la facilidad que dan a este negocio de cara al exterior".

EPSA lleva tiempo intentando controlar esta actividad irregular elaborando un censo de las viviendas, algo que, por el momento, "está siendo insuficiente", por lo que los vecinos piden más presencia policial y mayor vigilancia.

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