No hay más opción que el PSOE. El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, apeló ayer a la historia para reclamar el apoyo a su partido y conseguir un "cambio" en España, ya que recordó que todos los grandes avances que se han producido en España desde el inicio de la democracia "los han propiciado los socialistas". Sánchez -que visitó ayer Córdoba donde saludó a los vecinos de la Fuensanta y paseó por la Feria de Nuestra Señora de la Salud- insistió en que el cambio político en España "no tiene intermediarios", en clara alusión a Podemos, por lo que "el que quiera cambio tiene que votar al PSOE". El líder socialista desarrolló su idea del concepto de intermediario y explicó que se trata de una figura "que hace subir mucho el precio de las cosas", como el "chantaje" del líder de Podemos, Pablo Iglesias, que utilizó el recurso de que "Mariano Rajoy siga gobernando" para incluir sus exigencias en un pacto que resultó imposible tras las elecciones del 20 de diciembre. Ahora, explicó Sánchez, "estamos ante unos nuevos" comicios que, en su opinión, no tienen nada que ver con los del final del año pasado porque ahora "ya sabemos quiénes trabajaron por el cambio y quiénes lo bloquearon".

El secretario general del PSOE insistió en que si los socialistas no son la primera fuerza "Rajoy seguirá siendo presidente" aunque también se refirió a un escenario postelectoral en el que los acuerdos serán necesarios. Ante ese panorama "yo voy a ser generoso y voy a hablar con todos, no voy a vetar a ninguna fuerza política" aunque, matizó, "a ninguna fuerza política del cambio", por lo que queda descartada de nuevo -y por el momento- la gran coalición.

El líder socialista se dio ayer un paseo por el barrio de Cañero, donde mantuvo un encuentro con mayores en la Asociación de Vecinos San José Obrero para presentar sus medidas encaminadas a paliar el paro de larga duración e incrementar las pensiones. Tras criticar la reforma laboral de Rajoy y su política económica, Sánchez no dudó en hacer campaña pura y dura y planteó una batería de medidas con la que pretende "bajar el paro a la mitad" en los próximos años y, sobre todo, entre los mayores de 45 años y los desempleados de larga duración. Así, prometió beneficios fiscales a la Seguridad Social a las empresas que contraten a estos dos colectivos, lo que beneficiará a 400.000 parados. El PSOE también propone convenios "con ayuntamientos, diputaciones y gobiernos autonómicos" para poner en marcha "un plan de inversión pública para crear 200.000 puestos de trabajo específicos para los desempleados de larga duración. Por último, pretende ofrecer formación a 700.000 jóvenes parados de la construcción que no acabaron los estudios de Secundaria.

En cuanto a las pensiones, Sánchez recordó una de sus propuestas que consiste en la aplicación de un "recargo de solidaridad" a las grandes fortunas y empresas para incrementar estos fondos, que han caído a la mitad en los últimos cuatro años del PP. Además apostó por un impulso al Estado del bienestar tras el "ataque" se ha sufrido en este tiempo.