gastronomía | última jornada del califato gourmet

Muestra de estilo del olimpo culinario

  • El Círculo de la Amistad acoge la entrega de premios del 'Califato in the street' y un 'show cooking' con la presencia de todos los chefs participantes en la cita de alta cocina

La cocina de calidad vive, sin duda, sus días de gloria. La televisión estrena un programa tras otro centrado en las habilidades culinarias de desconocidos a los que se les da bien eso de mezclar ingredientes y ponerles nombres. El buen comer, sin embargo, es algo de siempre. Córdoba sabe mucho de ello y quizá por eso hay pocos lugares más ideales para celebrar un evento de las características del Califato Gourmet, que ayer cerró su tercera edición. La calidad de sus invitados ha sido la gran baza de las actividades de este año que han vivido sus días grandes a principios de esta semana, con una previa de originales tapas en más de una treintena de establecimientos.

Por tercer año consecutivo, el Córdoba Califato Gourmet ha conseguido reunir a chefs de tanto renombre que entre todos suman, ni más ni menos, que una decena de estrellas Michelin y una veintena de soles Repsol. Ayer se celebraron dos de las grandes actividades de este evento que, por otra parte, cerraron la programación. La primera, una conversación a ocho bandas donde participaron Pablo González-Conejero, Pepe Solla, Marcos Morán, Paco Pérez, Paco Morales, Celia Jiménez, José Roldán y Mario Sandoval. Todos, tanto los cordobeses como los forasteros, alabaron las bondades de un acontecimiento como el Califato Gourmet y fue precisamente Paco Morales (Noor) quien dio en la clave: "es el momento de abrirnos y potenciar las tabernas, los restaurantes de siempre, pero también apostar por la modernidad", algo de lo que es ejemplo su restaurante inaugurado hace muy pocos meses. El chef Marcos Morán (Restaurante Casa Gerardo, Asturias, una estrella Michelin y tres soles Repsol) destacó "la cosa" más importante que tiene Córdoba, "su materia prima humana", y reconoció que hasta ahora le era una ciudad "desconocida". En esto coincidieron los cocineros de fuera de la provincia, a excepción de Mario Sandoval (Restaurante Coque, Madrid, dos estrellas Michelin y cuatro soles Repsol), quien comentó que en sus cocinas se trabaja con hasta tres denominaciones de origen cordobesas, Los Pedroches, Priego de Córdoba y Montilla-Moriles.

Y muy presentes han estado estas marcas cordobesas durante este tercer Califato ya que por primera vez sus productos han acompañado a cada una de las actividades que han compuesto la programación. Ibéricos de Los Pedroches, aceite de Priego y vino de Montilla-Moriles han servido a los cocineros, tanto en la previa como en las actividades grandes, para elaborar sus platos, los grandes protagonistas.

Y es que si algo bueno tienen eventos como éste es el poder degustar la alta cocina, incluso hacerlo a pie de calle. El lunes fueron los establecimientos participantes en el Califato in the street los que se echaron a la calle, concretamente al Bulevar del Gran Capitán, para preparar las tapas que han elaborado durante los días previos e intentar así buscarse un hueco en el evento gastronómico del año que viene.

Ayer mismo el Círculo de la Amistad acogió la entrega de premios para las seis mejores tapas del concurso, elegidas por los comensales de a pie y por algunos de los cocineros de la cita. En este caso, resultaron ganadores los restaurantes La Viuda (Almodóvar del Río), con su crujiente de gambones con salsa romescu y arroz negro; Arbequina, con gyozas de rabo de toro, kimchee de fresas y pack-choy; Gastrobar Arrocería El Buen Comer, con Sueño del califa del buen comer; Norte y Sur, con cordero califal; La Montillana, con hueva de choco a baja temperatura con salsa teriyaki-miel; y La Siesta, con codillo asado con salsa de higos y setas de chopo.

Y tras la entrega de los galardones, la demostración de la calidad. Un año más los chefs estrella Michelin y los ganadores del concurso de la tapa del año anterior se reunieron también en el Círculo de la Amistad para cocinar sus platos cara a cara con el comensal, sin ningún truco ni as en la manga. Alguno que otro salía y entraba de las cocinas del edificio, pero muchos tenían los fogones justo al lado de la mesa en la que servían los pinchos. Los olores se mezclaron así en un show cooking donde participaron todos los chefs anteriores, a quienes se sumó el también cordobés Kisko García (Choco, una estrella Michelin), y los restaurantes Macsura, Sibarita, Arbequina, Corona, Catering Charlotte y La Siesta. Hubo algunos momentos en los que la fabada de Prendes de Marcos Morán consiguió menguar el resto de olores de la sala con un copioso potaje donde no faltaban ingredientes tan básicos como el chorizo o la morcilla. Algunos le aportaron esa modernidad a la que minutos antes había hecho referencia Paco Morales, como el restaurante Sibarita donde sus cocineros preparaban tapas y tapas de Córdoba, historia y fussion, un plato que por su nombre dice poco, pero que por su contenido con algo más de 20 ingredientes en un plato que apenas entra en la mano sí sabe llegar más allá. Pan, cebolla, albahaca, almendra, té verde, hierbabuena, queso Patamulo, incluso Peta Zetas y picapica son sólo algunos de los ingredientes de una de las tapas ganadoras del año pasado.

No fueron pocos los asistentes a un evento que va camino de consolidarse con apenas tres ediciones y que todo apunta se celebrará por cuarta vez. Los frescos del Círculo de la Amistad aportaron al ambiente un halo artístico de ángeles y cielos azules que bien podrían haber representado el olimpo gastronómico que ha supuesto este Califato Gourmet.

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