La Agrupación de Hermandades y Cofradías dio a conocer ayer su proyecto de traslado de la carrera oficial de la Semana Santa cordobesa de la zona actual, por Claudio Marcelo y Las Tendillas, al entorno de la Judería y el interior de la Mezquita-Catedral. Uno de los aspectos en los que la Agrupación basa su defensa de este cambio en los recorridos es la mejora de la movilidad, tanto para el tráfico como para el peatón, que conllevaría dicha modificación. Según un estudio elaborado por la organización cofrade, se disminuirían los problemas relacionados con la movilidad, algo criticado en numerosas ocasiones por vecinos y comerciantes del Centro que casi ven paralizada su actividad diaria cuando llega la Semana de Pasión. Por ello, las cofradías defendieron que la nueva carrera oficial pasaría únicamente por calles peatonales y con pocas viviendas, eso sí, "con negocios susceptibles de sufrir posibles incomodidades". Esto último, aseguraron, ha sido uno de los aspectos más valorados por el Ayuntamiento.

El mismo proyecto contempla además un recinto cerrado donde se instalarían los palcos y sillas, algo que para la Agrupación de Hermandades "mejoraría el servicio" al permitir el paso únicamente a abonados y vecinos.

Y si hay algo que durante la Semana Santa creó polémica fueron las aglomeraciones creadas en algunas calles de la Judería dada su estrechez y el retraso del paso de las hermandades. Ahora, el estudio planteado no contempla el uso de las calles Deanes ni Blanco Belmonte para realizar estación de penitencia, sino sustituirlas por otras vías bastante más anchas tales como Ronda de Isasa, Paseo de la Ribera, Torrijos, Cardenal González, Lucano o San Fernando. En este caso, la Agrupación espera contar con el respaldo de la Policía Local y Nacional y Protección Civil. Ya durante la pasada Semana Santa, con esa prueba de fuego que supuso llevar a todas las cofradías por el entorno de la Mezquita creando así la conocida como carrera oficiosa, se crearon algunas acumulaciones de personas que retrasaron el paso de algunas cofradías hasta más de una hora.

Tanto en términos de seguridad como de movilidad, desde la Agrupación apuntaron que el traslado es "perfectamente viable" si se hacen algunos cambios de posición en un número "muy reducido" de hermandades, a pesar de la cantidad de nazarenos y de pasos (y de las medidas de estos) que arrojan una gran longitud total a los cortejos.

Uno de los grandes cambios que supondría el traslado de la carrera oficial sería la instalación de los palcos y sillas de abonados, que, según el proyecto, se duplicarían. Mientras que en el actual recorrido existen 286 palcos y 1.500 asientos, el que discurriera por el entorno de la Mezquita-Catedral pasaría a tener 400 palcos y 3.500 sillas; es decir, se doblaría el número de espacios de pago para contemplar la Semana Santa. Este dato es algo que la Agrupación destaca en su estudio al hablar de las mejoras "cualitativas y cuantitativas" de su propuestas; con las primeras se refirieron al "enriquecimiento espiritual" y con las segundas a un "incremento en los ingresos económicos" de forma que "fuese factible para todos los días" de la Semana Santa.

Desde la Agrupación de Cofradías informaron también de que hasta 32 hermandades, de 37 que realizan estación de penitencia durante la Semana Santa, rechazaron la posibilidad de que existieran dos carreras oficiales, la del Centro y la de la Mezquita; de la misma forma que 29 estaban de acuerdo con el traslado y tres preferían mantener el actual recorrido de Claudio Marcelo y plaza de Las Tendillas.

Respecto a los recorridos, las entradas en esta nueva carrera oficial se harían por tres vías principales: Puente Romano, Ronda de Isasa y Santa Teresa de Jornet-Avenida del Alcázar, mientras que la salida para los pasos podría ejecutarse por San Fernando, Lucano, Puente de Miraflores o calle Caño Quebrado.

Algo de lo que también se ha hablado mucho pero que no queda recogido en el proyecto de la Agrupación es el hecho de que algunos pasos no puedan acceder al interior del mayor templo de la Diócesis dado su tamaño. Algunas cofradías pusieron además como condición sine qua non que el traslado pudiera hacerse exclusivamente si todos los pasos entraban en la Mezquita-Catedral.