Lleva justo dos años al frente de la dirección-gerencia del Hospital Universitario Reina Sofía, un complejo en el que trabajan más de 5.000 personas y que registra casi 40.000 ingresos anuales. A lo largo de 2016, Marina Álvarez (Córdoba, 1961), se enfrenta a la celebración del 40 aniversario de este inmenso centro, que da la vida a la provincia.

-Hace ya cuatro décadas que el Reina Sofía se puso en marcha. ¿Qué balance se puede hacer de toda esta trayectoria?

-Es un balance positivo. El Reina Sofía suena de una forma especial y, desde que era estudiante de Medicina tenía el hospital como algo idealizado. Me formé fuera por motivos personales y lo que tenía en mente era volver a Córdoba, volver a este hospital. Desde que empezó el Reina Sofía en 1976 ha sido pionero y especial por sus profesionales, que tienen un espíritu muy especial. Lo he vivido como profesional y, ahora desde este puesto, lo ves mucho más y no paras de sorprenderte. Los primeros profesionales fueron muy innovadores, arriesgaron y fueron capaces de conseguir que a los tres años se hiciera su primer trasplante; eso no es normal. Para ellos, lo más grande es su hospital.

-¿Cuál ha sido la vinculación ha tenido la plantilla del Reina Sofía en esta trayectoria?

-Sí, parte del éxito es la identificación de los profesionales con el hospital, que llegaron con un espíritu luchador; para ellos, trabajar aquí es lo mejor que les podía ocurrir. Ellos han querido que sea un centro que destaque y de los primeros en España. El hospital empezó a destacar porque los profesionales quisieron ponerlo en ese nivel. Todo el mundo conoce el Reina Sofía y a la gente le cambia la cara cuando habla de él.

-Ha pasado por la Dirección de la Unidad de Gestión Clínica de Radiología y Cáncer de Mama del Reina Sofía y del Área Sanitaria Norte de Córdoba y ahora es la máxima responsable del centro, ¿qué ha supuesto este cambio a nivel profesional?

- Vine a este hospital y me incorporé como radiólogo. Al poco tiempo, empecé a dedicarme al área de mama. He trabajado en una unidad multidisciplinar de mama y he disfrutado muchísimo. Además del esfuerzo que he tenido que hacer personalmente para levantar la unidad, siempre me he sentido muy arropada por el hospital y por los compañeros; y es muy importante que con independencia de que estés en un proyecto importante te sientas arropada. He disfrutado mucho en este hospital como profesional y he sido consciente de que disfrutaba del trabajo. He conseguido que el servicio vaya avanzando y hemos disfrutado mucho de hacer muchas cosas.

-Pasó de dirigir una unidad clínica y tratar pacientes a hacerse cargo de todo un hospital. ¿Le costó trabajo tomar esa decisión?

-Fue un cambio muy importante. Cuando llegas a la dirección-gerencia es otra cosa, pero yo no soy capaz de decir que no a algo que me pide el hospital. Llevo prácticamente mi vida profesional aquí y le tengo mucho cariño y cuando te piden esto, que yo no me lo había planteado, no fui capaz de decir que no a una cosas como esta. Para mi supuso un reto muy importante a nivel profesional y personal de todo tipo. Sobre todo porque tienes que tener una visión global no sólo del ámbito asistencial, tienes que tener otra visión y otros comportamientos ante ciertas situaciones y tienes que adaptarse a eso.

-El Hospital tiene ya 40 años y ha tenido grandes éxitos asistenciales en todo este tiempo, pero ¿en qué situación se encuentra ahora mismo?

-Todo el mundo sabe que en los últimos años en la sanidad ha habido momentos duros. Los sanitarios han dado un ejemplo de lo que es su apuesta por la sanidad pública y han hecho un gran esfuerzo para que sea posible. Nos ha exigido mucho sacrificio y esfuerzo, ser más cuidadoso y tener en cuenta la evidencia, sobre todo, para las indicaciones de muchos recursos, que son muy costosos. La verdad es que nos ha permitido y nos ha abierto la mente porque de todo se aprende y hay que sacar las cosas positivas.

-Pero, ¿qué cosas positivas se pueden sacar de la crisis?

