Córdoba

Los ángeles guardianes para soportar el calor

  • Ante las altas temperaturas registradas en la capital los días de verano el SAS dispone de enfermeras de enlace que visitan los domicilios de las personas más vulnerables.

No todo el mundo puede escapar a las altas temperaturas de la época estival y los hay quienes tienen que quedarse en casa y luchar contra los golpes de calor. A veces el propio hogar puede convertirse en una prisión y el aire acondicionado no siempre es la única válvula de escape. Por ello la Junta pone en marcha el Plan Andaluz de Prevención de los Efectos de las Temperaturas Excesivas sobre la Salud, cuya finalidad es minimizar las consecuencias del calor sobre los colectivos más vulnerables.

Este tipo de medidas no serían posibles sin el trabajo de personas como Ana Pérez, una enfermera que se dedica a prestar atención y valorar el estado de aquellos enfermos que sufren más riesgo ante las altas temperaturas, como son las personas mayores, los pacientes crónicos, enfermos con trastorno mental grave, menores de cuatro años -especialmente lactantes- y personas que trabajan expuestas al sol.

La rutina de Pérez está plagada de historias como la de Pedro Rascón, un paciente inmovilizado y con varias patologías. "Nos centramos en enfermos complejos con necesidad continua de cuidados y apoyo social", explica la enfermera. Al ser una persona mayor de 65 años, en silla de ruedas y cuya vivienda se encuentra en un tercer piso, Rascón entra dentro del plan de prevención y recibe visitas continuadas, sobre todo en verano, en las que se evalúa su estado. "Visito una media de tres o cuatro pacientes al día y mi labor es de asesoramiento, ayuda, valoración de la situación y las necesidades y puesta en marcha de todos los recursos necesarios tanto materiales como personales" manifiesta Pérez. Cuando la enfermera llega al domicilio del paciente, lo primero que hace es revisar su estado, le pregunta cómo se encuentra, qué tal ha pasado la noche y si se encuentra peor por el calor, como hizo con Rascón en su domicilio del barrio de Santa Rosa. Pérez revisa además el estado de los alimentos y se encarga de que cuente con una dieta variada y equilibrada, algo que depende también de la coordinación con la familia. Otro de los puntos que revisa la enfermera es el de los medicamentos, pues debe estar alerta de cuándo llegan las medicinas de la farmacia. En total Pérez puede estar unos treinta minutos en el domicilio, antes de que se dirija a vigilar a otro paciente. La labor de las enfermeras de enlace, por tanto, es la de un auténtico ángel guardián que vigila a los que más lo necesitan.

Además de casos como el de Rascón, esta medida incluye a pacientes paliativos, cuyo pronóstico es inferior a seis meses de vida, enfermos de ELA, pacientes oncológicos en proceso terminal o enfermos de alzheimer en un estado avanzado, entre otros. Sin embargo, "no sólo existe ayuda a los pacientes, también se apoya al cuidador, al que se le instruye y refuerza en sus conocimientos previos", apunta la enfermera.

La enfermera insiste también en la existencia de un dispositivo para las personas que no pueden estar en casa durante los días decretados como ola de calor. "La delegación de Salud tiene preparada una medida para poder acompañar a los afectados o ubicarlos en lugares acondicionados donde no se sufran los efectos del calor", señala la enfermera. "Si la temperatura corporal sube de 38,5 grados en pocos minutos debemos tomar medidas, ya que posiblemente estemos ante un golpe de calor", indica Pérez.

Como cada año, Salud Responde hará seguimiento telefónico a las personas más vulnerables. En la capital la cifra de beneficiados por este servicio de vigilancia oscila entre los 800 y 1.100. Hasta la fecha, 257.00 cordobeses se han descargado la app Salud Responde donde se ofrece información sobre los niveles de alerta sanitaria. El número gratuito para contactar con los servicios en caso de emergencia es el 902 50 50 60.

Según la Consejería de Salud, entre el 1 de junio y el 15 de septiembre de 2015, se activaron 87 alertas sanitarias, 17 de ellas rojas, que afectaron a siete provincias a lo largo de 41 días. Hay que tener en cuenta que para que se active una alerta sanitaria deben superarse las temperaturas umbrales máximas y mínimas de forma simultánea, por lo que una alarma puede quedar desactivada al no cumplirse la previsión inicial. Los datos del Ministerio de Sanidad conceden a Córdoba 40 grados de máxima y 22 de mínima como umbrales.

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