"Los dos pilares sobre los que ha pivotado mi vida son el amor a Córdoba y el amor a la profesión de abogado". Este fue parte del discurso que realizó el letrado penalista y referente de la izquierda cordobesa, Rafael Sarazá, durante el acto de entrega de la Gran Cruz del Consejo General de la Abogacía en 2008, un galardón que le otorgaron por su "innegable vocación y su servicio a la sociedad desde la Justicia". Con esta confesión de amor a la ciudad y a su trabajo, Sarazá demostró una vez más por qué era uno de las personas más respetadas en Córdoba. Miembro del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y teniente de alcalde del Ayuntamiento de Córdoba con Julio Anguita como regidor en el primer mandato democrático, falleció ayer en el Hospital Reina Sofía, donde se recuperaba de un ictus sufrido hace unos días, a pocas semanas de cumplir los 83 años. Jubilado desde 2004, sí que mantuvo su vinculación con el Partido Comunista y hasta se le pudo ver recientemente, en la pasada campaña de las municipales de 2015, en la presentación de la candidatura de IU bajo el lema Recupera Córdoba.

Sarazá nació en el seno de una familia de juristas y militares, y su tío, Manuel Sarazá Murcia, fue alcalde de Córdoba. Estudió Derecho en la Universidad de Sevilla, fue militante de Acción Católica en su juventud y uno de los fundadores del Círculo Cultural Juan XXIII (1962). Abogado en ejercicio desde 1956, fue profesor de la Escuela de Prácticas Jurídicas de Córdoba. También fue concejal del Partido Comunista de España (PCE) en el primer ayuntamiento democrático y ejerció como teniente de alcalde en el período 1979-1981 con Julio Anguita como alcalde, aunque en 1981 dimitió y abandonó el Ayuntamiento. Más tarde fue designado miembro del CGPJ, para el período 1994-1998, a propuesta de IU, y desde 2007 era presidente de la Asociación de Vecinos del Santuario. Estaba casado y tenía siete hijos.

Ha sido considerado como uno de los mejores abogados penalistas de Córdoba, además de haber sido abogado de diferentes movimientos reivindicativos y sindicales en la capital cordobesa, distinguiéndose durante el franquismo en la defensa de acusados en el Tribunal de Orden Público (TOP), así como en la lucha por la democracia y la salvaguarda de los derechos humanos.

Sarazá fue reconocido con la Medalla de Oro de la ciudad en 2007. El maestro de abogados resaltó entonces la fundación del Círculo Juan XXIII, en el año 62, que calificó como "el acontecimiento más importante en Córdoba previo a la democracia". El abogado recordó que cuando empezó en la profesión había 150 abogados "y ahora hay más de 2.500 colegiados. La Junta de Andalucía también lo condecoró en 2013.

Las reacciones y muestras de cariño se sucedieron ayer. El primero en sentir la pérdida fue el coordinador provincial de IU y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Pedro García, quien aseguró que "ha fallecido un genio, un hombre extraordinario, una buena persona, un luchador". García aseguró ayer que es "un día muy triste para la ciudad y lo que ha supuesto durante muchos años la lucha por la libertad en el país", a lo que añadió que "lo que él ha representado han sido los mejores valores que un ser humano puede representar".

La delegada del Gobierno de la Junta, Rafaela Crespín, se refirió a Sarazá como un "demócrata convencido, defensor de las libertades y derechos de aquellas personas más necesitadas" y puso de manifiesto su trabajo "en pro de los derechos políticos, la representación ciudadana, la dignidad y el bienestar de los cordobeses y cordobesas en una época difícil de nuestra historia". Crespín valoró el "carácter incansable y luchador" de Rafael Sarazá, señalando que, "desde el ejercicio de su profesión", ha llevado a la práctica un "compromiso con los demás para contribuir a una sociedad más madura, libre y respetuosa con los derechos humanos, la diversidad, la pluralidad y la tolerancia como formas de vida irrenunciables".

La consejera de Cultura y exalcaldesa de Córdoba, Rosa Aguilar, aseguró, por su parte, que Sarazá "ha sido un hombre comprometido con Córdoba y con su profesión de abogado", siendo a lo largo de su vida "una persona coherente con sus principios, con sus valores y con sus planteamientos".

Desde el Colegio de Abogados recordaron que uno de los casos más sociales en los que participó fue el de la defensa de los vecinos que se encadenaron junto a las vías del tren para exigir la eliminación de los pasos a nivel en la ciudad. También defendió a El Lute.

Por último, el secretario general de CCOO, Rafael Rodríguez, aseguró ayer que "Córdoba pierde a un gran defensor de los derechos y libertades democráticos", pues, según ha recordado, "durante el franquismo destacó por la defensa de trabajadores afines al sindicato (en aquel entonces clandestino) y víctimas del régimen, así como de los derechos humanos".

Sus restos han sido velados en el Tanatorio de Las Quemadas y el funeral tendrá lugar hoy a las 12:00 en la Parroquia Santuario Nuestra Señora de la Fuensanta, según informó el Colegio de Abogados.