Hasta 361 militares y casi un centenar vehículos del II Batallón de la UME (BIEM II), con sede en Morón de la Frontera (Sevilla), participan esta semana en Córdoba en una evaluación formal que valora la preparación, disponibilidad y capacidad de la unidad, ante los incendios forestales que pudieran afectar a la zona sur de la península. El Ministerio de Defensa informó ayer de que las instalaciones de la Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno X, junto con su campo de maniobras -en la base de Cerro Muriano-, ofrecen "un escenario único para practicar este tipo de ejercicios de preparación y evaluación, que prestan la oportunidad para desarrollar trabajos con herramienta manual y maquinaria pesada de limpieza de cortafuegos, descargas de agua con hidroavión, despliegues de unidades en una línea de control". Según la misma información, este ejercicio "consolida aún más si cabe" el protocolo operativo de actuación firmado entre el Ejército de Tierra y la Junta de Andalucía en septiembre de 2013, que hace posible "un procedimiento fluido y coordinado de actuación entre los efectivos del Plan Infoca, la Jefatura del Campo de Maniobras, la Brimz Guzmán el Bueno y la Unidad Militar de Emergencias". El servicio a los ciudadanos en situaciones de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas, como son los incendios forestales, requieren de "una plena integración de todos los medios estatales, autonómicos y municipales", añadió. La Unidad Militar de Emergencias que puede ser activada a solicitud de la Junta, continuó el Ministerio de Defensa, "sirve para en este caso reforzar al dispositivo del Infoca presente en el incendio". Desde el Gobierno central indicaron también que para ello, "es esencial la colaboración entre la Brimz X y la UME, para que se empleen todas las capacidades de las Fuerzas Armadas y se pongan en práctica todos los mecanismos para apoyar una posible emergencia".

Además de este plan de prevención de incendios, la Junta dispone del Plan del Plan Infoca, cuyos trabajos preventivos en el parque periurbano de Los Villares ya han comenzado. Estos tratamientos afectan a 1.739 hectáreas de monte público en toda la provincia, con 3,1 millones de inversión. A estas labores hay que sumar los proyectos y obras programados por la Consejería de Medio Ambiente como la selvicultura general, ordenación de montes públicos, aprovechamientos forestales, cortafuegos mecanizados y mantenimiento y mejora de la red viaria, pues también suponen elementos de prevención contra los fuegos forestales.

La provincia, según ya informó la Junta, tiene una superficie de terrenos forestales o montes públicos de unas 80.000 hectáreas. Desde 2003, el Ejecutivo autonómico, a través del Plan Quinquenal de Prevención de Incendios Forestales, ha actuado en 10.461,12 hectáreas de terreno. De cada 100 hectáreas gestionadas por la Junta, 13 tienen un tratamiento preventivo específico. En cuanto a la propiedad particular, la Ley de prevención y lucha contra los incendios forestales también obliga a los propietarios a aprobar un plan de prevención. Así, se ejecutan tratamientos preventivos en una superficie forestal de 332.496 hectáreas de propiedad privada. Todo esto supone que un 56% aproximadamente de toda la superficie de bosque de la provincia se encuentra sometida a la gestión preventiva contra incendios.