Córdoba

Un Pleno de la bronca a las lágrimas

  • El Ayuntamiento declara a la ciudad libre de desahucios y se compromete a luchar contra los lanzamientos. Numerosos colectivos coinciden en Capitulares para protestar.

El Ayuntamiento vivió ayer un intenso Pleno que pasó de la más dura bronca del debate de los presupuestos hasta las lágrimas del concejal Rafael del Castillo al recordar al miembro de Stop Desahucios Francisco Lema, que se suicidó hace justo tres años tras recibir una notificación bancaria de una deuda. Del Castillo se emocionó al defender la moción que ayer aprobó el Pleno -con los votos a favor de IU, PSOE, Ganemos y UCOR y la abstención del PP y Ciudadanos- por la que se declara a Córdoba ciudad libre de desahucios y recordó un sentido episodio que hizo que su voz se quebrara. "Mi hijo, cuando tenía ocho años, me dijo que ya sabía de qué partido político era; yo pensaba que me iba a decir IU, pero me contestó que era de Stop Desahucios", relató. Los poderes públicos, añadió Del Castillo, "han estado muy por debajo de lo que hasta un niño de ocho años entendería, que es hacer justicia". "Por humanidad", insistió el concejal delegado de Servicios Sociales, pidió el apoyo a una moción redactada por Stop Desahucios y que recoge, entre otras cuestiones, que el Ayuntamiento no intervendrá en lanzamientos de viviendas habituales de aquellas familias que se encuentren con incapacidad "real" para hacer frente a su pago. Además exige a Vimcorsa nuevos planes de vivienda y rehabilitación. "¡Sí se puede!" fue el grito más escuchado al finalizar la votación que corroboró el compromiso del Ayuntamiento, aunque los miembros de Stop Desahucios no fueron tan amables con los concejales del PP, ya que todos se dieron la vuelta durante la intervención del concejal popular Luis Martín, que defendió su abstención a la moción por desacuerdos en sólo siete de los 37 puntos de actuación que se establecían. Los populares presentaron una enmienda a la totalidad que no prosperó.

El Pleno había vivido antes momentos de mucha más tensión debido al debate de los presupuestos. El ambiente se calentó con la entrada de múltiples colectivos al salón plenario que tenían como objetivo hacer escuchar sus reivindicaciones, como la plataforma Stop Desahucios, sindicatos, los yayoflautas o los parcelistas, además de la plataforma Metrotrén Ya. La irrupción fue tal que costó hacerse con un hueco a los que mensualmente acuden a los Plenos a trabajar. El público estuvo en ocasiones faltón con interrupciones constantes a las intervenciones de los concejales, lo que provocó que la alcaldesa, Isabel Ambrosio, tuviera que ponerse seria para exigir respeto y silencio. Tampoco es que Ambrosio se pusiera demasiado dura y sólo en una ocasión amenazó con "tomar otras medidas con las que no me sentiría cómoda". Quizá hubiera sido necesario mayor determinación cuando se escucharon incluso faltas de respeto a los presentes.

Lo cierto es que lo que se planteó como una protesta al cogobierno por su política de personal finalmente se volvió en contra de la oposición y los concejales del PP fueron los más criticados por la mayoría de colectivos durante el debate de presupuestos. Los más viejos -y sabios- del lugar, como el concejal socialista Emilio Aumente fue el primero en revertir la situación y consiguió con su intervención -achacando al PP los motivos por los que ahora no se puede contratar e incluyendo el tema de manera forzada en su discurso sobre presupuestos- consiguió la ovación del público. Y lo que acabó siendo una protesta contra el cogobierno se quedó en un rapapolvo a la oposición.

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