-Bueno. Ha habido momentos muy duros en cuanto a sueldos y en cuanto a horarios y nos ha hecho que tengamos que medir cómo gastamos y cómo orientamos nuestros recursos. También hemos aprendido a ser eficientes basándonos en la evidencia. Pero por otra parte, llevamos un tiempo que vamos viendo que somos capaces de ir saliendo de todas esas medidas que tuvimos en la crisis. Por ejemplo, ya no tenemos profesionales al 75%, todos están pasando al 100%. Estamos intentando que tengan otra estabilidad y los contratos sean más largos. Poco a poco estamos intentando retomar esa normalidad a pesar de que cuando llega un momento tan duro a mitad de 2012 tienes que tomar esas medidas de pronto. Volver cuesta más, pero lo estamos haciendo poco a poco.

-¿Qué momentos fueron los más duros?

-Han sido años duros, pero el hospital nunca ha dejado de tener en mente lo que es la buena atención al paciente y preservarlos por encima de todo. Cuando tienes esa visión, las cosas son más fáciles. Tienes que tener claro cuál es tu objetivo, que es el paciente. La crisis nos ha obligado a ser más imaginativos, esa es la realidad, y hemos conseguido cosas que no nos imaginábamos. Ha entrado innovación y hemos sido capaz de introducir equipos; esa es la parte positiva, como la innovación en muchos tratamientos. Lo que intentamos preservar es la calidad del servicio que prestamos. Han sido años muy duros, pero se ha intentado preservar la calidad de la asistencia que se presta. Hemos seguido con nuestra actividad, ofreciéndola con calidad e incorporando la innovación que toca. Ahora ya sabes que lo peor ya ha pasado.

-¿Qué proyección de futuro tiene para el Reina Sofía?

-Ahora el paso es más lento y tenemos que ir viendo que las cosas se estabilizan, que los profesionales van a estar mejor. Nuestro objetivo es ir adecuando nuestras plantillas a las necesidades para proyectos que tenemos en marcha. Nuestra idea es empezar con esa serenidad, con esa tranquilidad de que los profesionales se estabilizan. Queremos ir adecuando la plantilla de profesionales y hacer pequeños proyectos.

-¿Puede indicar alguno de esos proyectos?

-Este mismo año tenemos la idea de que abra una farmacia nueva, que es un servicio muy importante para el hospital porque es transversal, afecta a todos los pacientes que tenemos de forma ambulatoria y hospitalizada; vamos a tener una farmacia que creo que va a ser referente en Andalucía y a nivel nacional. Queremos incorporar nueva tecnología y la forma de trabajo en la dispensación farmacéutica, que afecta a todos los servicios de cómo piden la medicación y cómo se distribuye. Es algo que marcará mucho y lo queremos acompañar con un programa especial de seguridad del paciente para toda la prescripción farmacéutica. Este año también tenemos previsto la actualización de los laboratorios del hospital, con un plan especial. Habrá un gran laboratorio central en el que participan muchas especialidades. Hasta final de año no estará disponible.

-Enumera estos nuevos proyectos, pero el Plan de Modernización del Reina Sofía sigue sin llevarse a cabo. ¿Hay alguna certeza o perspectiva de que realmente se vaya a llevar a cabo?

-Continuamente estamos actualizando el plan y seguimos trabajando en él para que si en cualquier momento es posible, el hospital lo tenga preparado. En un hospital las necesidades son muy cambiantes cualitativa y cuantitativamente. Tenemos la posibilidad de llevar a cabo el plan de manera completa o por fases. Lo veo posible a medio plazo y hacerlo en fases. La más importante sería la continuación del edificio de Consultas Externas. La tendencia en la atención en los últimos años es que la mayoría se presta de forma ambulatoria porque somos capaces de hacer muchos procedimientos menos invasivos. Tenemos que potenciar nuestra forma de prestar la asistencia segura de forma ambulatoria cada vez más. Otra de las partes que queremos abordar es el área oncológica.

-La iniciativa privada está pendiente de abrir nuevos centros hospitalarios en Córdoba ¿cree que hay cabida para todos los proyectos?

-No sabría decir. Siempre hay un tipo de población que se atiende en la privada y me imagino que tendrá que adaptarse también a la actualidad que toca para dar la respuesta que toca a ese grupo de pacientes. Es verdad que en Córdoba, más que en otras ciudades, la sanidad pública ha tenido un peso muy importante y muchas veces es la sanidad privada la que se nutre de ella. No creo que vaya a ser un problema para la sanidad pública, al revés. Cada tipo de sanidad presta su asistencia y tiene que estar actualizada. No lo veo como una amenaza para la sanidad pública.