El catedrático de Derecho Administrativo de la Complutense y jurista Santiago Muñoz Machado pasó ayer por Córdoba defendiendo la necesidad de enmendar la Constitución para adaptarla a los nuevos tiempos frente a la idea de sustituirla por una nueva Carta Magna, tal y como desde algunos colectivos de la vida social y política nacional se viene demandando desde hace años. El abogado y profesor cordobés, natural de Pozoblanco, intervino en el Foro Diálogos Córdoba de la Fundación Cajasol impartiendo la conferencia Vieja y Nueva Constitución.

"La Constitución tiene cumplidos casi 40 años y tiene algunos defectos que son originales, porque no todas las cosas que entonces se establecieron fueron las más adecuadas, hubo errores", indicó. "Tantos años de práctica han demostrado que hay cosas que hay que cambiar, que mejorar. Esto no significa que la Constitución haya que tirarla y cambiarla entera por otra; se trata de que algunos aspectos de la actual Constitución se mejoren", añadió. Muñoz Machado puntualizó que si se examina el texto de la Carta Magna "parte por parte, capítulo por capítulo, se verá que todo lo relativo a los Derechos Fundamentales necesita pocos remiendos, pocos arreglos".

El catedrático defendió asimismo que el capítulo relativo al poder legislativo o a la Corona "tampoco ha pedido nadie que se cambie". E insistió en que "casi todas las cosas que hay que modificar y mejorar conciernen al tema de la organización territorial del Estado, el famoso título octavo de la Constitución". Muñoz Machado habló de que esta mejora no sólo está provocada "por los envites de Cataluña" sino porque "en general las relaciones con el Estado de muchas instituciones autonómicas no funcionan de un modo adecuado", y necesitarían mejorarse mediante algunas reformas, destacó. El jurista incidió en que la Constitución es el texto fundamental que rige y consigue "la convivencia de un pueblo, y si pierde autoridad, la Constitución puede ser desconocida, ninguneada, borrada. El pueblo, los ciudadanos, perdemos nuestra referencia fundamental, las bases de nuestra seguridad jurídica, de la previsibilidad, de qué ocurre con nuestra conducta, de cómo tenemos que comportarnos". De hecho, Muñoz Machado resaltó que la actual Carta Magna de 1978 está perdiendo "un poco" la autoridad. "Está perdiendo un poco el prestigio; ya vemos episodios en los que se incumple sin consecuencias y poco a poco está dejando de ser en algunos aspectos la norma rectora, la norma principal a la que todos sometemos nuestra conducta", apuntó el catedrático.

Muñoz Machado insistió en que el hecho de que la Constitución de 1978 haya dejado de ser en algunos aspectos la norma rectora del Estado "es muy grave; por eso en la medida en que esos aspectos se reformen podrá ayudar a recuperar la posición que tiene que tener la Carta Magna en nuestro sistema jurídico y una mejora sustanciosa para los ciudadanos".