Córdoba

Una protesta obliga a desalojar el Pleno tras un parón de tres horas

  • Una quincena de parcelistas exige agua para sus viviendas irregulares La Policía Local interviene y el grupo de Ganemos protesta por las formas utilizadas por el cogobierno

La alcaldesa, Isabel Ambrosio, se vio obligada ayer por primera vez en el mandato a desalojar el Pleno debido a una protesta de un grupo de parcelistas que exigían agua para sus viviendas. La regidora quiso evitar este momento y hasta suspendió la sesión de manera temporal -durante unas tres horas- pero al intentar reanudarla volvieron los gritos hasta llegar a un punto insostenible en el que se requirió la intervención de la Policía Local y se desalojó al grupo que protestaba, formado por unas 15 personas.

La sesión de ayer, relativa al mes de septiembre, fue accidentada desde el principio. Comenzó con una hora de retraso sobre la prevista debido, de nuevo, al choque de informes sobre la disolución del Consorcio de Turismo. El Pleno iba a tomar conocimiento de un documento firmado por el secretario del Ayuntamiento pero, a última hora, llegó otro contradictorio y, tras una tensa junta de portavoces, se decidió retirar ese punto del orden del día. Con este asunto resuelto, se inició el Pleno aunque sólo duró apenas un minuto. Ni siquiera le dio tiempo a la alcaldesa de enunciar la sesión que correspondía cuando comenzaron los gritos de los parcelistas. En el salón también había trabajadores del Eroski que temen por su futuro laboral, vecinos de Trassierra que criticaban la poca frecuencia de autobuses urbanos, la plataforma Metrotrén Ya y otros colectivos que iban a intervenir como la Asociación Alzheimer San Rafael. Pero fueron los parcelistas los que generaron más ruido, tanto que no puedo ni iniciarse la sesión. "¡Queremos agua!, ¡somos cordobeses como todos!, ¡pagamos nuestros impuestos!" fueron algunas de las consignas que lanzaron, hasta que la alcaldesa suspendió el Pleno "hasta que se den las condiciones necesarias para continuar la sesión". El parón se prolongó durante casi tres horas porque los parcelistas no tenían ninguna intención de irse. El portavoz del grupo, Rafael Salazar, explicó después de la suspensión de la sesión que "el detonante" había sido la prohibición de una manifestación que tenían previsto realizar ayer, con corte de carretera incluido, debido a un informe desfavorable emitido por el área de Seguridad y Tráfico del Ayuntamiento. "Como no nos han dejado manifestarnos, hemos decidido tomar el Pleno del Ayuntamiento", apuntó Salazar. "Siempre que intenten silenciarnos vamos a venir a tomar el Pleno; si nosotros no tenemos derecho a manifestarnos, ellos no tienen derecho a celebrar plenos", insistió el también presidente de la asociación de propietarios Nuevo Higuerón, que aseguró que no se iba a mover del Ayuntamiento. El primer teniente de alcalde, Pedro García, intentó calmar los ánimos y hablar con los parcelistas, igual que algunos portavoces como el de Ganemos, Rafael Blázquez, o el de Ciudadanos, José Luis Vilches. Blázquez, incluso, se acercó en otras ocasiones aunque la agrupación de electores se llevó la peor parte porque los acusaron de "traidores" y de haberse olvidado "de cuando hace tres años veníamos con el 15M". Nadie del PSOE intentó iniciar un diálogo con el grupo de manifestantes.

El Pleno continuó suspendido mientras iba creciendo la incertidumbre de si se iba a celebrar hasta que, tras una reunión entre Ambrosio y García, se decidió reiniciar la sesión. Poco duró el intento porque las protestas volvieron, esta vez en un tono más elevado y hasta con cierta agresividad, lo que hizo inevitable la intervención de la Policía Local para el desalojo de las personas que estaban alterando el orden. Los parcelistas increparon a la alcaldesa y lamentaron que "seguro que tus hijos no están sin agua y conviviendo con lagartijas", mientras que a Ganemos los acusaron de "traidores". Uno de los manifestantes llegó a subirse en la bancada al tiempo que Salazar intentaba avanzar hacia la zona donde se sienta la corporación, aunque los agentes le impidieron el paso. Se produjeron momentos de verdadera tensión que terminaron con la salida del grupo que protestaba, a los que identificaron. Los cuatro ediles de Ganemos salieron también del salón "como muestra de rechazo al desalojo" por considerar que "así no se trata a la ciudadanía". Lo cierto es que hacía tiempo que la protesta había superado todos los límites del reglamento del Pleno y de la propia libertad de expresión. Finalmente, los ediles volvieron a sus asientos tras unos minutos.

La alcaldesa pudo retomar al fin el Pleno, pasadas las dos de la tarde -la hora de inicio prevista era a las 10:00- y dar la palabra a colectivos que llevaban horas esperando como la presidenta de la Asociación Alzheimer San Rafael o los representantes de los colectivos de Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales e Intersexuales (LGTBI), entre otros.

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